Desde el año pasado y durante los primeros meses de 2023, el peso mexicano había mostrado una resistencia notable ante el dólar estadounidense; sin embargo, pareciera que el reciente desplome de Silicon Valley Bank generó una depreciación de poco más del 2% en la moneda mexicana.
De acuerdo con datos de DD360, cerró la jornada del 13 de marzo en 18.97 por unidad, desde los 18.51 en los que cerró el viernes 10 de marzo.
Ante ello, y pese a que la expectativa del Banco de México indica que el dólar se mantendrá en un nivel promedio de 18.93 durante abril, es importante mencionar que este tipo de acontecimientos implican un importante impacto para los mercados, así como en el sector inmobiliario y en los precios de la vivienda, aseveró la firma.
Primero, porque estos acontecimientos generan fluctuaciones que afectan los costos de importación de materiales de construcción y maquinaria, lo cual tiene un impacto directo en el precio de la vivienda. Por otra parte, y más allá del impacto en la paridad peso-dólar, el desplome de SVB puede generar una reducción en la demanda de oficinas y espacios comerciales para las compañías del sector tecnológico, que son las principales afectadas por este acontecimiento, lo cual podría generar una ligera reducción en los precios de este tipo de inmuebles.
Otra reacción también podría presentarse en una ligera disminución en la demanda de vivienda en las ciudades donde las empresas tecnológicas se concentran. Este tipo de compañías son un importante motor de crecimiento económico y empleo en México, por lo que al verse afectadas y ver reducida su inversión, el mercado inmobiliario podría sufrir un daño colateral al ver reducido el poder adquisitivo de los cientos de miles de colaboradores de esas entidades.
“El Gobierno estadounidense decidió ‘rescatar’ a los depositantes y cubrir por encima de los 250,000 dólares que la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) tiene estipulado asegurar. Con esto, se ‘apagó el fuego’ en el corto plazo, pero vienen implicaciones de largo plazo de esta decisión que tendrán fuertes repercusiones para el sistema, los emprendedores y los neobancos, así como para el mercado inmobiliario”, prevé Jorge Combe, cofundador de DD360.
El panorama es incierto para el peso debido a que, ante escenarios de este tipo, los inversionistas moverán sus activos fuera de los mercados emergentes, como en este caso la moneda mexicana, hacia otros de menor riesgo como el oro y el dólar estadounidense, de acuerdo con un reporte de OctaFX.
Por ello, se prevé que al cierre de este año el tipo de cambio vuelva al nivel promedio de los 20.63 pesos por unidad, lo cual puede tener impactos directos en los precios de la vivienda y la tasa de interés.
“Es importante que los desarrolladores de vivienda y los interesados en adquirir propiedades este año tengan a la mano información confiable que les permita conocer de mejor manera el panorama económico y cambiario, con el objetivo de tomar decisiones más acertadas en cuanto a la compra y construcción de sus viviendas”, destacó.