La Secretaría de Hacienda y Crédito Público hizo un cambio en las proyecciones para el cierre de este año y el pronóstico para el 2025 considera ingresos presupuestales mayores respecto a lo previsto en la LIF 2024 a pesar de que se prevén menores ingresos petroleros a causa de un precio promedio más bajo del aprobado también para 2024. Todo normal excepto porque este primer paso para la aprobación del Paquete Económico 2025 vivirá el cambio de Ejecutivo Federal. Así podemos anticiparnos a las preocupaciones e intereses del final de sexenio: programas de bienestar con incrementos, obras de infraestructura como Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas en funcionamiento pleno. Y mayor recaudación fiscal específicamente del Impuesto Sobre la Renta y del Impuesto al Valor Agregado.
La autoridad hacendaria está cumpliendo con su obligación ante la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria al hacer públicos sus Pre-Criterios Generales de Política Económica 2025. En ellos muestran una confianza que no coincide con otras opiniones de analistas académicos y financieros, quienes apuntan con incredulidad el cumplimiento de las metas de ingresos presupuestales, donde en principio, se estiman mayores ingresos tributarios por una mayor actividad económica y eficiencia recaudatoria para el próximo año.
Hacienda nos proyecta un PIB con un crecimiento menor en medio punto porcentual, quedando entre el 2 % y 3 %, aunque espera una actividad económica favorable en 2025 debido a la confianza de los consumidores y las nuevas oportunidades de inversión para las empresas. El efecto del offshoring entra en esas “nuevas oportunidades” calificadas para el sector privado, aunque el documento hacendario no lo cite. De hecho, el documento menciona que estas proyecciones reflejan una tendencia inercial que no considera efectos adicionales por tendencias globales como la relocalización de empresas.
Un factor para tener en la mira son los ingresos petroleros que disminuirán 13.5 % en términos reales para el próximo año, aunque se argumenta la posibilidad de explotación de nuevos yacimientos, se anticipa un menor precio de la Mezcla Mexicana de Exportación de petróleo, MME.
Entre los datos favorables están que la inflación caiga de 3.8 % a 3.3 % en 2025, más un tipo de cambio sin depreciación relevante ya que calculan que llegará a diciembre del próximo año a 18 pesos por dólar. Respecto a los Cetes a 28 días, esperan que baje a 7 % nominal para finales de 2025, a diferencia de los 9.5 % nominales con que calculan llegará diciembre de este año.
Los datos de la deuda pública que anticipan para 2025 tiene un nivel que califican como sostenible respecto al PIB, 50.2 %, aunque es mayor en 1.4 % a lo aprobado inicialmente para 2024.
La preocupación principal de este gobierno sigue siendo los programas de bienestar, para los que plantearon un aumento de 20 mil 606.8 millones de pesos. Solamente la pensión para adultos mayores se elevará en 17.9 millones de pesos en 2025. Y debido a que el próximo Ejecutivo Federal entrará en funciones el próximo 1° de octubre, es lógico que las tendencias de este Paquete Económico se sostendrán en el Congreso de la Unión.
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RUTA DE APROBACIÓN POLÍTICA ECONÓMICA 2025 |
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PASO 1 |
PASO 2 |
PASO 3 |
PASO 4 |
Fecha límite: 1° de abril El Ejecutivo, a través de la SCHP, envía los criterios de política económica 2025 al Congreso. |
Fecha límite: 30 de junio SHCP envía a la Cámara de Diputados la estructura programática del proyecto de Presupuesto de Egresos. |
Fecha límite: 15 de noviembre El nuevo Ejecutivo Federal envía al Congreso el paquete económico (ingresos y egresos). |
Fecha límite: 31 de diciembre Con la nueva Presidenta de la República se extienden las sesiones de discusión del paquete económico. |
Los proyectos de mayor interés en este sexenio se citan como fortalecimiento del desarrollo del sector energético nacional y la mejora de la infraestructura de conectividad, principalmente en la región sur-sureste. Estos rubros han tenido un mayor gasto público asignado para este año, por lo que al concluirse es esperable un menor déficit público para 2025.
Para 2025 el optimismo se sustenta en estos datos:
- Consolidación fiscal con un menor gasto debido al menor costo financiero asociado a un entorno internacional de menores tasas de interés y un menor gasto programable sin el gasto no recurrente previsto en 2024
- Ajuste a la baja del déficit público con un superávit primario y un nivel de los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) de 3 % del PIB
- Deuda pública estable de 50.2 % del PIB para 2024 y 2025
Indicadores económicos para seguir en 2025:
- Crecimiento del PIB entre 2 y 3 %
- Inflación 3.3 %
- Tasa de interés nominal promedio 8.1 %
- Precio del petróleo en $58.4 dólares por barril
- Tipo de cambio $17.9 pesos por dólar
Una de las tendencias a destacar en este Paquete Económico es la confianza descrita como una mayor presencia de la Inteligencia Artificial, IA, citada como un factor positivo para el aumento de la productividad de varios sectores (que no se especifican) y rentabilidad de esas empresas. Las tecnologías de información continúan siendo para el próximo año un elemento de progreso económico que beneficia transversalmente a otros sectores industriales. Con ello se anticipa que la oferta hacia los consumidores crecerá.
Para lo que resta del 2024, los sectores de mayor concentración de gasto público son la construcción no residencial, específicamente la infraestructura pública que impulsará la manufactura y el turismo.
La reconstrucción de la zona costera de Guerrero, destruida por el impacto del Huracán Otis a finales de 2023, se considera un elemento que hará crecer la construcción residencial y no residencial del estado en este año. Así para inicios de 2025 se espera un aumento de la actividad turística guerrerense.
Contrario al desinterés que se ha tenido por el medio ambiente en esta administración, los Pre-Criterios para 2025 mencionan que “en distintos sectores se observará la aceleración de nuevas tecnologías en materia ambiental” para alcanzar los objetivos mundiales de sustentabilidad hacia 2030. Y citan en particular al sector automotriz y un mayor número de vehículos eléctricos. Con lo que también sugieren que la proveeduría para esta nueva producción crecerá en demanda y beneficiará a las regiones del norte y el Bajío, tanto en 2024 como en 2025.
Subsectores para los que se prevé una desaceleración inferior a su promedio histórico:
- Esparcimiento
- Alojamiento temporal
- Preparación de bebidas
Subsectores para los que se prevé mayor crecimiento:
- Servicios financieros
- Transporte
- Correos
- Almacenamiento
Para concluir, la alerta está en posibles choques de oferta que afecten el proceso de formación de precios en 2024 y 2025, como:
- Desastres climatológicos como sequías e inundaciones extremas que afecten precios agropecuarios y de alimentos procesados.
- Conflictos geopolíticos que afecten cadenas de suministro y mercancías de origen importado.
- Conflictos geopolíticos que generen cualquier tipo de afectación al comercio exterior, como aranceles o cuotas a importación o exportación de productos.
- Caídas mayores a los precios internacionales del petróleo debido a una mayor producción y exportación de países no integrantes de la OPEP.
- Desaceleración de la economía china.
- Condiciones financieras restrictivas que se prolonguen.
- Desaceleración no esperada de la economía global.
Otros factores que consideran podrían afectar el escenario económico para 2025 incluyen todo lo que puede salir muy bien como para crecer más, principalmente una mayor integración comercial con América del Norte y que los proyectos de infraestructura de esta administración favorezcan el crecimiento de las economías locales y subsectores, entre otros.
