La revolución digital no solo trastocó los apartados de la comunicación, también el financiero con la aparición de productos que marcan un cambio generacional en la gestión de las finanzas personales y empresariales.
La tecnología Near Field Communication (NFC, o comunicación de campo cercano) busca revolucionar la interacción con el mundo, desde pagos sin efectivo hasta el control de dispositivos inteligentes.
Tal vez aún no estés al tanto de su implementación o aún no sepas cómo usarla, ya que su arribo ha sido paulatino, pero ya tangible en varias urbes, por ejemplo, en la Ciudad de México, los dispositivos que cuentan con tecnología “NFC” pueden hacer recargas de la tarjeta de movilidad con ayuda de aplicaciones como la “App CDMX” o “Mercadopago”.
La irrupción de esta tecnología busca evitar el uso de efectivo o tarjetas físicas para las operaciones; sin embargo, para hacer uso del “NFC” es necesario brindar permisos a apps externas de los datos bancarios del emisor y así esta tecnología puede hacer las transacciones.
La tecnología NFC permite la transmisión inalámbrica de información entre dispositivos cercanos y tiene una amplia gama de utilidades. Basada en la identificación por radiofrecuencia (RFID, por sus siglas en inglés), tuvo su origen a principios de los 2000. Los dispositivos NFC pueden comunicarse en dos modos: activo y pasivo.
En el modo activo, ambos dispositivos generan su propio campo electromagnético y se comunican por turnos. En el modo pasivo, un dispositivo genera el campo electromagnético y el otro responde utilizando la energía del campo para encenderse y enviar datos. Este principio es utilizado en diversas aplicaciones, desde etiquetas inteligentes hasta pagos sin contacto.
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Además de los pagos, la tecnología NFC se está implementando en distintos ámbitos, incluyendo:
- Control de acceso: Utilización de tarjetas o dispositivos móviles NFC para acceder a edificios, habitaciones de hotel, eventos, etc.
- Intercambio de información: Compartición rápida de información entre dispositivos, como contactos, enlaces web, fotos, videos, etc.
- Transporte público: Uso de tarjetas o móviles para pagar el transporte público.
- Etiquetas inteligentes: Etiquetas NFC incorporadas en productos para proporcionar información adicional, como características del producto y promociones.
- Autenticación y seguridad: Uso de dispositivos NFC para autenticar usuarios en sistemas de seguridad, como llaves electrónicas para vehículos o sistemas de seguridad en el hogar.
- Interacción con dispositivos IoT: Control de dispositivos del Internet de las cosas (IoT), como luces, termostatos, cámaras, etc., a través de dispositivos móviles habilitados con NFC.
Seguridad de los pagos con NFC
Los dispositivos móviles utilizan autenticación y cifrado para proteger las transacciones. La información de pago no se almacena directamente en el dispositivo, sino que se tokeniza, es decir, se utiliza un token único y temporal que no puede ser reutilizado, lo que reduce significativamente el riesgo de fraude.
ESET Latinoamérica subrayó que la corta distancia de comunicación de la tecnología NFC, generalmente de unos pocos centímetros, dificulta la interceptación de datos.
Además, muchas implementaciones de NFC requieren que el usuario autorice la comunicación tocando activamente los dispositivos, lo que reduce el riesgo de acceso no autorizado.
Los protocolos de seguridad, como ISO/IEC 14443 e ISO/IEC 18092, garantizan que los dispositivos involucrados en la comunicación sean legítimos y protegen contra ataques de intermediarios mediante el uso de autenticación de dos factores o tokens de sesión.
Riesgos potenciales y medidas de protección
A pesar de las robustas medidas de seguridad, existen algunos riesgos potenciales asociados con NFC, entre ellos:
- Malware NFC: Puede alojarse en etiquetas NFC y transferirse a dispositivos vulnerables.
- Sniffing NFC: Los atacantes pueden usar dispositivos especiales para interceptar comunicaciones NFC.
- Robo de datos: Si un dispositivo NFC se pierde o se roba, los datos almacenados en él podrían ser vulnerables.
Para mitigar estos riesgos, ESET Latinoamérica recomienda:
- Descargar aplicaciones NFC de fuentes confiables.
- Mantener el software de los dispositivos actualizado.
- Utilizar contraseñas seguras para proteger los dispositivos NFC.
- Estar atento a actividades inusuales en los dispositivos NFC.
- Evitar tocar etiquetas NFC desconocidas.
- Contar siempre con una solución de seguridad instalada y actualizada.
Los pagos con NFC son generalmente seguros y, al mantener una actitud vigilante y seguir las recomendaciones de seguridad, se puede hacer uso de estas herramientas para las finanzas personales sin contratiempos.