Las loncherías, fondas, torterías, taquerías y todos aquellos negocios de alimentos preparados que incluyen también a los restaurantes, se han visto afectados por las alza inflacionarias de los últimos meses, resaltó la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), que destacó por ejemplo, el precio de las tradicionales garnachas de disparó en más de un 41%.
Por lo anterior, la Alianza explicó que estos incrementos han obligado a que los antojitos mexicanos aumentaran su precio hasta en $7 más, en tanto el rubro de las comidas corridas ha aumentado hasta $15 pesos, llegando a costar en promedio hasta $85, y en algunos lugares hasta $100.
Al respecto, el presidente de la ANPEC, Cuauhtémoc Rivera, añadió que estos aumentos se deben a que “han subido el precio del gas, la carne, la tortilla, la cebolla, el pepino, el aceite, los limones”, así como el bistec y el pollo “hasta el 25%”, por ello, “cada taco se llega a vender desde los $16 a los $25”.
Rivera apuntó que en México, hay 53 millones de personas que trabajan, 80% en la zona urbana, y por los tiempos de traslado muchas veces no pueden llevar comida desde casa, entonces el gasto de comer en la calle representa el 30% de sus ingresos; “los trabajadores mexicanos de las zonas urbanas del país gastan 50% de lo que ganan en transporte y comida”, detalló.
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El experto añadió que el pozole no se queda atrás pues se ha encarecido 25%, así como los chilaquiles con pollo o con huevo, que han incrementado hasta 41.66%, sin considerar los$20 del café y los $6 del bolillo para acompañar la comida.
Los alimentos de la llama vitamina “T”, que incluyen tortas, tamales, tacos y tortillas tuvieron aumentos considerables:
- maíz 18.71% más
- masa de maíz 23.69%
- tortillas 25%
- aceites comestibles 52.67%
- cebolla 169.53%
Las toras pasaron de $50 a $70 pesos, las gorditas de guisos alcanzan los $25, los sopes sencillos hasta $22 pesos, y hasta los elotes y esquites han aumentado hasta los $30, lo que obliga a que los trabajadores mexicanos o se levanten más temprano a prepararse de comer o siguen comprando comida en l acalle pero gastando casi la mitad de su sueldo en eso.
