Durante el tercer trimestre de 2024 el Producto Interno Bruto (PIB) creció 1%, porcentaje mayor al avance de 0.2% reportado el trimestre previo y superior al pronóstico promedio de 0.8% publicado en la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, pero eso no significa que la economía se esté recuperando, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado.
En un comunicado señaló que la inversión, que es el principal motor del crecimiento se debilita cada vez más rápido. Después de haber mostrado 17 meses consecutivos crecimientos anuales de dos dígitos, tan solo en cuatro meses se ha ubicado ya en terreno negativo.
Detalló que las cifras del INEGI indican que en agosto la inversión fija bruta registró una caída anual de 0.9%, la primera desde febrero de 2021.
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Al tiempo, la inversión pública fue la que registró el mayor descenso anual (7.4%) en agosto, acumulando cuatro meses consecutivos a la baja. En principio, esto se podría relacionar con los menores flujos de inversión debido a la conclusión de los proyectos insignia del gobierno. Sin embargo, preocupa que los recursos para infraestructura no muestren un mejor comportamiento que en años anteriores.
La inversión privada igualmente muestra un rápido descenso en su ritmo de crecimiento. En agosto tuvo una caída de 1.2%, su segunda baja desde febrero del 2021.
“Esto, además de poder estar relacionado con algunos proyectos del gobierno, también puede reflejar los elevados niveles de incertidumbre como consecuencia de un entorno de aprobación de cambios constitucionales de forma unilateral, generando conflictividad en la política interna, un débil estado de derecho, inseguridad y corrupción”, apuntó.
Por otro lado, subrayó, el mercado laboral reciente el menor ritmo de crecimiento de la actividad económica y de la inversión.
Los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que publica el INEGI muestra que en septiembre la población ocupada de redujo en 276 mil personas, que además de ser su segundo mes consecutivo a la baja, en lo que va del año ya acumula cinco meses con una disminución en la ocupación.
La caída mensual de la ocupación afectó tanto al sector formal que perdió 88.2 mil personas como al informal en donde se observó una pérdida de 158.4 mil ocupados. “Estos resultados reflejan la dificultad que tienen las empresas formales como informales de ofrecer nuevas fuentes de empleo como consecuencia de una menor inversión, así como de los elevados costos laborales y pocos incentivos para integrarse al sector formal”, aseveró.
Por lo anterior concluyó que políticas de estímulo que mejoren el entorno para fortalecer la inversión, el crecimiento, el empleo y el consumo con el fin de mejorar el bienestar de las familias son indispensables en el corto plazo.