Inclusión financiera sube peldaños: MasterCard

A pesar de esta baja alentadora, el dinero en efectivo es todavía el método de pago diario más usado

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 .  (Foto: iStock)

Si bien la mayoría de los latinoamericanos tuvo acceso a productos financieros básicos entre 2020 y 2023, el 21% todavía está excluido, señaló un reporte de MasterCard. 

A detalle, el documento titulado "El estado de la inclusión financiera después de COVID-19 en América Latina y el Caribe: nuevas oportunidades para el ecosistema de pagos" reveló que 79% de los latinoamericanos  tiene acceso a servicios financieros básicos, pero todavía hay margen para que logren un nivel más avanzado de inclusión financiera. 

“La inclusión financiera es una prioridad, y va más allá del acceso. Para ser verdaderamente exitosos, los servicios financieros tienen que ser ampliamente aceptados. Ayudar a las personas y las comunidades a subir la escalera de la inclusión financiera - del acceso al uso y más allá - es un elemento crítico en el camino a alcanzar nuevos niveles de prosperidad económica”, dijo Marcela Carrasco, Vicepresidente Senior de Desarrollo de Mercado, Inclusión Financiera para América Latina y el Caribe. 

En ese sentido indicó que 

sólo 59% de los encuestados de bajos ingresos y 40% de los encuestados que viven en las afueras de las grandes ciudades indicaron tener una cuenta. 

A la par, los 

gobiernos nacionales desempeñaron un papel instrumental en la promoción de la inclusión financiera: 15% de los encuestados indicó que accedió a su primera cuenta de ahorro/depósito gracias a la digitalización de la asistencia gubernamental. 

Métodos de pago y su importancia en la inclusión financiera 

Si bien el uso de efectivo para los gastos de todos los días disminuyó en favor de los métodos de pago digitales, los consumidores viven en una era en la que el efectivo convive con los métodos de pagos digitales. 25% de los consultados respondió que, antes de COVID, usaban efectivo para cubrir más del 75% de sus gastos mensuales; en 2023 este número bajó a 15%, señaló el informe. 

Asimismo la mayoría de las pequeñas empresas consultadas (92%) reportaron aceptar algún tipo de pago digital. Por mucho, el método de pago más aceptado es P2P o transferencia bancaria (82%), seguidos por los mercados en línea (33%) y el código QR (32%) en tercer lugar. Y, sin embargo, estos números también indican altos niveles de informalidad y el uso de cuentas personales, puesto que las plataformas mencionadas no requieren que el comercio esté formalizado.

Con una penetración del 80% en la región, la telefonía móvil ahora es parte integral del proceso de pago: 88% de los consultados indicaron que usan sus teléfonos celulares para realizar transacciones y la mayoría (55%) prefiere usar un canal móvil para abrir una cuenta.

Cómo atraer clientes y promover la inclusión financiera 

MasterCard concluyó que los proveedores de pagos de América Latina deben poner el foco en cinco áreas clave para atraer más usuarios y potenciar la inclusión financiera:
  • primero, deben priorizar la personalización ofreciendo soluciones a medida para los segmentos más postergados específicos, recurriendo a herramientas de gestión de banca abierta y finanzas personales para sumar valor y relevancia
  • segundo, necesitan concentrarse en el desarrollo de productos de crédito, creando productos mejores que ofrezcan un acceso más fácil a préstamos personales y tarjetas de crédito, y habilitando una calificación crediticia innovadora o garantías creativas
  • los proveedores también necesitan reorientar la educación financiera, apartándose de los tradicionales cursos y talleres para proveer una educación invisible y gamificada acorde a la aptitud financiera de cada segmento
  • los proveedores de pago deben potenciar la conveniencia y crear incentivos, centrándose en el ahorro de tiempo, adoptando un abordaje de ecosistema que resuelva varios problemas al mismo tiempo, y productos de inversión simple que ofrezcan liquidez, por citar sólo algunos
  • finalmente, la continua colaboración entre el sector público y el privado es esencial para mejorar la inclusión financiera, y los proveedores de pagos deben priorizar los subsidios de colaboración, el transporte público y las políticas financieras activas que procuran reducir el uso de efectivo