Licenciada no se enferme ni gaste

Mexicanas somos más pobres y tenemos menos apoyos gubernamentales, la pobreza se ha feminizado

Aunque el título lanza una advertencia para las mujeres profesionistas, lo que van a leer nos importa a todas las personas independientemente de su nivel de estudios o sexo. Pero si eres mexicana, sin importar tu edad o profesión, los datos que expongo y las conclusiones que nos comparte la jurista en derecho Patricia Olamendi Torres son desalentadores. 

El contexto es que hace poco el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, CONEVAL, presentó sus resultados de la medición multidimensional de la pobreza hasta el año 2022 en el país. El CONEVAL es un referente para el diseño de políticas públicas nacionales y estatales. Así que su medición de la pobreza en México es esperada e importante. Su fuente de datos es el INEGI, con los resultados de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares 2022. 

La primera reacción que me provocó leer el informe y sus notas técnicas fue de sorpresa. ¿Dónde estamos las mujeres?, solamente utilizaron tres veces la palabra “mujeres” en gráficas poblacionales y lo que se lee es el término “personas” como si no existiera la desigualdad entre los sexos. Específicamente, su documento de Análisis sobre la Medición Multidimensional de la Pobreza 2022 usa 82 veces la palabra “personas” y cero veces las palabras “hombres” y “mujeres”.

Abogadas, ¿hay los mismos socios que socias en sus despachos? Contadoras, ¿tuvieron en sus vidas la disyuntiva de crecer profesionalmente o conservar su matrimonio? ¿Si una de ustedes comienza a formar familia mantiene su posición competitiva respecto a un compañero de oficina que también decida que su esposa se embarace?

Antes de que se aceleren los progresistas, no escribo contra el lenguaje incluyente ni contra la diversidad. Voy contra la ignorancia que implica obviar las existentes diferencias que una mujer y un hombre tienen en México a lo largo de sus vidas. Techos de cristal enormes que merecen ser etiquetados, medidos y para los que hay que implementar políticas públicas específicas.

Pero tal parece que el llamado “efecto manada” o el miedo a ser excluidos de la tendencia social (el llamado FOMO, Fear of Missing Out) alcanzó al CONEVAL, que ahora trata de seguir en su estilo de redacción a otras instituciones públicas que utilizan el lenguaje incluyente como una herramienta indispensable para cumplir con sus objetivos fundacionales. Pero en reportes de medición de pobreza utilizar un lenguaje neutro invisibiliza la desigualdad para las niñas y mujeres, llevando conclusiones maniqueas a los responsables de la ejecución de las políticas públicas.

La teoría “Queer” no tiene cabida si por ello se omite la distinción entre hombres y mujeres, por sexo, en estadísticas de población. Aquí tres razones inmediatas:

  1. Desigualdad de género en la sociedad: brechas salariales, acceso a educación, participación política, distribución del trabajo no remunerado y violencia de género. 

  1. Diseño de políticas públicas: Programas de gobierno para madres jefas de familia, desayunos escolares, campañas para mejorar la nutrición de la niñez. 

  1. Asignación de recursos públicos: un ejemplo es el sector salud, donde es importante etiquetar recursos para enfermedades de alta mortalidad y exclusivas de las mujeres como el cáncer de mama o el cérvico uterino. 

2a PARTE DE LA ENTREVISTA CON LA DRA. PATRICIA OLAMENDI TORRES

Abogada reconocida y activista de voluntad férrea, conversar con la doctora Olamendi sobre el empobrecimiento de las mujeres y el horizonte que se vislumbra con estas tendencias de gobernanza pública es una parada obligada en la construcción de un diálogo de reflexión. 

Y lo primero que recordó fue el esfuerzo de décadas argumentando sobre lo importante de hacer informes y estadísticas dónde se distingan a las mujeres y a las niñas, porque en México no es lo mismo ser niña que niño respecto a las tareas en la familia ni el acceso a la educación o a la salud. Tampoco es lo mismo ser mujer que hombre respecto a salarios u oportunidades laborales. México es un país muy desigual. 

Vemos que para cuidar el lenguaje incluyente se dice de nuevo “las personas” y estamos como antes de tener estadísticas oficiales de género; en aquella época preguntabas, por ejemplo: ¿Quiénes no están asistiendo a la escuela? 800 mil niños, era la respuesta. Pero al preguntar el detalle de ese dato resultaba que eran 650 mil niñas las que no asistían a clases, refirió la Dra. Olamendi Torres.

“Otra vez estamos con esa miopía para definir porque es importante medir en datos a los hombres y a las mujeres, en cualquier edad, y con independencia de las teorías queer”, afirmó.

Al preguntar a la jurista sobre cuál es la vía para corregir este desacierto por parte del CONEVAL, sugirió que se les envíe una carta mencionando que a las mujeres nos llama la atención su informe porque es indispensable evidenciar las brechas de género. ¿Qué mujeres podrían redactar una carta en esos términos? En principio, aquellas organizadas en academia, asociaciones y legisladoras. 

Las brechas de género están consideradas como uno de los Indicadores del Desarrollo Humano, precisó Patricia Olamendi, y al no disponer de los elementos y no dar las cifras claras respecto a cuántas mujeres o cuántas niñas, no será posible conocer la situación real en que se encuentran. 

Se han eliminado casi todos los programas destinados para las mujeres, desde el Anexo 13 hasta la Ley de Planeación y la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, todo había sido un trabajo cuidadoso que incluso te obligaba a tener indicadores de resultado por cada programa. Pero todo esto desapareció en este sexenio, en el que ni siquiera tenemos un Plan Nacional de Desarrollo, puntualizó. 

Como referencia, el Anexo 13 era un documento que permitía identificar los recursos federales que se destinaban a las políticas públicas de prevención, atención y erradicación de violencia y discriminación por razones de género. 

Otro problema que tenemos vendrá del ámbito internacional cuando se publiquen los resultados de los Índices de Desarrollo Humano que elabora el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. En ellos se van a ver las mermas para las mujeres, ya que estos índices se realizan con perspectiva de género para identificar dónde están las brechas que significan desventajas de vida por ser mujer en un país como México. 

Como activista Patricia Olamendi es una de las fundadoras del colectivo “Todas México, Fuerza Política Feminista por los Derechos Humanos de Todas las Mujeres y Niñas”, una organización que organizó este año distintos foros temáticos regionales para construir una agenda de políticas públicas bajo el nombre “El México que Queremos las Mujeres”.  

“En la experiencia que tuvimos con los foros regionales de Todas México, vimos reflejado lo que estamos conversando, simplemente mira el indicador de brecha de género en el acceso a la justicia, los delitos cometidos contra mujeres como feminicidio y violación tienen 98% de impunidad, otros tiene 92%, pero la diferencia significa una brecha que perjudica a las mujeres. No se están investigando los delitos de violación y cada vez se denuncian menos”, dijo. 

En el foro sobre pobreza se realizó en Chiapas, agregó, se presentaron datos demoledores sobre el crecimiento de la jefatura femenina en hogares con pobreza extrema. Vimos que el problema es que hay mujeres con dos o tres criaturas que un día comen y otros dos no tienen con qué alimentarlos. Entendiendo que su comida es tan simple como unos frijolitos y una tortilla, en el mejor de los casos. 

“Desapareció el Seguro Popular que tenía ya una cobertura de más de 50 millones de personas, esa institución cubría comunidades rurales y al desaparecer esas comunidades se quedan sin la posibilidad de acceso a la salud pública. ¿Y qué lo está supliendo? pues el Doctor Simi”, apuntó.

La gente va a la farmacia del Doctor Simi, pero solamente se quedan con la consulta porque ya no tienen dinero para pagar la medicina, además tenemos hospitales y clínicas en zonas de pobreza ahora vacíos porque no hay doctores ni medicamentos.

“Me preguntaban mi opinión sobre el Programa Nacional para la Igualdad entre Hombres y Mujeres 2020 - 2024, PROIGUALDAD, y mi respuesta fue cuestionar ¿de qué programa hablan? No hay Plan Nacional de Desarrollo y menos un programa de igualdad, lo único que vimos es que lo que era el Instituto de las Mujeres se ha convertido en una oficina de trámite. No tiene ninguna relevancia ni incidencia. No tiene presupuesto y tampoco se relaciona con las organizaciones de la sociedad civil.” destacó Patricia Olamendi. 

La infraestructura que se tenía con el PAIMEF, fue la manera cómo se sostuvieron económicamente los centros de apoyo a mujeres víctimas de violencia en los municipios o La Casa de la Mujer y demás, apuntó Olamendi Torres. “Eso ya no existe, han desaparecido porque los municipios, sobre todo los más pobres argumentan que tienen otras necesidades en qué gastar y antes se les daba ese recurso y para eso se creó el Programa de Apoyo a Instancias de Mujeres en Entidades Federativas, PAIMEF, para que los municipios tuvieran el recurso para que funcionaran estos centros de apoyo”.

Para las mujeres el retroceso de este periodo significa volver a la década de los años 70, criticó. La eliminación de programas especiales y de programas específicos en materia de salud nos deja vulnerables. Consideremos, ¿cómo una mujer pobre puede pagar la atención para un cáncer de mama? ¿o cérvico uterino? o el tema de mortalidad materna que es producto de esas condiciones en las que se viven. 

“Los embarazos de niñas y adolescentes siguen siendo altísimos en México, en este sexenio estamos en mil embarazos de niñas de entre 10 y 17 años diarios, cuando en años anteriores se registraban 200 embarazos diarios”, afirmó. No hay el apoyo para prevenir mortalidad materna, ni para el cáncer cérvico uterino o de mama. Ya no están disponibles las vacunas contra el Papiloma humano para evitar que las niñas se contagien. 

Con todos estos datos ya se atenta contra los años de esperanza de vida que habíamos ganado como sector de la población. La afectación es muy grande en salud, nutrición, acceso médico, educación y demás. El impacto es fuerte.

“Por eso insisto en que nos regresaron al escenario que se vivía en los años 70, cuando no se consideraba nada. Así estamos, sin recursos ni para anticonceptivos. Padecimientos pequeños sin acceso a la salud preventiva o de atención inmediata vuelven ese padecimiento cada vez mayor y después una muerte”, detalló.

Hay quienes dicen que se tienen los beneficios de las becas para los niños de primaria, agregó Olamendi Torres, pero hay más niños que han dejado de asistir a su escuela, niñas sobre todo. Por eso anteriormente la beca era para las niñas porque son el grupo poblacional con mayor deserción escolar. Y quienes diseñan las políticas públicas tienen que saber por qué una niña abandona la escuela, el objetivo para un gobierno responsable es que las niñas y los niños concluyan su escolaridad. Ahora no hay nada.

“Cuando no se cuenta con un Plan Nacional de Desarrollo, que especifique metas y programas e indicadores, el presupuesto se vuelve la caja chica de un Presidente que decide a voluntad cómo se utilizan los recursos”, observó la abogada y activista. Por eso en el tema de mujeres, estamos en las peores condiciones de la historia moderna. En este contexto, una institución como el INMUJERES pierde su sentido, solamente tiene presupuesto para pagar nóminas. Pero no tiene ningún impacto.

“La visibilización de las brechas de género pone en evidencias las desigualdades entre hombres y mujeres, pedir mediciones con estos parámetros no es ir contra ninguna minoría ni tener una actitud anti trans. Si en las estadísticas de delitos comienzan a utilizar el término “personas” para no ofender al clasificar en hombres y mujeres se va a causar un grave sesgo en el acceso a la justicia de ambos sexos”, concluyó.

CONSEJOS FINALES PARA LAS FINANZAS PERSONALES

El artículo destaca el contexto gris de las mujeres, sobre todo de aquellas en situación de pobreza, pero recordemos el refrán: “Si ves las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”. Como nación lo que afecta a un sector de la población repercute en todos e incluso, provoca tensiones sociales. Y el informe del CONEVAL nos dejó muy en claro que:

  • el mayor gasto que las personas (ahora sí aplica) realizan es en alimentos.

  • la segunda causa de empobrecimiento es el elevado costo de enfermarse.

Así que van 10 consejos prácticos y consensuados con varios especialistas:

1.- Lista todos tus gastos mensuales, hasta los chicles para el aliento. Y luego revisa cada artículo comprado o servicio pagado para depurar y comenzar a eliminar aquello de lo que es posible prescindir. 

2.- La salud en el TOP de prioridades. Sin caer en hipocondrías, ten un seguro de gastos médicos mayores. ¡Si te lo paga la empresa donde trabajas, bien! pero si lo estás pagando tú, revisa las condiciones y busca un modelo adecuado, por ejemplo, hay brokers que recomiendan un modelo de seguro más económico al contratar pero que en caso de hospitalización permite moverte a un modelo de servicios hospitalarios más elevado, previo pago. Así solamente gastas más si hay una contingencia. Y el cuidado a tu salud, llevar una vida sana ya no es opción, es una decisión inteligente para tus finanzas.

3.- La compra de la despensa. No vayas con hambre al supermercado, está demostrado que cuando tienes hambre compras más comida y más chatarra. Si en el refrigerador hay verduras que se echan a perder, compra menos. Busca ofertas y compra verduras y frutas de temporada. No te pase cómo a mí, que me perdía por las uvas hasta que un día pagué 250 pesos por menos de dos kilos. 

4.- Cocinar en casa. No sufran quienes queman el agua, no se trata de hornear empanadas. A veces es suficiente con tener las verduras que se pueden comer crudas, limpias y partidas. Hacerte un emparedado, ensalada. Buscar un tutorial sencillo de seguir para hacerte de comer. Para mí cocinar es muy emocional, lo disfruto cuando estoy contenta y quiero dar cucharadas de felicidad. Pero en este contexto de cuidar las finanzas, cocinar debe ser una expresión de amor a uno mismo.

5.- Ten un guardadito para emergencias médicas. Y no dejes de hacerte las revisiones anuales obligadas, si eres mujer con tu ginecólogo, si eres hombre revisa tu antígeno prostático. Saber que estás sano aplaca los fantasmas del miedo a enfermarse.

6.- Ten un guardadito para imprevistos random. Por el azar o la Ley de Murphy. En la pandemia decidí ahorrar como nunca lo había hecho, al cabo no iba a tener invitaciones sociales ni opciones de restaurantes para ir. Y ese año el sofisticado boiler con solamente cinco años de antigüedad dejó de funcionar. Meses después la secadora de ropa se sumó al paro de electrodomésticos. Y para finalizar mi racha doméstica, la red de cobre del internet colapsó y tuve que pagar la contratación e instalación de otro servicio. Todo en un lapso de cinco meses. 

7.- Deja de comprarte ropa un año. Aunque esté barata o con descuentos y meses, ¿has probado no comprarte ropa durante 12 meses? Cambiar el orden de la ropa en los closets, vestidores y armarios hace que usemos lo que ya ni nos acordamos de que ahí estaba. 

8.- Tenles miedo a los intereses de la tarjeta de crédito. Usarla y pagarla cada mes, completita porque si estas dejando saldos para el siguiente mes los intereses van a crecer tu saldo. Datos recientes de la CONDUSEF ubican que en tarjetas clásicas el CAT más bajo lo ofrece Banorte, con 18.1% más IVA y el más alto lo ofrece Consubanco, en su producto Consutarjeta Inicial que aplica 105.9% sin IVA. Si tienes ese producto cancélalo.

9.- La alcancía está medio llena o medio vacía. Esto es como un juego, poner las monedas del final del día en una alcancía o bote de refresco hasta llenarla y luego contar la cantidad final. ¿En cuánto tiempo se llena? y sobre todo, ¿para qué se usará ese dinero? recuerda que al llegar a este punto ya revisaste tu lista de gastos.

10.- Plantea metas para tu ahorro. Metas realistas que te mantengan con motivación. Viajar, estudiar, una casa, lo importante es tener un plan, objetivos y no soltar tus sueños.