La rotación de personal es un fenómeno presente en todos los sectores, y sin importar su tamaño, cualquier empresa puede enfrentarse a ingresos y salidas de talento en cualquier momento, pero al hacer números, más allá de considerar gastos en contrataciones y pago de finiquitos, hay otros costos invisibles que la compañía podría registrar como pérdidas, incluso sin entender por qué.
En México, la tasa de rotación de personal se ubicó entre el 30% y 34%, esto de acuerdo con el estudio: “El estado de los Recursos Humanos 2023: El futuro de la gestión de personas en Latinoamérica” de la plataforma Factorial, que destacó que las organizaciones están preocupadas por las altas tasas de rotación, y es que el promedio es del 16.7%, guarismo que ubica al país con el índice más alto de la región.
De hecho, aunque el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reveló en su comunicado No. 341/2024 que hasta el 30 de junio de 2024 se tenían registrados 22 millones 319 mil 444 puestos de trabajo, de los cuales 86.5% eran permanentes y 13.5% eventuales, y solo en el primer semestre de 2024 se crearon 295 mil 58; se registró una disminución mensual de 29 mil 555 puestos respecto a mayo, que equivale a una tasa mensual negativa de 0.1%.
Sobre ello, hay que entender que el nivel de gravedad de la rotación de personal depende del porcentaje que registre una compañía, por ejemplo, Factorial explicó que un índice menor al 15% se considera una rotación sana, entre 15% y 30% es una pérdida considerable, y arriba del 40% es grave.
En ese sentido, el speaker internacional, maestro en Derecho y CEO de la empresa especializada en temas de formación de líderes, gestión de talento y transformación cultural, WeWow, Jorge Rosas, compartió en entrevista a IDConline que la gente tiende a pensar que invertir en áreas de recursos humanos es “caro”, pero en la práctica, es más costoso no invertir en ello.
“Es preferible invertir y que se te vayan o no invertir y que se te quede; eso definitivamente va a acarrear un montón de problemas y errores; el recurso humano o capital humano es conocido como el corazón de las empresas", dijo Rosas.
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¿Cuánto se pierde por no invertir en el talento?
Las empresas con un alto índice de rotación de personal tienen un impacto económico “brutal”, advirtió Jorge Rosas, quien mencionó, más allá del costo de la nómina y pago de finiquito, hay gastos invisibles o indirectos que se deben considerar, por ejemplo, las pérdidas por compra de uniformes, el gasto de volver a realizar anuncios y/o campañas de reclutamiento, volver a capacitar a otra persona.
El experto añadió que en la actualidad, la inversión que se aplica al área de recursos humanos es de alrededor del 1% del costo de las de las ventas totales de una compañía, y dicho recurso debe utilizarse para desarrollar y conservar talento, ¿cómo?, pagándoles “bien”, tratándolos “bien” y permitiéndoles contribuir al éxito de la organización mediante estrategias de salario emocional.
“El salario emocional tiene que ver con el reconocimiento, el apoyo, con estar presente para la gente y el cómo se corresponde al esfuerzo y las ganas que le ponen a su trabajo”, enfatizó Rosas.
Al respecto, Factorial detalló en febrero de 2024 que el 65 % de las empresas ya realiza esfuerzos para disminuir la rotación, y más de tres cuartos aplican estrategias de retención y atracción para cuidar el bienestar de los empleados, lo cual justifica los beneficios que aunque parezcan intangibles, pueden llegar a tenerse con apoyo como el salario emocional.
¿Cuánto se debe invertir en el desarrollo de capital humano?
La pregunta del millón es, ¿cuánto se debe invertir en el talento? El CEO de WeWow reconoció que aunque ahora las compañías dedican el 1% de sus ganancias al desarrollo del capital humano, para lograr un buen trabajo que propicie la retención de talento, se debe invertir al menos el 5% de las ganancias totales de una organización, esto sin considerar el costo de la nómina.
Invertir arriba del 4% en recursos humanos permite obtener beneficios como mayor productividad laboral, eficiencia e incluso incrementar las ventas, resaltó Jorge Rosas, quien agregó, en el caso por ejemplo de “la capacitación, esta no debe ser vista como un gasto, tiene que ser como una inversión que ayude a traer ingresos”.
“No hay dinero mal invertido cuando se trata de ayudar a la gente a que esté más feliz en su trabajo, a que desarrolle su liderazgo y a tener un equipo donde todos quiera lo mismo, no hay mejor inversión que esa”, concluyó Jorge Rosas.
Sin salud mental no hay productividad laboral
