Economía informal, una historia sin fin

Décadas y décadas con estadísticas, diagnósticos y escenarios sobre la economía informal como un problema estructural, no solamente de México, sino regional y que afecta a la mayor parte de los países en América Latina. Adicional a la problemática tributaria o laboral, la economía informal se ha vuelto más que un medio de subsistencia y es un espacio controlado por la delincuencia organizada que ha sabido aprovecharla para incrementar sus ganancias a través del comercio de productos piratas, contrabando o fayuca, y mercancías robadas, entre otros. 

En México, la economía informal representa casi el 25 % del Producto Interno Bruto nacional y su valor de la producción bruto es de 4 billones de pesos mexicanos, de acuerdo con Statista Research Department. “Así, a pesar de un notable descenso de la pobreza durante 2022 y 2023, la nación azteca aún registra una tasa de informalidad superior al 50 % y un total de 31.8 millones de trabajadores en esta categoría. Es decir, de cada 10 empleados, aproximadamente seis tenían empleos informales”.

Entonces podríamos comenzar a dimensionar a la economía informal como una realidad fáctica, que no se podrá deconstruir ni eliminar. Es, además, una realidad para la que no se han implementado políticas públicas sociales y el tema se ha abordado principalmente desde una perspectiva recaudatoria. 

Básicamente nos referimos a la economía informal cuando mencionamos todas las actividades económicas que no están reguladas por el gobierno, en cualquiera de sus 3 niveles: municipal, estatal o federal. Y cuando en ellas no hay recaudación tributaria ni aportaciones a la seguridad social de los trabajadores.  

Las actividades económicas a las que me refiero son muy diversas e incluyen a los vendedores ambulantes, albañiles de la construcción, trabajadores domésticos y empresas micro y pequeñas que no pagan impuestos ni están regularizadas. Como sector paralelo a la economía formal, el informal, no tiene incentivos para incorporarse a la formalidad ya que las propuestas que recibe siempre son para pagar impuestos o incorporar a sus empleados en la cobertura del seguro social, lo que implica el pago de cuotas patronales. 

Y no es que en la informalidad no se pague nada, en ella hay otro tipo de “impuestos”, por ejemplo, todo el comercio en vía pública o mercados paga cuotas a sus representantes, líderes y “protectores”. Estos liderazgos de comerciantes informales negocian con autoridades, muestran su influencia política incluso al afiliarse a partidos políticos y logran posiciones en el poder legislativo. 

Así tenemos en prácticamente todas las ciudades del país, calles y avenidas donde la presencia del ambulantaje ya es permanente. Se manifiestan como una fuerza que resiste cualquier intento de cierre o reubicación, rechazan inspecciones e incluso llegan a agredir a los funcionarios sanitarios o de ordenamiento en vía pública que entran a sus dominios.

HISTÓRICA Y CULTURAL

Pero ¿cómo surgió la economía informal?, ¿desde cuándo hay registros de ella? El desempleo y el subempleo se identifican como las principales causas de las actividades informales. Entonces, el desempleo que a su vez se origina por la falta de oferta de puestos de trabajo formales, tiene también la barrera de que hay personas en edad productiva que no tienen los requisitos que la formalidad demanda, como el nivel de estudios o la experiencia. A lo que ahora hay que agregar la edad, cuando se tienen más de 50 años.

Y ante esa falta de oportunidades, hombres y mujeres optan por emprender actividades de servicios o comerciales que les generen ingresos. Pero hay otro nivel de complejidad cuando se analiza la economía informal, y es que en la formalidad conviven también trabajadores que, al terminar su jornada contractual, comienzan otra desde la informalidad.

Si tratamos de trazar una línea para determinar el período de surgimiento de la economía informal vamos a encontrarnos con que en las sociedades prehispánicas ya estaba presente esta categoría de comercio o servicios. Y continuó en el México colonial y así hasta nuestros días. Por eso debemos entender que hay factores culturales y de sobrevivencia involucrados en la economía informal mexicana. 

Estamos tan acostumbrados a su presencia, que en México los primeros registros de este fenómeno, sistemáticos y regulares comenzaron a documentarse a partir de los años 70, durante un periodo en que las migraciones del campo a las ciudades y, en particular, a la Ciudad de México fue elevada. Y es en esta década cuando el término "economía informal" se comenzó a utilizar para describir todas las actividades económicas no reguladas ni registradas oficialmente.

Años más tarde, a mediados de la década de los 80s, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) realizó estudios y encuestas para comprender mejor el impacto de la economía informal en el empleo y la economía de sus países.

Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) incluyó el registro de datos sobre la economía informal en sus censos y encuestas en las décadas de los 90s y 2000. En estos años se establecieron métodos y definiciones más precisas para medirla. Y a partir del año 2021 se aplica la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) con parámetros más específicos para medir y evaluar a la economía informal en un esfuerzo por reflejar todas sus dimensiones.

CAMINOS PARALELOS CON LO INSTITUCIONAL

En la economía informal está el reflejo de la falta de oportunidades en el sector formal, ya lo describí, pero también las barreras burocráticas y los costos tributarios que implican abrir y poner en marcha un negocio. Y a pesar de estos datos, no es posible estigmatizar y condenar a la informalidad ya que contribuye significativamente al PIB nacional. Y muchas de las personas que generan sus ingresos desde la informalidad están consumiendo también en empresas formales con lo que contribuyen a la recaudación del Impuesto al Valor Agregado.

A la importancia de su presencia en la economía nacional, hay que añadir que los principales beneficiados del empleo informal son los sectores más vulnerables, en especial las mujeres jefas de familia y que están como responsables del cuidado de adultos mayores y de niñas y niños. Así los desafíos que tiene el gobierno mexicano no solamente son por lograr una mayor recaudación fiscal, sino por brindar esquemas de protección laboral y de derechos para quienes trabajan en los sectores informales.

Para los negocios formales, la presencia de los informales es una competencia desleal sobre todo cuando se localizan muy próximos a sus domicilios. Hay un reto en el ordenamiento de la vía pública del comercio informal de mercancías y alimentos. 

Una estrategia de los gobiernos estatales para fomentar la formalización ha sido incrementar el acceso a microcréditos y programas de capacitación. Mejorar la inclusión financiera y facilitar la apertura de negocios formales pequeños. 

Entre las alternativas aplicadas y/o recomendadas para pasar la mayor parte de la actividad informal a la formalidad están:

1. Incentivos fiscales 

2. Créditos financieros para pequeñas y microempresas

3. Simplificación de trámites administrativos

4. Menores costos administrativos para dar de alta un negocio

5. Capacitación para habilidades en el trabajo

6. Programas de educación continua para trabajadores informales

7. Campañas sobre los beneficios de la formalización

8. Cobertura de seguridad social para trabajadores informales

9. Inclusión financiera para servicios bancarios y de ahorro

_{Fuente: Statista Research Department}

MÁS POBREZA EN LA INFORMALIDAD

En el empleo informal se concentra el nivel más bajo de calidad de vida de la población. Para los empleados informales, esta categoría representa una alta incertidumbre respecto a su permanencia, la desprotección laboral es la más alta y registra estas deficiencias:

• Carencia de periodo de vacaciones

• Falta de acceso a servicios médicos

• Sueldos por debajo del mínimo establecido por ley

• Ingresos laborales por debajo del costo de la canasta básica alimentaria

Algunas de las circunstancias recientes que incidieron en mayor informalidad económica:

1. Desplazamientos del campo a las ciudades por conflictos

2. Cambio climático que afecta tierras de cultivo

3. Presencia del crimen organizado en zonas rurales

4. Pandemia COVID-19 que provocó cierre de fuentes de trabajo

PERFIL DE LA INFORMALIDAD

• La tasa de informalidad femenina es mayor a la masculina

• En 2023, 20 entidades federativas registraron más de la mitad de sus empleos en la informalidad

• En 2023, los estados en la frontera con Estados Unidos tienen cifras más bajas de ocupación informal, en promedio del 40 %

• En 2023, los estados en el sur del país tienen una tasa de ocupación informal superior al 70 %

• 21.9 millones de personas entre 44 y 55 años son trabajadores informales, es decir, 38.8 % de informalidad laboral en este rango de edades

• 79.9 % de los mexicanos en la informalidad tienen entre 13 y 15 años de escolaridad, es decir, la mayoría no son analfabetas y tener una formación académica no garantiza tener un empleo formal

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, ENOE, nos muestra que en el 4° trimestre del 2023 los estados de Jalisco y Aguascalientes tenían la menor tasa de informalidad, mientras que Oaxaca y Tabasco registraron las más altas.

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