En 2022 se realizaron 4,106 millones de operaciones con tarjetas de crédito y débito, de estas, el 20.3% correspondió al comercio electrónico, revelaron datos del Banco de México (Banxico) consultados por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF).
A través del comunicado No.082, la Comisión Nacional destacó que el aumento del e-commerce es gracias a la penetración de internet, el uso más extendido de dispositivos móviles, el auge de los agregadores, mayor seguridad y dinamismo en los pagos digitales se "han desarrollado soluciones innovadoras y más accesibles para los usuarios".
La CONDUSEF añadió que el comercio electrónico tuvo un aumento continuo en sus transacciones, el año pasado, las compras con tarjeta de crédito representa el 20.3% de las operaciones efectuadas por internet, aunque prevaleció el uso de la de débito, que registró el 67.4% de las operaciones, es decir que por cada operación con tarjeta de crédito se efectuaron 2.1 con la de débito, aunque en el primer caso el gasto fue ligeramente mayor.
Por ejemplo, con la tarjeta de crédito, el gasto promedio por cada compra en comercio electrónico fue de $1,198 y para la de débito $507, lo que significa que para compras pequeñas los usuarios prefieren pagar con recursos propios, mientras que para las de mayor cuantía usan el crédito de las entidades financieras.
Otro dato a considerar es que en 2022 los tarjetahabientes solicitaron autorización para mil 301 millones de compras en e-commerce con ambos medios de pago, de estos, el 64% finalizó en un movimiento autorizado, principalmente por BBVA (45.5%) y Citibanamex (18.6%); y solo el 0.51% derivó en un contra-cargo o reclamación.
¿Qué hace que una operación con tarjeta sea rechazada?
La CONDUSEF explicó que entre las causas de rechazo está que es un movimiento inusual, se abandonó la compra por que era necesario comunicarse con la institución emisora de la tarjeta, porque rechazaron la forma de pago y después de varios intentos se pagó con una tarjeta de otro banco o por diferentes medidas de seguridad.
Asimismo, otro de los motivos fue que la información de la tarjeta era errónea, ya había expirado o los fondos no eran suficientes; tomando en cuenta esto, y para evitar que una compra sea cancelada, la Comisión recomendó tomar en cuenta ciertas medidas de seguridad como:
- acercarse a la institución emisora de la tarjeta y solicitar activar las alertas de movimientos
- informarse sobre los tipos de fraude que hay para identificarlos
- evitar el acceso a ofertas que lleguen vía correo electrónico
- entrar directamente a la página del comercio
- instalar un antivirus en los dispositivos de cómputo o teléfono inteligente y mantenerlo actualizado
- comprobar la presencia de un pequeño candado cerrado en la ventana del navegador antes de introducir datos de la tarjeta
- guardar o imprimir los comprobantes de pago y confirmación de compra en caso de una reclamación o devolución