Pese a la afirmación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de que las finanzas públicas presentan mejores balances fiscales en el Informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al tercer trimestre de 2024, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advirtió que aún hay bastante debilidad en las fuentes de recursos.
Detalló que si bien en el periodo enero-septiembre los ingresos totales crecieron 3.3% en términos reales, el gasto aumentó a un ritmo tres veces superior.
Por el lado de los ingresos, el mayor impulso provino de los ingresos no petroleros que aumentaron 5.0%, impulsados principalmente por el alza de 5.3% en los ingresos tributarios, toda vez que los no tributarios disminuyeron 0.7%. En el caso de los ingresos petroleros, se observó una baja de 6.1%.
En cuanto al gasto público, se registró un incremento de 9.1%, en donde resalta el aumento de 16.6% en el gasto en inversión física. No obstante, es importante tener en consideración que este avance aún refleja el gasto del último año del sexenio de López Obrador como resultado de la terminación de los proyectos insignia de su gobierno.
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Asimismo, el gasto en servicios personales y pensiones y jubilaciones, que son los rubros de mayor erogación de recursos aumentaron 7.3% y 5.1%, respectivamente.
El costo financiero aumentó 7.1%, avance inferior al del mismo periodo de los dos años previos. Sin embargo, con este resultado, en términos absolutos sumó 851 mil millones de pesos, la cifra históricamente más alta. Como porcentaje de los ingresos representó el 15.1%, su nivel más alto en los últimos 23 años.
Al tiempo recalcó que el Boletín de la SHCP indica que los “principales balances fiscales mostraron resultados favorables con respecto a lo programado. El balance presupuestario registró un menor déficit en 56 mil millones de pesos respecto a lo previsto, mientras que el déficit primario presupuestario fue menor que lo programado en 1000 millones de pesos”.
Sin embargo, el déficit presupuestal ya supera el billón de pesos, mientras que el primario fue negativo en 203 mil millones, lo que significa su primera cifra negativa para el lapso enero-septiembre en los últimos nueve años, de tal manera que el gobierno tendrá que endeudarse hasta para pagar los intereses.
Esto, explicó, propició que los niveles de endeudamiento se elevaran notoriamente. El total de requerimientos financieros del sector público, que de acuerdo con la definición oficial “miden las necesidades de financiamiento para alcanzar los objetivos de las políticas públicas, tanto de las entidades adscritas al sector público como de las entidades del sector privado y social que actúan por cuenta del gobierno” sumaron 1.3 billones de pesos, 42.6% en términos reales más que un año antes.
De esta manera, el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público, que es el concepto más amplio de deuda, sumó 16.7 billones de pesos a septiembre, 2.2 billones más que el monto reportado el mismo mes del año pasado y 6.5 billones por arriba del saldo de septiembre de 2018. Como referencia, se tiene que de septiembre del 2012 al mismo mes de 2018 el aumento fue de 4.6 billones.
“Es claro que uno de los principales retos del nuevo gobierno será fortalecer las fuentes de ingresos y eficientar la asignación de los recursos con el objetivo de estimular el crecimiento y bienestar de los hogares”, concluyó.