¿Donador obligado o voluntario de sus órganos?

Debido a la clandestinidad de este delito no hay cifras oficiales, pero la OMS ha mencionado que 10 de cada 100 órganos trasplantados son resultado del tráfico de órganos

La bancada de Morena en la Cámara de Diputados presentó a votación nuevamente la iniciativa para modificar la actual Ley General de Salud y aumentar la donación de órganos. Y no es novedad, esta iniciativa ha estado congelada en la Cámara baja luego de haberse aprobado en el Senado en abril del 2018. Ahora como hace 4 años, el debate fue intenso respecto a la desconfianza de propiciar un mayor tráfico de órganos, vulnerar a los más jóvenes y pobres; y violentar el derecho de las familias y del individuo.

La propuesta pretende modificar el actual sistema de donación de órganos que tiene un modelo de consentimiento explícito, donde la persona que desea ser donante se inscribe en el registro de donadores, a un modelo de consentimiento tácito en el que toda persona mayor de 18 años es una donadora de órganos al fallecer, a menos que exprese su negativa a serlo por escrito y con la firma de dos testigos.

Una de mis primeras interrogantes es si a la actual demanda o solicitud registrada de órganos le corresponde una oferta tan generosa como la de cualquier mexicano mayor de edad que haya fallecido.

Otras preguntas que me surgen alrededor de la donación de órganos son: ¿Cuáles partes del cuerpo humano son los más solicitados para trasplantes? ¿Cuántas personas están en espera de un órgano? ¿Cuál es el perfil preferente de un donante? ¿Cuántos habitantes mayores de edad hay en México? ¿El riesgo de incrementar el tráfico de órganos es real? ¿Qué pasa en el mundo respecto a la donación de órganos? Y por último, ¿tiene el país la capacidad hospitalaria y presupuestal para un significativo aumento en la disponibilidad de órganos trasplantables?

Primero veamos cómo se propone este consentimiento tácito, y ahí la Comisión de Salud de la LXV Legislatura presentó su proyecto de dictamen de la minuta con proyecto de decreto por el que se reforman los artículos 320, 321, 322, 324, 325 y 329 de la Ley General de Salud. (Nótese que no se reforma el artículo 323)

ARTÍCULO

MODIFICACIÓN PROPUESTA

320

Toda persona es disponente de su cuerpo y podrá donarlo, total o parcialmente, a menos que haya manifestado su voluntad de no serlo bajo alguna de las formas establecidas en esta Ley, para los fines y con los requisitos previstos en el presente Título.

321

La donación en materia de órganos, tejidos, células y cadáveres, consiste en el consentimiento presunto o expreso de la persona mayor de edad para que, en vida o después de su muerte, su cuerpo o cualquiera de sus componentes se utilicen en trasplantes.

322

La donación expresa deberá realizarse por escrito o por los medios electrónicos disponibles, y ser amplia cuando se refiera a la disposición total del cuerpo o limitada cuando sólo se otorgue respecto de determinados componentes.

324

Habrá consentimiento presunto del donante cuando no haya manifestado su negativa a que su cuerpo o componentes sean utilizados para trasplantes.

 

El escrito por el que la persona exprese no ser donador, podrá ser privado o público, y deberá estar firmado por éste, o bien, la negativa expresa podrá constar en alguno de los documentos públicos, o medios electrónicos, que para este propósito determine la Secretaría de Salud en coordinación con otras autoridades competentes.

325

El consentimiento presunto solo aplicará para la donación de órganos y tejidos una vez que se confirme la pérdida de la vida del disponente, informando de manera inmediata a sus familiares de dicho acontecimiento.

 

En caso de la donación presunta, los órganos y tejidos sólo podrán extraerse cuando se requieran para fines de trasplantes.

 

El Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) es la institución autorizada y responsable del registro tanto de donantes como de personas en espera, entre otras funciones. Con datos al 3 de julio de 2022, reporta que en México hay 22,586 personas esperando un trasplante de órgano.

Número de personas en espera

Tipo de trasplante requerido

17,076

5,192

248

57

6

3

1

1

1

1

Riñón

Córnea

Hígado

Corazón

Hígado-Riñón

Corazón-Riñón

Riñón-Páncreas

Páncreas

Pulmón

Corazón-Pulmón

Fuente: Registro Nacional de Trasplantes

La mayor parte de quienes están listados como receptores en espera reciben atención médica en el IMSS, en total 16,263 personas, seguidos por el sector privado con 2,790 personas en espera de un trasplante de órgano.

Pero la presentación de datos del CENATRA, muestra inconsistencias en sus reportes estadísticos, así que voy a ser cuidadosa al mencionar los datos. Una primera discrepancia es que en la página www.gob.mx, donde está el acceso a los reportes del CENATRA y su portada o front page, tiene como primera presentación cifras distintas en menor o mayor cantidad a las mencionadas en el PDF titulado “Estado Actual de Receptores, Donación y Trasplantes en México, 1er. Semestre 2022”.

Revisando las gráficas, la parte del cuerpo humano con mayor demanda para trasplantes son las córneas, así vemos en una gráfica histórica que el año con mayor número de trasplantes realizados fue el 2018 con 4,359. Cifra que ha ido disminuyendo año con año hasta una caída pico en 2020 con solamente 1,339 trasplantes, para luego aumentar a 2,298 en el 2021 y llegar a los 1,436 para el primer semestre de 2022.

En este tipo de trasplantes hay córneas importadas y nacionales, fue en 2018 cuando el 80 % de las córneas trasplantadas se importaron. Lo coincidente es que en 2020 disminuyó el número de importaciones y en el total de trasplantes el mejor año para quienes estaban en la lista de espera por córneas fue ese 2018, a partir de ese año las cifras disminuyen con la respectiva caída del 2020 y luego una modesta recuperación.

En el primer semestre del 2022 todas las córneas importadas que se han trasplantado han sido para pacientes de hospitales privados.

Para los receptores en espera de un riñón las noticias no son buenas, si bien la mayoría de los órganos trasplantados son de personas fallecidas, el total de trasplantes realizados en este primer semestre del 2022 apenas es del 13 % respecto a su demanda.

Los trasplantes más representativos y demandados son los de córneas y riñones, que en las gráficas del CENATRA tienen un mismo comportamiento: un pico alto en 2018 que comenzó a descender significativamente en 2019, luego una caída drástica en el 2020 para recuperarse en el 2021, pero sin superar lo hecho en el 2019.

Este comportamiento nos refleja una parte de la enorme crisis del sector salud y de atención a la población: hospitales con reducciones presupuestales y menor abastecimiento de medicamentos y equipo para cirugías y tratamientos. Una tragedia.

Entonces una propuesta legislativa que pretenda incrementar al menos en la misma  proporción del número de personas en lista de espera la disponibilidad de órganos, principalmente de riñones y córneas, debe considerar la realidad actual del sistema hospitalario público, la capacidad de almacenamiento, transportación y el presupuesto para las cirugías y medicamentos más la atención post operatoria.

Hasta ahora, tenemos una perspectiva general de cuántas personas están en lista de espera para trasplantes de órganos y cuáles son los principales órganos solicitados. Ahora veamos cuál es el dato de mexicanos vivos a partir del rango de edad considerado en la iniciativa propuesta.

De acuerdo al Censo de Población y Vivienda que realizó el INEGI en el 2020 en México hay 97.2 millones de personas con 15 años o más. Las estadísticas del INEGI reportan los resultados del censo en categorías quinquenales de edades y quienes tienen 18 años cumplidos están incluidos en la categoría de 15 a 19 años. Como referencia, esta categoría representa el 8.6 % de la población total que es de 126 millones 14,024 hombres y mujeres en México.

Ahora, como política pública de salud para incrementar la tasa de donadores de órganos, tenemos que considerar el antecedente de la “Economía del Comportamiento”, esta rama de la ciencia económica que incorpora conceptos psicológicos para ayudarnos a entender mejor y estudiar la aceptación o rechazo de las personas no sólo respecto a sus preferencias de consumo o ahorro; sino como un instrumento eficaz de política pública.  

“La economía del comportamiento (behavioral economics) ha tomado fuerza como un instrumento para crear políticas públicas que se adapten a la manera de pensar y tomar decisiones de los ciudadanos. Esta rama de la economía busca comprender el raciocinio de las personas de una manera más “humana” para crear modelos económicos que se asemejen más a la realidad, entendiendo que las personas actúan de una u otra manera (no siempre racional) en base a diferentes sesgos”, nos explican Bertha Briceño, Arianna Orozco y Marcela Galvis es un blog titulado “Economía del Comportamiento:aprende sobre sus conceptos básicos y aplicaciones”, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Las políticas de consentimiento tácito que se debaten o se han implementado en otros países, principalmente en Europa, no han librado el debate respecto a los límites que el Estado debe tener respecto a la ciudadanía y la ética correspondiente hacia la persona fallecida. Algunas de estas experiencias son parte de los casos de estudio que se presentan en los posgrados de Economía del Comportamiento.

Entonces veamos que un sistema de consentimiento tácito es lo que se llama un “Opt-Out” firme, ya que si la persona no deja por escrito su decisión de donar o no, será tomado como donador. En general, estas medidas generan rechazo no solamente por parte de las personas, sino también del personal médico de hospitales ya que se les deja la responsabilidad de actuar de acuerdo al registro por escrito. Recuerden que ya mencioné la crisis y sobrecarga de trabajo que el personal médico de los hospitales ha tenido desde el 2020.

Una alternativa para promover la donación, de acuerdo a las mejores prácticas de la economía del comportamiento, es brindar a la población información suficiente, clara y sencilla sobre el respeto, facilidad y ayuda que se proporciona al donar órganos.

El “empujoncito” o nudge está es sensibilizar a la población para quitar los prejuicios que por desconocimiento genera el tema, por ejemplo: los receptores de órganos son los más ricos o el tráfico de órganos va a aumentar. Y generar confianza. Pero la confianza tiene que tener el sustento de la realidad: los hospitales se ven desgastados, saturados y no hay ni gasas. No será creíble una campaña que reafirme lo contrario.

“El tráfico de órganos es una realidad tanto en México como en el mundo, según reporta el Transnational Crime and Developing World, publicado en 2017 por el Global Financial Integrity, quienes se dedican al tráfico de órganos consiguen a gente, típicamente gente pobre y sin educación, en países en vías de desarrollo y muchas veces migrantes, para que vendan sus órganos.” escribió Gustavo Ortiz Millán, profesor de ética médica en la UNAM, para la revista “Medicina y ética” de la Universidad Anáhuac, a finales de octubre del 2020.

Millán describe que las transacciones por tráfico de órganos se realizan por internet y a través de agencias de turismo médico que se encargan de verificar la compatibilidad con los compradores. Las cirugías se realizan en hospitales con el equipamiento tecnológico necesario y muchas veces ni la institución ni los médicos que participan en el trasplante saben que se trata de una compra-venta de pulmón, o cualquier otro órgano.

China es el país con mayor tráfico de órganos y en México se reconoce la presencia de esta actividad en varios documentos oficiales, cito las actividades que realizan niñas, niños y adolescentes por parte de la delincuencia organizada y que han sido identificadas por el Observatorio Nacional de Prevención del Reclutamiento de Niñas, Niños y Adolescentes por parte de la delincuencia organizada donde hay apartados específicos para el “Secuestro, Trata y Tráfico de Órganos”.

Debido a la clandestinidad de este delito no hay cifras oficiales, pero la Organización Mundial de la Salud ha mencionado que 10 de cada 100 órganos trasplantados son resultado del tráfico de órganos.