En México hay una brecha en el sector financiero de 7 puntos porcentuales, expuso la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros con datos del Banco Mundial, la CONDUSEF señaló que en ese sentido, la inclusión financiera con perspectiva de género permitirá que más mujeres accedan a servicios y productos financieros.
Y es que de acuerdo con la Comisión Nacional, la inclusión financiera busca garantizar que cualquier persona, sin importar su condición social, género, origen, etc., acceda a servicios y productos financieros y obtenga los medios necesarios para administrar sus finanzas, ahorrar, hacer transacciones y protegerse contra riesgos.
No obstante, hasta 2021 solo el 68% de las personas mayores de 18 años en México tenían acceso a algún producto o servicio financiero, reveló la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), un porcentaje menor al de Estados Unidos y Canadá, que superan el 95%, y en el caso de las mujeres, solo 1 de cada 3 tiene cuenta en una institución financiera respecto a los hombres, donde 2 de cada 3 tiene.
De forma detallada, la ENIF mostró que el mayor porcentaje de mujeres sin acceso a productos financieros está en la región Centro-Norte del país, con ingresos menores a $1,500 mensuales y sin seguridad social, además, solo 37.2% tiene un presupuesto o registro de ingresos y gastos y apenas 7.3% ha tomado un curso para llevar sus finanzas.
Asimismo, 7 de cada 10 mujeres están fuera del sistema financiero formal, y 18% son titulares de una cuenta bancaria inactiva, por ello, la CONDUSEF urgió generar Educación Financiera con perspectiva de género que considere sus necesidades y desarrolle sus habilidades para tomar mejores decisiones, evalúe riesgos y aproveche las oportunidades financieras.
Entre los beneficios de la inclusión financiera con perspectiva de género está brindar a “las mujeres la oportunidad de acceder a servicios financieros adecuados”, empoderarlas financieramente, promover la igualdad de oportunidades y desarrollo económico, ya sea con instituciones tradicionales o por internet.
En ese sentido, la Comisión detalló que “los servicios financieros digitales suelen ser más convenientes y accesibles en términos de costos”, lo cual beneficia a personas de bajos ingresos.
Pero lo más importante es que se comience por entender conceptos como presupuesto, ahorro, inversión, manejo adecuado del crédito, seguros, prevención del fraude y ahorro para el retiro, y para que todo esto funcione, “se requiere una combinación de políticas gubernamentales, regulaciones adecuadas, tecnología financiera innovadora, educación financiera y modificaciones legislativas”.
