La reciente irrupción tecnológica impactó una infinidad de aspectos de nuestra vida, transformando a manera en que nos comunicamos o interactuamos socialmente, hasta cómo accedemos y realizamos nuestras transacciones financieras.
Un claro ejemplo de esto último lo encontramos en el surgimiento y consolidación de los neobancos o bancos digitales, instituciones que revolucionaron al sector financiero a partir de la implementación de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial (IA), que nos permiten acceder a ellas a través de nuestros teléfonos inteligentes, sin necesidad de acudir a sucursales físicas.
Estos nuevos modelos de negocio no sólo redefinieron los estándares de calidad y eficiencia en la prestación de servicios bancarios, sino que también jugaron un papel crucial en la inclusión financiera, lo que permitió que un mayor número de personas participe en la economía formal, acceda a créditos, realice ahorros de manera segura y administre eficientemente sus recursos financieros.
Desafortunadamente, el desarrollo tecnológico también dio lugar a la aparición de cibercriminales que buscan cometer fraudes violentando los sistemas o generando mecanismos para engañar a los clientes.
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Precisamente sobre este tema: “Ciberseguridad en los bancos digitales”, tuve el privilegio de moderar un webinar organizado por Intelli-iuris, en el que participaron tres mujeres expertas en la materia: Mary Pilly Loo, Itzul Girón y Andréa Thomé, quienes aportaron sus conocimientos a partir de sus respectivas visiones: como reguladora (CNBV), como tecnóloga y como encargada del área de ciberseguridad en NUBANK, el neobanco más importante de Brasil.
Las especialistas coincidieron en la complejidad de la seguridad en las entidades financieras que anteriormente se centraban en mecanismos y barreras físicas (alarmas, bóvedas y vidrios blindados, etc.) y que hoy necesariamente requieren de la implementación de tecnologías avanzadas y sistemas robustos.
Los neobancos encontraron en los ataques y fraudes cibernéticos, el estímulo permanente para desarrollar, actualizar y fortalecer sus mecanismos de ciberseguridad, a partir de los siguientes enfoques:
Por un lado, al estar construidos desde su origen sobre plataformas tecnológicas modernas con medidas de seguridad avanzadas, cuentan con toda clase de mecanismos como los que previenen la suplantación de personas al identificar a sus clientes a partir de sus datos biométricos, o los que detectan patrones anómalos en transacciones fraudulentas, sujetándolas a verificaciones y mecanismos como la autenticación de dos factores, entre otros.
Adicionalmente, las especialistas coincidieron en un aspecto muy importante de la ciberseguridad: no basta con tener los mejores sistemas, si al final una parte de las vulneraciones se desprende de errores o descuidos de las personas.
También en este aspecto los neobancos cuentan con una ventaja pues su modelo de negocio está basado en la experiencia del usuario, ofreciendo a sus clientes sistemas amigables y ágiles, acompañados de mecanismos de seguridad transparentes y fáciles de utilizar.
Finalmente, no hay duda que la aparición y evolución de los ciberdelitos financieros constituyen nuevos y complejos retos, pero son los neobancos las entidades más preparadas para enfrentarlos y al mismo tiempo brindar los servicios financieros que la modernidad exige.