La creciente ola de proteccionismo amenaza con dividir al mundo en bloques rivales, en un momento en que nuevos shocks económicos ponen al descubierto la fragilidad de la economía global, enfatizó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las estimaciones sobre el costo potencial de esta fragmentación varían, pero un mayor proteccionismo y restricciones al comercio internacional podrían reducir la producción económica mundial en un alarmante 7% a largo plazo. Este porcentaje equivale a aproximadamente 7.4 billones de dólares en términos actuales, una cifra que se asemeja al tamaño combinado de las economías de Francia y Alemania, y es tres veces la producción anual de toda el África subsahariana.
Ante este sombrío panorama, se vuelve imperativo un esfuerzo conjunto de cooperación a nivel global. Las instituciones internacionales, desempeñando un papel vital, pueden reunirse a las naciones para abordar los desafíos que amenazan la economía mundial.
En un reciente ensayo para la revista Foreign Affairs, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, destaca el papel crucial que estas instituciones pueden desempeñar en la búsqueda de soluciones a problemas económicos globales.
No obstante, las señales actuales indican que la cooperación está en riesgo de fracasar. Datos recientes revelan que las nuevas barreras comerciales introducidas anualmente se han casi triplicado desde 2019, alcanzando cerca de 3,000 en el año pasado. Este aumento en el proteccionismo comercial amenaza con socavar los beneficios de una economía globalizada y plantea preguntas urgentes sobre el futuro de la cooperación económica.
Además de las barreras comerciales, otras formas de fragmentación, como el desacoplamiento tecnológico, la interrupción de los flujos de capital y las restricciones a la migración, también están en aumento. En un contexto donde los flujos globales de bienes y capitales se han estabilizado desde la crisis financiera global, las investigaciones del FMI sugieren que los alineamientos geopolíticos ejercen una influencia cada vez mayor tanto en la inversión extranjera directa como en los flujos de cartera.
En respuesta a esta amenaza creciente, el FMI hace hincapié en la necesidad de que la comunidad internacional, respaldada por instituciones globales como la suya, busque avances específicos donde existan puntos en común y mantenga la colaboración en áreas donde la inacción tendría consecuencias devastadoras.
"Los formuladores de políticas deben centrarse en las cuestiones que más importan no solo para la riqueza de las naciones, sino también para el bienestar económico de la gente común y corriente", señaló Kristalina Georgieva.