El peso mexicano pareciera cobrar fuerza a pasos agigantados, de acuerdo con un comunicado del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), en los últimos seis meses su apreciación frente al dólar (la caída del precio de esa divisa en pesos) ha sido de alrededor de 9%.
Al respecto, explicó que varios factores pueden explicar la apreciación del peso, como:
la evolución de la balanza de pagos genera oferta de dólares y es fuente de apreciación del peso, la balanza de pagos genera flujos de divisas -digamos, de dólares de los EEUU, que es la principal para México- que significan demanda y oferta de esa divisa. La cuenta corriente, que incluye los flujos de comercio de mercancías y de servicios -como turismo, remesas y servicio de la deuda externa-, normalmente es deficitaria en un país como México y ello es una fuente importante de la demanda de dólares.
En contraparte, la cuenta de capital -flujos de entradas menos salidas de capital del país- normalmente es superavitaria y es fuente de oferta de divisas.En ese sentidos, en los últimos 4 años México atrae menos recursos financieros, pero a la vez los requiere en menor medida. Y ello es consecuencia del bajo crecimiento de la demanda agregada, que también explica en buena parte el estancamiento del crecimiento económico que vive el país. Por ello, la balanza de pagos, en sí misma, todavía genera una oferta de dólares mayor que la demanda que origina y por lo tanto es una fuente de fortaleza del tipo de cambio
el mercado de divisas internacional es otra fuente de demanda del peso y su apreciación. Aunque las entradas de capital para inversión financiera en el país se hayan debilitado en los años recientes, la inversión en activos y derivados financieros denominados en pesos ha sido activa en los mercados internacionales, mismos que funcionan permanentemente fuera de México
el debilitamiento del dólar frente a la mayoría de las divisas también ayuda a explicar la apreciación del peso, en una muestra de 30 monedas de países avanzados y emergentes el dólar se ha depreciado frente a 20 en lo que va de este año, lo que ha ayudado a la apreciación del peso. La debilidad reciente del dólar apoya la fortaleza del peso. Pero hay que reconocer que esa tendencia no es tan reciente. El año pasado, en esa misma muestra, el dólar se depreció frente a la mayoría, salvo 5 contra las que perdió terreno. La segunda de éstas fue el peso mexicano
Derivado de lo anterior, el CEESP consideró que la fortaleza y apreciación del peso genera tranquilidad, particularmente para el presidente, quien parece considerar el tipo de cambio como un indicador de la salud de toda la economía.
No obstante, indicó, es necesario considerar al menos dos aspectos de ello:
sin un aumento concomitante de la productividad, la apreciación perjudica la competitividad de la economía al generar una apreciación del tipo de cambio real o, como se le conoce más ampliamente, una tendencia a la sobrevaluación cambiaria. Las importaciones provenientes del exterior se abaratan y las exportaciones del país se encarecen
si bien es cierto que el nivel medido como aproximación al tipo real es ligeramente superior al de 2014, por lo que se podría decir que la competitividad es todavía mayor a la de ese año, hay otras señales de daño a la competitividad
los costos laborales se han incrementado sustancialmente desde 2018 como consecuencia de los pronunciados aumentos de los salarios mínimos, la ley aumenta en número de días de vacaciones y, en menor medida hasta ahora, la entrada en vigor de la ley de pensiones del IMSS. Cálculos propios estiman que los costos laborales para empresas formales al fin de este año serán 50% mayores a los de 2018 en términos reales. Así se eleva el costo unitario de la mano de obra adicionalmente a la apreciación real medida.
“El riesgo es que alguno de estos elementos que hasta ahora generan la apreciación cambie de sentido. Que la demanda agregada empiece a crecer, generando un mayor déficit de la cuenta corriente o que las finanzas públicas muestren una debilidad evidente por la sobreestimación del crecimiento económico en el presupuesto, o algún otro evento que haga cambiar el sentimiento de los mercados, lo que a menudo sucede de manera repentina”, concluyó.