Se anticipa menor avance económico para 2024
La SHCP resalta el mayor incremento del gasto programable (28.6%)
Finanzas
El Banco de México anticipó un menor ritmo de avance económico para el país, por lo que, a pesar de los posibles efectos del nearshoring, el crecimiento del PIB para 2025 será de 1.94%.
“Conforme se van conociendo los primeros resultados del presente año y los que restan del cierre del 2023, esta expectativa parece irse cumpliendo”, aseveró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
A detalle, indicó el CEESP, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) informó que durante diciembre la inversión fija bruta reportó una disminución de 0.02%, su segundo mes consecutivo a la baja.
Esto propició que respecto al mismo mes del año previo creciera 15.4%, que además de ser su menor avance en los últimos ocho meses muestra una clara tendencia a la baja después de su sorpresivo repunte a partir del cierre del 2022.
El principal impulso de este resultado proviene del aumento mensual de 4.0% y anual de 40.4% en la construcción no residencial, en donde se integra la obra pública como los proyectos insignia del gobierno. Sin embargo, conforme se vayan concluyendo estos proyectos su incidencia irá siendo cada vez menor.
Otro resultado que se publicó y que refleja el modesto avance de la actividad económica es el aumento de 0.2% durante diciembre pasado en el indicador de consumo privado, porcentaje que si bien superó la estimación oportuna del Inegi que anticipaba un nulo avance, resultó menor al aumento de 0.7% del mes previo. Esto llevó a que su comparación anual en diciembre mostrara un incremento de 5.6% Para todo el 2023, el crecimiento del consumo privado fue de 4.4%, su menor avance después del repunte postpandemia.
Finanzas públicas también en peligro
Asimismo, la Secretaría de Hacienda (SHCP) dio a conocer recientemente los resultados de las finanzas públicas durante enero, en las que se observa que los ingresos registraron un aumento de solo 0.8% anual en términos reales, lo que resalta la debilidad que ya se preveía de las fuentes de recursos públicos.
Si bien es cierto que la recaudación tributaria creció 4.8%, esto se debió principalmente al incremento de 61.1% en la recaudación por concepto del impuesto especial sobre producción y servicios (IESPS), sobre todo por el alza de 354.4% en el IESPS gasolinas y diesel.
No obstante, la recaudación por concepto de ISR se contrajo 1.2%, mientras que la de IVA lo hizo en 3.8%, lo que puede estar respondiendo al debilitamiento que la actividad económica muestra desde el último trimestre del 2023 y a una dinámica del consumo más lenta de lo que se esperaba.
Por su parte, el gasto, aun cuando resultó ligeramente menor a lo programado, tuvo un incremento de 21.3% real, esto significa que, si se hubiese cumplido la estimación oficial, el gasto habría crecido 27%.
La SHCP resaltó el mayor incremento del gasto programable (28.6%), aunque es importante señalar que su evolución refleja la mayor asignación de recursos a rubros que se asocian con actividades electorales. Destaca el incremento de 27.9% en el gasto en desarrollo, dentro del cual el gasto en salud creció 36.3%, en protección social 31.3% y en educación 28.6%.
De esta manera, en enero el balance público resultó deficitario en 159.1 mil millones de pesos (mmp), 385% por arriba del déficit del año pasado, e históricamente el más alto para el mismo mes. Un punto de preocupación es que el balance primario fue negativo en 76.9 mmp, también históricamente el más alto para el primer mes del año.
En este contexto, la percepción empresarial y del consumidor comienzan a reflejar más cautela. Para febrero el indicador de confianza del consumidor registró una disminución mensual de 0.04 puntos, mientras que los indicadores de confianza empresarial también tuvieron resultados negativos: el indicador del sector construcción bajó 2.9%, el del sector manufacturero 0.1 puntos y el del sector comercio 0.3 puntos.