La oferta y demanda registraron un comportamiento favorable, con 2.2% mayor consumo privado y 3% de incremento en la inversión, pero aún está la recuperación muy lejos de nuestra realidad, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En un comunicado, señaló que las cuentas del gobierno restaron al crecimiento, toda vez que tanto el consumo de gobierno como la inversión pública se contrajeron 0.4% y 0.1%, respectivamente. Las exportaciones de bienes y servicios aumentaron solo 0.6%.
Asimismo, comunicó, el nivel del PIB aún está 5.5% por debajo de su tendencia de largo plazo -que tiene de por si un crecimiento muy reducido-.
“La reactivación del producto en México ha sido significativamente más lenta que en la mayoría de los países con grado de desarrollo similar o más avanzados”, apuntó.
Detalló que la comparación de la evolución del producto interno bruto per cápita en los últimos 4 años ha estado muy por debajo de la de otras economías. Entre 2018 y 2022 el PIB per cápita se contrajo 5.0%, mientras que, por ejemplo, en Estados Unidos aumentó 6%, en Israel 9.7% y en Costa Rica 5.7%.
Algo parecido pasa con las cifras de empleo formal. Si bien la afiliación al IMSS en mayo fue mayor a la de un año antes en 854 mil registros, es solamente 1.8 millones mayor a la de fines de 2018. Mientras tanto, la población en edad de trabajar es 7.4 millones más alta. Aún falta mucho para declarar recuperación del empleo formal.
“La incapacidad de generar empleos formales es preocupante y está relacionada con la productividad. De acuerdo con datos del INEGI, entre el último trimestre del 2018 y el primero del 2013, la productividad laboral de la economía cayó en 10.8%”, subrayó.
Esta caída de productividad eleva el costo unitario de la mano de obra -que mide el costo laboral por unidad de producto-. Así, aunque otros países tienen salarios más altos que los mexicanos, el costo laboral por producto resulta mayor en el país -por la baja productividad-, tal es el caso de EEUU y Canadá.
Por lo anterior, reiteró que la evolución reciente del empleo formal registrado en el IMSS no es suficiente para remontar lo perdido en los cuatro años pasados en el mercado laboral. Y ello contrasta fuertemente con el pronunciado aumento salarial que se ha inducido por la política pública junto con la caída de la productividad del trabajo.
“En estas condiciones, no sorprende que la competitividad decline. Recientemente el International Institute for Management Development (IMD), publicó su Ranking de Competitividad Mundial 2023, que muestra la constante caída de la competitividad de México respecto a otros países. En este año México se ubicó en el lugar 56 de un universo de 64 países, lo que significa la caída de seis lugares por debajo de 2019”, agregó.