Digitalización, ¿clave para inclusión financiera?
La digitalización financiera no se limita solo a la comodidad de realizar transacciones en línea; va mucho más allá
Finanzas
La digitalización ha dejado una huella indeleble en todas las esferas de la sociedad, y el sector financiero no es la excepción, pues no es sorprendente que también haya remodelado la manera en que manejamos nuestras finanzas. Desde aplicaciones móviles hasta plataformas en línea, la digitalización financiera ha traído consigo una ola de cambios significativos que han impactado a consumidores, instituciones y expertos por igual.
Javier de la Madrid, Chief Digital Officer en GBM, enfatizó que la adopción de tecnologías digitales han democratizado el acceso a las inversiones; sin embargo, la verdadera vía hacia la libertad financiera radica en reconocer la importancia de establecer y perseguir objetivos económicos claros.
La digitalización financiera no se limita solo a la comodidad de realizar transacciones en línea; va mucho más allá. La posibilidad de acceder a cuentas bancarias, gestionar inversiones y realizar pagos desde la palma de la mano ha empoderado a los consumidores y les ha otorgado un mayor control sobre sus asuntos financieros.
Al respecto, Stephanie Stoopen, VP de Operaciones de GBM, destacó cómo herramientas como bots y servicios de Concierge han simplificado el proceso de inversión y han contribuido a que más personas reconozcan que invertir no debe ser un desafío.
"A través del análisis de datos y tendencias, nos enfocamos en ser más eficientes para aquellos que buscan invertir de manera fácil y segura", explicó.
La velocidad y la facilidad con la que se pueden llevar a cabo estas operaciones han transformado por completo la relación tradicional entre los clientes y las instituciones financieras.
Además de la plataforma digital, los expertos de GBM subrayaron la importancia de la asesoría financiera y cómo esta ayuda a visibilizar la necesidad de un horizonte de inversión a largo plazo. Juan Carlos Herrera, Chief of Advisory and Investment Solutions de GBM, detalló que metas como el retiro o la adquisición de bienes raíces requieren un portafolio de inversión estructurado para el largo plazo (mínimo 10 años) para experimentar los beneficios del interés compuesto.
En este contexto, el papel del asesor financiero es fundamental para transformar la percepción de la población respecto a las inversiones. Más que un gurú, el asesor se convierte en una guía que ayuda a definir metas y gestionar las emociones relacionadas con la inversión.
"Un asesor financiero ayuda a invertir con propósito. Su valor agregado radica en el factor emocional que ofrece para mantener motivadas y enfocadas a las personas. El asesor comprende las necesidades de cada cliente y sabe cómo estructurar un portafolio para aumentar su patrimonio", resalta Juan Carlos Herrera.
Andrés Maza Casas, Chief Investment Officer de GBM, hizo énfasis en la importancia de crear conciencia sobre la relevancia de ir más allá del ahorro a corto plazo y destacó que en horizontes de inversión a largo plazo, la clave siempre será diversificar.