El desarrollo tecnológico en el sector financiero avanza a un paso tan apresurado que hoy prácticamente todos los usuarios realizamos toda clase de transacciones a través de tecnología financiera; sin embargo, aún tienen la necesidad de ir a sucursales bancarias para realizar trámites, por la falta de apertura en cuanto a la información.
Al respecto el especialista en Derecho Financiero, Regulatorio y Fintech del despacho jurídico Creel, García-Cuéllar, Aiza y Enríquez, Juan Carlos Ollivier Moran, destacó que el ecosistema de las finanzas se encuentra en proceso de establecer el Open Finance, mejor conocido en México como Open Banking, un elemento indispensable para la evolución de los ecosistemas financieros y para impulsar los beneficios hacia los usuarios finales, pero que además hoy en nuestra legislación es una especie de figura obligatoria.
“El Open Banking amplía el acceso a los sistemas financieros, promueve la competencia y permite un intercambio seguro de datos financieros”, señaló durante el Taller de Medios sobre Open Finance en México organizado por la Coordinación de Finanzas Digitales de México Exponencial.
A detalle, facilita el intercambio de información financiera de las personas entre diferentes organizaciones, con el objetivo de poder ofrecer soluciones y servicios personalizados innovadores, hechos a la medida, que se ajusten a las necesidades específicas de cada usuario de acuerdo con su trayectoria dentro del sector financiero.
"Esta parte de compartir información va a propiciar que el usuario pueda tener un acceso o una visión completa de qué banco ofrece qué, bajo qué tasa, qué comisión. Va a tener un mapeo perfecto. Esto va a obligar a las entidades ya no solo a competir en si te doy más o menos rendimientos o te ofrezco menos intereses, sino qué te puedo ofrecer que te dé un mejor servicio", señaló.
No obstante, aclaró, el usuario final siempre será dueño de sus datos, por lo cuál decide si quiere que se compartan, cuándo quiere lo hagan y cuándo quiere que esto se detenga.
En ese sentido, indicó que la Ley Fintech inició con el camino para que este intercambio sea seguro y que se respeten los derechos de los usuarios.
No obstante advirtió que en la actualidad hace falta que el gobierno mexicano establezca regulaciones más claras y específicas que permitan que podamos explotar al máximo estas facilidades.
Por su parte, el director de Políticas Públicas, Regulación y Relaciones Institucionales de Belvo, Sebastián De Lara, explicó que los ambientes de finanzas abiertas facilitan la inclusión financiera de las personas, conectando y compartiendo información de fuentes alternativas entre entidades comerciales y oferentes de crédito, a través de soluciones innovadoras, incluso para quienes no tienen un historial de crédito o cuentas bancarias activas.
Afirmó que 180 países ya cuentan con regulación en la materia y que se discuten otros 60 proyectos, por lo que ya hay ejemplos internacionales que prueban el éxito del modelo de datos abiertos y de banca abierta, así como los beneficios para los usuarios a nivel mundial y en los que México podría inspirarse.
El experto explicó los modelos de Reino Unido, Colombia y Brasil y refirió que también que las empresas fintech de los países que integran la Alianza del Pacífico elaboraron una recomendación de estándares para la operación de API´s con la finalidad de facilitar la adopción de esta tecnología en la región.
Por lo anterior, aseguró que espera que en México las cosas caminen más o menos hacía un rumbo similar.