En el contexto del Día Internacional de lucha contra el Cáncer de mama, que se conmemora cada 19 de octubre, Afore SURA recopiló datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) para crear conciencia sobre la gravedad de este padecimiento en el país, y la importancia de su atención y prevención.
En ese sentido, la Administradora señaló que solo en 2021 se registraron 7,973 muertes por cáncer de mama en México, el 99.4% de los casos fueron mujeres; y según el mismo INEGI, el gasto realizado en los hogares para cubrir las necesidades de salud en dicho año ascendió a 672 mil 294 millones de pesos a nivel nacional.
Conscientes de estas cifras, Afore SURA aseguró que es importante que las familias consideren el gasto que conlleva padecer este mal, pues el gasto puede ser “catastrófico para las finanzas familiares” debido a las consultas, medicamentos, estudios de control, etc., especialmente porque “el cáncer de mama es el cáncer con mayor mortalidad entre mujeres”.
Asimismo, datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) destacaron que “debido a su complejidad, dificultad técnica y costo de atención”, el cáncer de mama es uno de los 6 padecimientos que concentran cerca de 32% del gasto total de dicho seguro y es una de las principales enfermedades crónico-degenerativas de mayor impacto financiero.
Con esto en cuenta, Afore SURA recordó que las trabajadoras con Seguridad Social pueden prevenir la afección acudiendo a su Unidad Médico Familiar para realizarse sus chequeos médicos a través del programa de detección para cáncer de mama; y también pueden aprovechar el Seguro de Enfermedades y Maternidad.
¿Quién y cada cuándo se realiza mastografía?
Aunque datos del INEGI señalan que la tasa de defunciones en 2021 fue más alta en las mujeres mayores de 60 años, hay personas más jóvenes que pueden llegar a padecerlo, por ello, la mastografía debe realizarse cada 2 años tras cumplir 40 años y anualmente a partir de los 50, e incluso desde los 35 si hay antecedentes familiares de salud relacionadas.
Otra forma de prevenir no solo malestares que pongan en riesgo la vida, sino que también requieran de inversiones que desestabilicen la salud financiera de las familias, se recomienda autoexplorarse de manera mensual a partir de los 20 años, esto para buscar abultamientos, o cambios en la forma, tamaño o superficie de la piel, así como dolor en el seno, el pezón o las axilas.
Si bien, la Afore reconoció que “es difícil hablar de enfermedades y ausencias con seres queridos”, no se debe posponer la conversación, especialmente en lo que refiere a seguridad financiera, eso implica que las trabajadoras tengan todos sus datos de identidad y contacto en orden para facilitar el retiro de recursos en caso de requerirlos.
Además, recordó que en el mercado existen más productos financieros de prevención como los seguros de gastos médicos, las tarjetas de descuentos en laboratorios y hospitales y el ahorro voluntario, pero en todos esos casos, si se cuenta con beneficiarios, es importante informarles que lo son para que sepan qué pasos seguir en caso de ausencia, por ejemplo, los beneficiarios directos de una cuenta individual tienen solo 10 años para reclamar los recursos de un familiar fallecido.
