Sobrevivir al huracán Otis: testimonios y consejos IDC

Al día siguiente de Otis era imposible localizar o hablar con alguien de Acapulco, así que hubo que esperar dos días o más para localizar a familiares y conocidos

El huracán Otis dejó una estela de destrucción enorme en el Puerto de Acapulco, en colonias de empleados y trabajadores, en la costa chica y grande de Guerrero. La magnitud del daño es tal que se calculan más de 2 años para su reconstrucción, siempre y cuando no surjan conflictos sociales. Se necesitan muchos recursos y manos para lograrlo. Por ello, el equipo editorial de IDC comenzó inmediatamente después del huracán a trabajar conforme fueron emitidos avisos, comunicados y circulares oficiales en un contenido especial: “Impacto Legal por el Huracán Otis”, para ayudar con información y consejos de expertos.

Las historias de vida son impactantes, al día siguiente de Otis era imposible localizar o hablar con alguien de Acapulco, así que hubo que esperar dos días o más para localizar a familiares y conocidos. Hace años trabajé en la sierra de Guerrero y todavía conservo la amistad de algunos colegas y compañeros de Guerrero. Así supe que en la zona serrana prácticamente no hubo daños, también que Chilpancingo estaba bien. Pero en Acapulco, Coyuca de Benítez y comunidades aledañas, esa fue otra suerte.

Además, la noche del huracán Otis, horas antes se inauguró el evento minero más grande y concurrido del año con asistentes de todo el mundo y presencia de todas las empresas y asociaciones del sector, un evento que en su edición del 2022 tuvo un aforo de más de 7 mil personas.  

Ilce Borrego Duran es minera con 12 años de experiencia y vicepresidenta de Woman in Mining México, WIM, distrito Guanajuato. Llegó a Acapulco para participar como ponente en la XXXV Convención Internacional de Minería México 2023. Para Ilce estar en Acapulco era también un viaje familiar que le emocionaba porque su bebé de 1 año y 5 meses vería a mamá trabajando. Su marido también estaba con ellos y la sede de la convención les pareció un lugar perfecto para combinar el plan familiar con el laboral. La convención fue en el Recinto Mundo Imperial, en la zona de Barra Vieja, un complejo turístico grande que tiene a muy corta distancia del hotel el auditorio de exposiciones y conferencias.  

“Volamos el martes 24 de octubre desde Monterrey con escala en la CDMX y de ahí a Acapulco, el vuelo iba retrasado. Pero nunca tuvimos un aviso de tormenta. Cuando aterrizamos estaba lloviendo muy poco. Una lluvia ligera, que se fue incrementando al atardecer”, recordó.

Ilce estuvo en la inauguración de la convención ese mismo martes 24 a las 6 de la tarde y salió a las 10 de la noche del evento para cruzar la plaza que daba acceso al hotel, la lluvia todavía era ligera. Sus compañeros, amigas y colegas continuaron en la inauguración que estaba programada hasta las 11 de la noche. Cuando llegó a su cuarto, en el sexto piso de una de las torres del hotel, su esposo e hijo la esperaban despiertos. Hora de bañar a su bebé y después llamó al Room Service para pedir en la habitación la cena para ella y su esposo, le respondieron que tardarían una hora y media. Lo que no le pareció raro, ya que había muchos huéspedes por la convención.

.
 .  (Foto: Cortesía IMSS, Gobierno de Guerrero)

LOS GRITOS VENÍAN DE TODAS PARTES

“La experiencia del huracán fue uno de los peores momentos que hemos vivido. Mi esposo me comentó que entre las 8 y 9 de la noche llevaron un souvenir de la convención minera a la habitación, además de una hoja dónde nos avisaban que venía el huracán Otis como categoría 3 y que más tarde iban a ir a retirar la mesa y las sillas que estaban en el balcón. No nos indicaron si había refugios o alguna medida de protección”, dijo todavía angustiada por la experiencia. 

Con hambre, Ilce bajó a las 11 de la noche a la cafetería del hotel y notó que la lluvia y el viento eran más fuertes. También vio que los restaurantes y la cafetería seguían atendiendo a los huéspedes que cenaban de manera normal. Cuando salió de la cafetería vio que la lluvia y el viento ya eran fuertísimos y cruzaban por la recepción del hotel. Subió en el elevador a la habitación y le dijo a su esposo que veía muy feo el clima.  

“Nosotros estábamos en el sexto piso, afortunadamente habíamos pedido al hotel una cuna para mi niño y tenía ruedas. Con la lluvia tan fuerte movimos la cuna hacia el área del vestidor, lo más lejos posible de la ventana. La habitación tenía dos camas y antes de la media noche se tronó un vidrio del balcón, entonces mi esposo me alertó de que se estaba poniendo muy feo. En la habitación tenía 4 cajas grandes con souvenirs que íbamos a repartir entre los asistentes a la convención al día siguiente. Pero con la lluvia y el viento aumentando, cerramos las persianas de la ventana que iba de piso a techo y de pared a pared, para poner las cajas detrás, además del colchón de una de las camas y la base para reforzar una barricada y evitar que la ventana se rompiera hacia nosotros”, narró Ilce. 

En segundos, después de protegernos de los vidrios de la ventana, el agua comenzó a entrar por la puerta. Luego tronaron los vidrios de los balcones en los pasillos de las habitaciones y por ahí entraron agua y viento con fuerza. 

Mi esposo se asomó por la mirilla de la puerta de la habitación y me dijo: están volando cosas, nos vamos a inundar. Entonces pusimos las toallas en la puerta para que no se metiera tanta agua y entramos al vestidor con el niño a esperar que pasara el huracán, quitamos cobijas, almohadas y el otro colchón para proteger esas puertas, continuó narrando Ilce.

“Mi esposo me dijo que nosotros éramos la última barrera entre el huracán y el bebé porque si se rompían las puertas de madera de las ventanas del balcón, habríamos quedado muy expuestos. El agua en la habitación ya nos llegaba a los tobillos e íbamos a proteger con nuestros cuerpos a nuestro hijo”. 

Nunca hubo avisos especiales, repitió, nadie esperaba un evento de esa magnitud. Mi marido y yo pasamos toda la noche sentados en el agua, deteniendo la puerta del vestidor para que no cediera al viento. Tuvimos la fortuna de que en nuestra habitación solamente se tronó el balcón, las ventanas resistieron. Pero de pronto, comenzó a escurrir agua por las paredes y seguía entrando agua por debajo de la puerta. No era la una de la mañana todavía y la luz estaba intermitente hasta que se fue por completo, tampoco había internet. 

“Lo más fuerte del huracán fue a partir de la media noche y hasta la 1 de la mañana, en esa hora el ruido era ensordecedor, tronaba todo, se escuchaban gritos de todas partes, volaban muebles y objetos. El viento rugía muy fuerte y cuando se fue la luz, el edificio se comenzó a cimbrar”, refirió con angustia.

ENTRE ESCOMBROS Y VIDRIOS ROTOS

A las 7 de la mañana el huracán ya había pasado, e Ilce decidió salir de la habitación, le preocupaban sus amigas, colegas y otros asistentes a la convención. Durante el paso del huracán tuvo la sensación de que nadie del hotel los buscó, no tocaron en su habitación ni recibieron una llamada por el teléfono del cuarto. Pero esa mañana del 25 de octubre, conversando con amistades que estaban hospedados en el mismo hotel, supo que el personal había movilizado a los huéspedes a un sótano que después se inundó, obligándolos a salir rápidamente de ahí. 

“Tal vez no llegaron hasta el sexto piso. Además, mi esposo y yo pensamos que era muy peligroso salir de la habitación. Estaban volando cosas, el viento y la lluvia feroces. Por eso decidimos no arriesgarnos con nuestro hijo pequeño en esas condiciones y nos la jugamos quedándonos en la habitación guarecidos”, compartió Ilce. 

Ese primer día luego del huracán, no había comunicación por internet ni telefónica, fija o móvil. No había agua en los baños, las cocinas y los restaurantes del hotel estaban destruidos, con vidrios rotos. El agua en la recepción, restaurantes y áreas comunes del hotel llegaba a los tobillos. Todos caminaban entre escombros y vidrios. 

“Entonces la gente del hotel, a pesar de que ellos son de ahí y con la incertidumbre de cómo estarían sus familias, nos ayudaron y prepararon alimentos. Estuvieron siempre pendientes y haciendo su trabajo, aun sabiendo que ellos tenían necesidades más graves que las de nosotros. Hubo personal y huéspedes que sin conocernos nos regalaron agua para el niño”, agradeció Ilce.

En el lobby del hotel se escuchaban historias de huéspedes que perdieron todo su equipaje o que se les había derrumbado la habitación completa. 

“A pesar de todos los daños y todo lo que vimos, el hotel donde estuvimos fue uno de los menos dañados. Mi esposo en la tarde del miércoles salió al Chedraui, porque un amigo nos dijo que estaban vendiendo víveres, llegó a formarse pero ya no vendieron nada porque había una fuga de gas, el techo estaba por colapsar y no pudo comprar nada para comer”.

Después del huracán la comida en el hotel era escasa, pero los huéspedes generosos con la joven familia les obsequiaba un plátano o un durazno para su hijo. El primer alimento para Ilce y su esposo fue un sándwich de queso que compartieron. Más tarde, un empleado del hotel que iba pasando con agua les dio varias botellas para las mamilas de leche de su hijo. Otra conferencista de la convención les regaló carne seca, un refresco. Las pilas del celular estaban agotadas y la habitación del sexto piso seguía inundada. 

Ilce consiguió un jalador y una toalla para secar el piso de la habitación y que su bebé pudiera caminar, pero esa noche del miércoles 25 de octubre durmieron en colchones mojados, sin sábanas ni cobijas. En el hotel los huéspedes se comportaron ordenadamente e hicieron filas para la comida disponible, sin desorden o altercados. A las mamás con niños pequeños les daban preferencia. 

.
 .  (Foto: Cortesía IMSS, Gobierno de Guerrero)

LOS MINEROS Y WIN EN ACCIÓN

“Todos los que estábamos en el hotel por la convención salimos gracias a las empresas mineras y a la labor de enlace de Mujeres WIN de México. Se hizo un trabajo excelente, gestión para el transporte, redes de comunicación básicas donde preguntaron por los huéspedes de cada hotel, publicaciones en la página de internet de la asociación sobre quién estaba y quién salía de Acapulco”, subrayó Ilce.

Conforme había camiones disponibles, los organizadores de la convención dieron preferencia a los mineros que iban acompañados de sus familias con niños pequeños o bebés. Así, Ilce y su familia pudieron salir de Acapulco en el primer camión disponible para transportar gente. Aunque le faltaban 3 ventanas y tenía los asientos mojados. 

“Salimos a las 9:30 de la mañana del jueves 26 de octubre. No teníamos manera de comunicarnos con nadie, pero ese día una empresa de comunicación puso una antena muy temprano para darnos la oportunidad de avisar a nuestras familias que estábamos bien. Nosotros ya no teníamos pila en los teléfonos celulares y otra persona me prestó su celular para mandarle un mensaje a mi mamá. Salimos ilesos y sentimos que fue como volver a nacer. Nuestro hijo nos dio fuerzas para pensar con la cabeza fría”, detalló. 

Solamente queremos agradecer que salimos vivos y bien, gracias a Dios, a las empresas mineras, a la asociación y a WIM. Gracias a todas las empresas y asociaciones que estuvieron ahí y enviaron transporte para sacar a todas las personas posibles de la convención. Ellos hicieron el trabajo que el gobierno no hizo, puntualizó. 

“Yo soy vicepresidenta de Women in Mining, en el distrito de Guanajuato y ya nos estamos organizando para hacer eventos y rifas con causa y mandar ayuda para la gente de Acapulco. De no ser por estas empresas que sí valoran a su gente muchas más personas nos habríamos quedado a ver cómo le hacíamos para salir después de Otis. Damos gracias a Dios de que estamos vivos y no perdimos nada. Fue muy triste ver Acapulco destruido y lamentamos mucho lo que su gente está viviendo”, finalizó Ilce.

PRIMER CONSEJO IDC: VENTAJAS FISCALES

Las personas que quieran constituir una donataria autorizada por el SAT para apoyar a la población afectada por el huracán Otis, recibirán un trato prioritario y especial cuando:  

  • Otorguen apoyo económico a los damnificados para la reconstrucción o rehabilitación de su vivienda, sin que se considere que incumplen con su objeto social autorizado y los beneficiarios no pagarán impuestos por la recepción de dichos donativos. 
  • Las personas morales autorizadas para recibir donativos deducibles podrán importar mercancías destinadas a apoyar a la población afectada de Guerrero, sin el pago de impuestos al comercio exterior y con facilidades administrativas.
  • Beneficios fiscales para los contribuyentes de la zona publicados en la versión anticipada de la Octava Resolución de Modificaciones a la Resolución Miscelánea Fiscal para 2023.

SEGUNDO CONSEJO IDC: SEGURO PARA HUÉSPEDES AFECTADOS

Muchos turistas y huéspedes de hoteles expresan que no fueron alertados del paso del huracán, no todos tuvieron la suerte de Ilce y su familia, así que para quienes tuvieron pérdidas materiales o daños personales:

  • De acuerdo con la NOM-07-TUR-2002, todos los proveedores de servicios turísticos deben contar con un seguro de responsabilidad civil que cubra al hotel y a sus usuarios ante accidentes o eventos imprevistos, de acuerdo con el número de habitaciones que tengan.
  • Hay hoteles y alojamientos que también cuentan con seguros específicos para desastres naturales. 
  • En caso de pérdida de bienes o daños personales, se recomienda contactar al hotel para que les indiquen cuál es el proceso que seguir para obtener la suma asegurada correspondiente.

TERCER CONSEJO IDC: RESERVACIONES PÉRDIDAS

Legalmente los hoteles no están obligados a devolver el dinero ni ofrecer compensaciones a los huéspedes cuando la cancelación es por una causa de fuerza mayor, como un huracán categoría 5. 

La Ley Federal de Protección al Consumidor, en sus artículos 92 Bis y 92 señalan que cuando un servicio no se presta por causas imputables al proveedor, el cliente tendrá derecho a una bonificación o compensación no menor al 20 % del precio pagado. Pero nuevamente, esto excluye las causas de fuerza mayor.

En cambio, quienes tenían una reserva con Airbnb podrán solicitar su reembolso aunque se trate de una situación de catástrofe mayor como el huracán Otis categoría 5. 

VALOR ANTE LA CATÁSTROFE

Manuel vive en Acapulco desde hace 15 años, llegó para trabajar en el sector turismo y actualmente es empleado de una prestigiosa cadena de hoteles. Acapulqueño de corazón ha vivido los huracanes Ingrid, Manuel y una tormenta que desbordó el río de La Sabana hace 10 años. Como todos en Acapulco, ahora tenían el aviso de una tormenta y en su centro de trabajo se habían preparado para recibirla. 

“El día del huracán ya había salido para mi casa, pero me llamaron y regresé al hotel, para apoyar a mi equipo. A las 11 de la noche seguía como una simple tormenta con poco viento, pero 45 minutos después salimos a revisar equipos y ya en zonas descubiertas nos percatamos que la tormenta era mayor y con vientos muy fuertes. Después de eso perdí la noción del tiempo hasta las 2:30 de la madrugada que volvió algo de calma, seguía lloviendo pero ya sin viento. Lo más dramático fue el viento que levantaba muebles, carros, rompía paredes. El remolino que se formó fue impactante. Todos bajamos a resguardarnos, huéspedes y empleados, en la zona más segura del hotel, en el sótano”, recordó Manuel.

Cuando terminó la tormenta todos se comenzamos a mover, aunque seguía oscuro la destrucción comenzaba a notarse. Sin luz ni comunicaciones. Al amanecer, cerca de las 6:20 de la mañana salieron del sótano y en los alrededores se veía la catástrofe. Cerca de las 9 o 10 de la mañana los empleados que podían irse a sus casas se retiraron caminando, no había transporte, nada. No había televisión ni noticias.

“Ese día me quedé trabajando hasta las 5 de la tarde y me fui caminando hasta mi casa, vivo hacia la zona del aeropuerto, donde todos los edificios se veían muy dañados y se oían los gritos de auxilio en los pisos de arriba. Los edificios de la costera de Las Palmas quedaron devastados. Mientras caminaba fue muy triste ver que la gente comenzaba a saquear los Oxxo, Soriana, Chedraui, llevándose cosas que no iban a necesitar como pantallas y refrigeradores. Tenían una expresión de satisfacción, pero además me preguntaba: ¿de dónde salieron? no era gente de las colonias. Robaban los que llevaban camionetas de lujo. aunque también se veían personas humildes. Los de las camionetas se metieron hasta en las tiendas departamentales”, narró.

Desde el martes 24 no se vio ningún tipo de autoridad en Acapulco y para Manuel eso propició el caos. Fue hasta el domingo que llegaron la Marina, el Ejército y la Guardia Nacional. 

Manuel vive en una unidad llamada Marina Diamante y además de trabajar en el hotel es muy activo en su parroquia, por lo que después del huracán comenzó a participar en la organización de brigadas para ubicar necesidades y personas, vivos, heridos, muertos o sin localizar. 

Hay muchos empleados que se quedaron con nada, explicó, principalmente de las colonias cercanas como:

  • El Coloso
  • La Colosio
  • La Poza
  • Plan de los Amates
  • La Bonfil
  • Puerto Márquez 
  • Renacimiento
  • La zapata
  • La Bolívar
  • La zona de las cruces
  • Otras colonias por el cerro de la costera

Casi un mes después todavía hay colonias sin luz, agua o sistemas de comunicación. La comunicación todavía es muy errática. No hay televisión por cable sino televisión abierta y solamente de 6 de la mañana a 12 de la noche. 

Ahora que ha recorrido con su brigada estas colonias, lo común es oír las narraciones dela gente sobre los objetos que volaban como misiles y rompían cristales de autos y todo a su paso. También es frecuente saber que se ubican 2 o 3 muertos por sector. 

“Tengo un compañero que perdió a sus 2 hermanos con el huracán, viviendo en distintas colonias, sus casas volaron y están desaparecidos”, lamentó.

El agua embotellada es muy valiosa en Acapulco y las potabilizadoras que llevó la Guardia Nacional han sido muy apreciadas. Manuel durante 15 días tuvo que asearse con el agua verdosa de la alberca de su unidad, agregándole cloro.  

“Los empresarios grandes de Acapulco han apoyado a sus empleados, eso lo reconozco, pero las pequeñas empresas que están destruidas no han podido apoyar porque perdieron todo”, mencionó Manuel.

Derechohabientes de Acapulco serán apoyados por Infonavit tras huracán Otis.
 Derechohabientes de Acapulco serán apoyados por Infonavit tras huracán Otis.  (Foto: Twitter @Gob_Guerrero.)

HAY MUCHAS MOSCAS 

La normalidad que conocían los acapulqueños no ha vuelto, sin escuelas en todos los niveles hasta diciembre. Sin servicios de salud y con la preocupación por los mosquitos y el dengue, están viendo que hay una plaga de moscas por todas las calles, moscas grandes y verdosas por toda la materia orgánica en putrefacción. Esto pone una alerta en la salubridad de la población. Los vectores de contaminación son amplios y puede haber brotes de enfermedades. 

“Deberíamos cuidar a los animales carroñeros porque ahora están haciendo su trabajo como parte de la cadena alimenticia y están ayudando a limpiar. Ahora debemos ser respetuosos con ellos, con los zopilotes”, pidió.

Los servicios de recolección están rezagados y la sensación de desorden es generalizada entre la gente. Para Manuel, los problemas tienen varios orígenes:

  1. La naturaleza, el cambio climático que llevó un huracán categoría 5
  2. La inacción inmediata de las autoridades
  3. La sociedad que actúo oportunistamente saqueando hasta las farmacias

Respecto al sentir de la gente después de Otis, en sus recorridos por colonias muy o poco destruidas es común encontrar personas de distintos estratos sociales que cuando hablan no soportan recordar lo que vivieron y se sueltan a llorar, mientras que otros cuando escuchan las historias sufren y lloran. Hay muchas emociones encerradas, concluyó. 

LOS 5 BÁSICOS

En un ejercicio con distintas brigadas y coordinados con otro grupo parroquial de la Ciudad de México para abastecer de lo más urgente y básico para la vida, Manuel y sus compañeros hicieron una lista de acciones y de trabajos que se van a requerir ahora:

  1. limpieza
  2. obra

Y de los enseres domésticos prioritarios que las brigadas de Manuel identificaron con vecinos de distintas colonias:

  1. Colchones 
  2. Tinacos
  3. Ventilador 
  4. Refrigerador
  5. Sábanas

CUARTO CONSEJO IDC: PÉRDIDA DE DOCUMENTOS PERSONALES

  • El INE anunció la reimpresión de la credencial para votar en Guerrero, lo que facilitará el proceso sin necesidad de presentar los documentos normalmente requeridos.
  • Las actas del Registro Civil como nacimiento, matrimonio y defunción pueden obtenerse directamente en sus oficinas. Las copias certificadas de las actas de nacimiento pueden obtenerse en línea. 
  • Las escrituras de inmuebles pérdidas requerirán de una reposición ante el notario que la emitió, si se trata de una escritura con menos de 5 años de antigüedad. Si la escritura tiene más de 5 años de antigüedad, hay que ir al Archivo General de Notarías en Chilpancingo. 
  • Cédula profesional, su duplicado se solicita en línea a la Dirección General de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública (SEP). 

QUINTO CONSEJO IDC: PÉRDIDA DE BIENES Y MERCANCÍAS

Las personas morales del Título II de la LISR que hubiesen sufrido pérdidas de sus mercancías, podrán deducir el valor de estas, siempre que se presenten denuncias ante algún órgano jurisdiccional, describan los bienes y hechos que motivaron tal pérdida; y en el caso de pérdida de bienes de activo fijo, cualquier contribuyente sin importar el régimen de tributación, podrá efectuar la deducción de la parte pendiente, y en su caso acumular las cantidades que recuperen por tales pérdidas. 

El Artículo 2455, segundo párrafo del Código Civil Federal señala que el alcance de caso fortuito, desacostumbrado y que no haya podido razonablemente preverse, como el fenómeno meteorológico Otis, sus efectos fiscales en el caso de bienes muebles, se pueden clasificar como pérdidas de mercancías (inventarios) o como deterioros o pérdidas de activos fijos.

  • Pérdida de mercancía. De acuerdo con el artículo 25, fracción V de la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR), los contribuyentes podrán efectuar la deducción de los inventarios que hubiesen perdido.  
  • Pérdida de activos. En la pérdida de bienes considerados activos fijos, por haberse utilizado en la realización de las actividades de los contribuyentes y que se demeritan por el uso y transcurso del tiempo, según los artículos 32, segundo párrafo y 37 de la LISR, en caso fortuito, será deducible en el ejercicio en que ocurra, un monto igual a la cantidad pendiente de deducir a la fecha en que se sufra tal pérdida. 
  • Recuperación de bienes. De igual forma, si se recupera alguna cantidad porque los bienes estén asegurados, deberá acumularse en los términos del artículo 18 de la LISR, y en caso de activos fijos, si se reinvierte la cantidad recuperada en la adquisición de bienes de naturaleza análoga a los que perdió, o para redimir pasivos por la adquisición de dichos bienes, únicamente acumulará la parte de la cantidad recuperada no reinvertida o no utilizada para redimir pasivos (art. 37, tercer párrafo, LISR).

Conforme transcurran las semanas el impacto de Otis se va a ir dimensionando desde distintos ángulos, por ello, la invitación a seguir la información y notas actualizadas sobre efectos legales, fiscales y corporativos de los especialistas de IDC.