¿Cuánto debo tener ahorrado a los 30, 40 o 50 años? ¿Para mi jubilación tendré el capital suficiente para contar con un retiro digno? Esta difícil tarea de ahorro, viene ligado con una apuesta o mejor dicho inversión a largo plazo. Es una realidad que el panorama económico que dejó la pandemia del Covid-19 trajo consigo una alza en la inflación mundial y un problema con las tasas de interés de las instituciones bancarias; no obstante, poco se ha abordado el tema previo a la contingencia sanitaria, ya que el horizonte financiero internacional y local no era alentador en ningún aspecto, en otras palabras, el Coronavirus arribo para eclipsar un momento económico que ya estaba tambaleante.
Las repercusiones monetarias anteriores al Covid tuvieron una incidencia directa en la gestión de capital de toda la población, no es una mentira afirmar que el ahorro y la prevención de eventualidades no son una prioridad para la población mexicana. Ojo, no es una crítica directa, sino una forma de retomar temas pendientes que se buscaban reforzar antes de 2020 y que en todos los sentidos, los discursos de prevención se orientaron a perfiles de salud, contratación de seguros y coberturas médicas que garanticen una vida digna, pero, ¿y el ahorro?
Lejos quedó el mensaje y campañas con canciones de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR) en colaboración con distintas Afores para incentivar el ahorro voluntario; si aún no recuerdas el tema de 2015 que resonó hasta 2016, no te culpo, los intérpretes de este jingle eran “Los Tres Tristes Tigres” un conjunto de comedia musical conformado por Pedro Palacios, Jesús Gallardo y Erick Ibarra, que retomaban la idea de las aportaciones voluntarias en la siguiente estrofa:
10 pesistos al día muy fácil tú puedes ahorrar
Poco a poco un retiro más digno vas a asegurar
10 morlacos, 10 varos o como les quieras llamar
Es sencillo lograrlo sin tu bolsillo afectar
Con diez pesitos (diez, diez), para tu Afore (diez, diez)
Lo de hoy es ahorra y después tu futuro gozar
Lo que transmitían los Los Tres Tristes Tigres es cierto, 10 pesos diarios son suficientes para iniciar un ahorro, pero muy distantes para garantizar retiro digno y mucho menos si el instrumento de resguardo que se usó no fue uno con rendimientos; veámoslo de la siguiente manera, si se guarda una cantidad fija de dinero en una cuenta que no genera ningún tipo de interés, es decir, el dinero se mantiene inmóvil, factores como el efecto inflacionario harán que el capital tenga un valor menor al original, suena complicado, pero es más fácil ejemplificarlo de la siguiente manera.
Si en 2015 (cuando nació la campaña) se resguardaron 10 pesos diarios por un mes, el ahorro alcanzado reportado llegará a 300 pesos, si estos se depositaron en una cuenta de banco básica y no se tocó el activo por 8 años, esos 300 pesos en 2023 valen menos debido a la inflación. En 2015 la inflación era de 2.13%, el precio de la tortilla se situaba en 14 pesos, lo que significa que en ese año con 300 peso se podían comprar 21 kilos del producto, al trasladarlo al 2023 la inflación (6.25%) encareció casi todos los artículos de consumo básico incluyendo la tortilla, lo que afectó a los 300 pesos guardados, si este año se desea adquirir los mismos 21 kilos que en 2015 es imposible, ya que, con la actualización de costos, el dinero solo alcanzaría para 14 kilos.
Este mismo supuesto ocurre con el ahorro para el retiro, a medida que los años pasan si el instrumento de inversión no es el óptimo o no se tiene una tasa que vaya por encima de la inflación se tendrán pérdidas en el resguardo de dinero.
¿Y qué puedo hacer?
Afortunadamente existen diversos mecanismos de inversión para hacer “trabajar tu dinero”, sí es cierto que este es un lugar común entre los traders, pero es real que una vez colocado el dinero en un producto de esta índole se podrán generar ganancias a largo plazo.
Primero habrá que diferenciar los tipos de productos, por un lado se encuentran las inversiones financieras, estas pueden ser los fondos de inversión y el manejo de activos por medio de un contrato con una institución. La segunda son las inversiones físicas o económicas, que se adquieren a través de activos tangibles, como una casa, rentas de oficinas o departamentos, su valor proviene de rendimientos que genera su uso o posterior venta.
La disyuntiva se encuentra cuando se busca elegir una según nuestros objetivos, por ejemplo, no es la misma finalidad de ahorro a los 20 años, que a los 30, es posible que a finales de los veintes o principios de los treintas se busque adquirir un inmueble o la preocupación por un retiro digno empiece a asomarse.
De acuerdo con la firma BMF Inversiones, entre los 25 y 35 años es la mejor etapa para iniciar una inversión, y uno de los mejores activos para arrancar son los de renta variable (riesgos altos con excelentes rendimientos), las ganancias de este modelo se entregan como dividendos o por compraventa de dichos activos, como lo son las acciones de una empresa que cotiza en la bolsa.
Ahora bien, si la opción de comprar acciones no es del todo convencedora, también es posible arrancar con una inversión física como es el caso de un terrero, estos rendimientos no se verán a corto plazo, pero es muy posible que el valor del lote adquiera plusvalía conforme pasa el tiempo.
En cuanto a los 35 y 45 años esta es un momento más conservador, por lo general las obligaciones financieras que se adquirieron están en su apogeo. Lo recomendable es diversificar la cartera de inversiones, y enfocar parte del capital en ahorros para el retiro. En ese tenor, si se tiene una inversión desde los 25 años, sea de renta variable o rifa, lo mejor es depositar parte de los rendimientos en la cuenta de retiro.
De los 45 a los 55 años, la firma recomendó que las inversiones se realicen en renta fija con rendimientos que vayan alistando una mejor pensión. Aquí no será necesario o indispensable una renta variable, ya que lo mejor es no arriesgar el capital generado y tener un rendimiento que evite caídas.
Para los 55 años y más será el momento de disfrutar la cadena de inversiones que se arrancó desde los veintes, si aún deseas continuar con el proceso de resguardo y ganancias es mejor hacerlo en divisas seguras, que generan un menor rendimiento, pero mantienen el valor del dinero, por ejemplo, adquirir oro será una opción para enfrentar crisis económicas.
Solo quiero guardar mi dinero
Hay una opción sencilla pero que obliga a quien inicia a tener mucha disciplina, la llamada “fórmula Greene”, para este proceso se recomienda contar con una cuenta de banco destinada al ahorro y el proceso es sencillo:
A partir de los 25 años se deberá destina el 25% del salario anual al ahorro, esto hará que en 5 años tengas un salario completo anual en tu cuenta. El proceso debe continuar en ciclos de 5 años, así a los 35 se tendrá dos salarios anuales completos a los 40 tres salarios completos y a los 45 cuatro y así sucesivamente.
Claro que habrá contratiempos y dificultades que dificultarán la tarea, pero mientras se mantenga el ahorro por encima de la línea del 20% se podrá lograr la meta.