Inflación afecta más a los que menos tienen
Es fundamental hacer una planeación más estricta de nuestros gastos a largo plazo y, sobre todo, mantener en el mismo nivel los que destinamos a alimentos y productos básicos
Finanzas
Los altos niveles de inflación que se registran en el país, como consecuencia de un incremento generalizado de precios han generado un problema público que debe ser considerado como un tema de prioridad nacional, por lo que el gobierno federal está obligado a revisar sus diagnósticos económicos y sus propuestas de política de corto y mediano plazos, consideró el director de la Facultad de Economía de la UNAM, Eduardo Vega López.
“La abismal desigualdad social, como un lamentable rasgo estructural de nuestro país, relacionada con una muy asimétrica distribución del ingreso y una amplia cobertura de la pobreza, hace que ante la creciente inflación, quienes tienen menos patrimonio y obtienen menos ingresos, sean también quienes padecen con mayor rigor las consecuencias del alza imparable de los precios de los bienes de consumo final”.
La inflación, añadió, erosiona el poder adquisitivo o la capacidad de compra de las personas y las familias, desploma el consumo de bienes finales y conduce a situaciones de menor actividad económica por la debilidad de las ventas y la incertidumbre que se genera en las cadenas de valor internas y globales.
Al respecto, Armando Sánchez Vargas, director del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), comenta: “Muchos artículos de los cuales México es dependiente, como los granos, son producidos y vendidos por unas cuantas empresas muy grandes que ejercen prácticas monopólicas u oligopólicas, y por eso trasladan sin problema los aumentos de precios externos a los consumidores locales. Ahora bien, es obvio que esta especulación con los precios de los alimentos afecta más a las clases menos favorecidas".
Ante el deterioro creciente del poder adquisitivo de los salarios, ¿qué puede hacer cada una de las familias mexicanas para tratar de encarar la inflación?
Sánchez Vargas responde: “Es fundamental hacer una planeación más estricta de nuestros gastos a largo plazo y, sobre todo, mantener en el mismo nivel los que destinamos a alimentos y productos básicos. Asimismo, tendríamos que abstenernos de comprar bienes que no son necesarios y cuyos precios están aumentando, ahorrar en lo posible y no endeudarnos porque la inflación genera tasas de interés más altas. En relación con esto último, debemos recordar que si, por ejemplo, la deuda de nuestra tarjeta de crédito aumenta, nuestra capacidad para solventar en el futuro algún gasto catastrófico se reduce drásticamente.”