Recuperación económica, ¿hasta el siguiente sexenio?

Los indicadores de confianza empresarial reflejan la preocupación de un debilitamiento de la economía en los siguientes meses

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 .  (Foto: iStock)

A pesar de que los indicadores económicos mostraron una ligera mejoría, las expectativas de crecimiento aún están por debajo de los niveles de 2018, de manera que no será sino hasta el siguiente sexenio que veamos la recuperación económica, afirmó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado CEESP).

En ese sentido, indicó que  la urgencia de reducir la incertidumbre y elevar la confianza en la política económica a fin de dar seguridad a la inversión productiva nacional y extranjera y aspirar a una reactivación de la economía más expedita y sólida.

Detalló que la inversión no muestra signos de reactivación y más bien parece que se estanca una vez más. Durante julio el indicador de la inversión fija bruta volvió a terreno negativo al disminuir 1.4% respecto al mes anterior. 

El mayor descenso se observó en la inversión en construcción que se contrajo 1.7%, mientras que en maquinaria y equipo la baja fue de 0.4%. En su comparación anual, el índice de inversión muestra un aumento de 3.5%, aunque estuvo por debajo del incremento de 8.3% de junio y del promedio de 6.1% de la primera mitad del año. Con ello se vuelve a ubicar por debajo de su nivel previo a la pandemia.

Al tiempo, los indicadores de confianza empresarial reflejan la preocupación de un debilitamiento de la economía en los siguientes meses. Los datos del INEGI reportan que en septiembre el índice de confianza empresarial del sector manufacturero y del comercio disminuyeron 0.8 puntos, el del sector construcción 0.5 puntos y el del sector de servicios privados no financieros 2.1 puntos, con lo que todos ellos acumulan 5 o más meses con reducciones.

Por otro lado, destacó que la complejidad del entorno internacional en medio de las presiones inflacionarias globales persistentes y el pronunciado aumento de las tasas de interés resultado de políticas monetarias que buscan reducirlas, reducen aún más las expectativas de crecimiento. 

A ello, internamente se suman los elevados niveles de inseguridad, un estado de derecho débil y una regulación onerosa que, entre otros elementos, elevan diversos costos en la economía. Todo ello implica fuertes limitantes de la actividad económica.

“Especialistas nacionales e internacionales consideran que los efectos de dichos factores podrían ser más drásticos en los meses siguientes, propiciando que el próximo año la economía mexicana se debilite aún más de lo antes previsto, retrasando su recuperación hacia 2024, un año más”, puntualizó.