La inflación dio la sorpresa y es que para la primera quincena de marzo se reportó una baja al pasar de 7.48% a 7.12% a tasa anual, lo que significó el mayor descenso de las últimas siete quincenas.
De acuerdo con datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inflación subyacente, en contraparte, tuvo un descenso mínimo y cumplió siete meses arriba de 8% anual al situarse en 8.15%.
Si bien el pronóstico de inflación es de agrado para las calificadoras, la firma Monex indicó que el indicador venció el consenso que la ubicaba en 7.35%; no obstante, pidió prudencia en la interpretación.
“Gran parte del movimiento se debe a lo observado con el componente no subyacente, que cayó de 5.37% a 4.15% tanto por el inicio del programa de subsidios a la electricidad en regiones con temperaturas elevadas, como por las caídas que presentaron algunos productos agropecuarios que habían subido mucho en quincenas pasadas, especialmente el huevo y el pollo”, recalcó.
Por otra parte, indicó que la inflación subyacente fue de 8.15% y mantiene riesgos importantes Sobre esto último, las realidades no podrían ser más disímiles, ya que, en efecto, también hubo cierta mejora en el componente subyacente, los niveles en los que se encuentra siguen estando cerca de sus máximos históricos.
El rubro de servicios es uno de especial importancia para la Junta de Gobierno dentro de la coyuntura actual y el reporte del INEGI muestra que fue el de mayor incremento en la primera quincena con 0.35% u 8.87% a tasa anualizada.
Si se analiza a nivel de producto, se obtienen varios ejemplos, pues el transporte aéreo (+17.96% quincenal), los restaurantes (+0.56%), los servicios turísticos (+4.86%), la vivienda (+0.14%) y las loncherías (+0.22%) se ubicaron dentro del top 10 de elementos con la mayor incidencia sobre la inflación general, aun cuando sus insumos no fueron tan presionados en la quincena.
