El déficit público está en un récord histórico, la inversión privada busca protegerse de la incertidumbre jurídica y se mantiene a la expectativa ante los nuevos proyectos. Si no se mantiene la disciplina fiscal el barco podría hundirse.
Y es que hay una tensión acumulada tanto en México, como en la economía global, conflictos bélicos que alteran las rutas de suministros de cadenas productivas, las elecciones del 2024 en México y Estados Unidos, la inflación creciente en México y en las principales economías del mundo, más un crecimiento moderado; son algunas de las variables que están perfilando los pronósticos económicos para el año 2025. Un año definitorio para México y su primera presidenta.
Vamos por partes, el primer atisbo de que la realidad ha cambiado en los últimos meses se aprecia cuando hablamos de las posibilidades que el Nearshoring podía representar para México: inversiones, empleo y desarrollo local. Pero la reforma judicial está desinflando esas posibilidades, e incluso el término Nearshoring ha evolucionado al “friendshoring” en referencia a la necesidad de invertir y relocalizar operaciones en países confiables y aliados de Estados Unidos. En este sentido, la reforma judicial de México solamente ha sembrado incertidumbre y pausas. Empresas que tenían avanzada la prospectiva de negocios ahora quieren llevar sus contratos a la jurisdicción de Nueva York, donde perciben más estabilidad y confiabilidad en sus criterios jurídicos.
En la economía la confianza tiene un valor alto y las cortes de Nueva York en el ámbito de los negocios tienen la reputación de imparcialidad para la resolución de conflictos comerciales internacionales. Además de ser consistentes en la aplicación de principios legales. Las reformas judiciales mexicanas, en contraste, se perciben como un elemento volátil de incertidumbre que abre la posibilidad a cambios unilaterales e interpretaciones jurídicas a conveniencia.
La duda sobre la independencia del Poder Judicial después de su reforma deja preocupaciones en los extranjeros que veían ventajas en la inversión directa en México. Y aunque no todo sea alrededor de Nueva York, los inversionistas ya tienen conversaciones para llevar sus contratos a jurisdicciones que sean independientes de presiones políticas nacionales o locales. Aunque les implique un costo mayor, la confianza vale.
Esto a contracorriente de los economistas Daron Acemoglu y Simon Johnson quienes recibieron el Premio Nobel de Economía 2024 por su investigación sobre la influencia de las instituciones en el desarrollo económico y las brechas de prosperidad entre naciones.
Básicamente, su trabajo demuestra que los países con instituciones inclusivas y un sano estado de derecho suelen prosperar más que aquellos con estructuras explotadoras y autoritarias, que tienden a concentrar la riqueza y frenar el crecimiento sostenible. Es cierto que en sus trabajos resaltan la perjudicial herencia de las instituciones coloniales como un factor que propicia la desigualdad. Pero también afirman que una visión moderna inclusiva y de respeto a la democracia y los derechos humanos ayuda a crecer económicamente con menores brechas de desigualdad.
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Endeudamiento público
El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), elaboró recientemente un análisis sobre los retos de la consolidación fiscal en el 2025, donde su investigador Ricardo Cantú señala que:
“Para este año 2024, el Congreso de la Unión aprobó un déficit público de 5.4% del PIB; una magnitud no vista desde, al menos, 1990 (SHCP 2024b). Sin embargo, en abril pasado, la SHCP todavía lo actualizó al alza a 5.9%, argumentando que bajaría a niveles del 3.0% para el próximo año, según los Pre-CGPE 2025. La razón detrás del creciente déficit, según menciona el mismo documento, fueron los «grandes proyectos de infraestructura de la presente administración», los cuales no deben representar gastos recurrentes. En este sentido, la SHCP proyectó que, para 2025, dicho desequilibrio fiscal se reduciría a la mitad en términos reales: bajar de 2.0 a 1.0 billones de pesos.”
Entre los retos que enfrentará este déficit público se destaca el cambio demográfico, esto es, más trabajadores incorporándose a la población económicamente activa (bono demográfico) sin que representen una mayor productividad. Para ejemplificar esta afirmación menciona el CIEP que “en el primer trimestre de 2024, la generación de recursos fue de 542 mil pesos por persona ocupada, un 5.4% menos que en 2005”. La productividad de los trabajadores solamente se logra con inversiones y educación.
Una sostenibilidad fiscal para el próximo año solamente puede lograrse manteniendo el objetivo de cuantificar las opciones de ingresos y gastos disponibles para una eventual consolidación fiscal, con sus implicaciones a largo plazo. Para el CIEP, la reducción del déficit se puede lograr por dos vías (o por la combinación de ambas):
- Aumentando los ingresos presupuestarios
- Reduciendo el gasto público
Los proyectos sexenales que han generado un mayor gasto público son: Tren Maya, Interurbano México-Toluca, Suburbano-AIFA y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Una vez concluidos todos estos proyectos podrían significar una reducción del déficit proporcional a la inversión de 0.5% del PIB que requirieron tan sólo en el 2024.
Mayor reducción del gasto público
Para vislumbrar cuánto puede reducirse el gasto público hay que comenzar el listado de compromisos a lo que no será posible negarse en el próximo año, como referencia, estas obligaciones representaron más del 60% del gasto total neto del PIB en 2024 y se trata de las siguientes partidas:
- costo financiero de la deuda pública
- gastos de Pemex
- gastos de CFE
- participaciones a entidades Federativas
- pensiones
Entre estas obligaciones está también el gasto en salud y educación. Reducir todavía más su presupuesto tendría efectos distributivos negativos. Las familias promedio mexicanas ya están gastando mucho de su ingreso en la educación de sus hijos y en la salud de todos, de hecho, una familia utiliza 49% de su gasto en salud según información de la Secretaría de Hacienda.
Más ingresos públicos
La recaudación impositiva tiene el objetivo de lograr mayores ingresos para el presupuesto público, la efectividad de un impuesto se mide a través de su “tasa efectiva”, así es posible medir los impuestos que recaudan más respecto a su máximo potencial de recaudación. Con esta lógica, el IESPS y el ISAN recaudan poco. Pero si no hay aumento a los impuestos al consumo, entonces la otra opción es mirar hacia las actividades informales y buscar aumentar el ISR.
El riesgo de esta estrategia impositiva es no crear condiciones de apoyo para educar y crecer ya que en la informalidad se concentran los deciles más bajos de ingresos.
La fórmula de política fiscal
Sostenibilidad fiscal en México para 2025 será, solamente con una combinación de políticas estratégicas orientadas a reducir el déficit fiscal, aumentar los ingresos gubernamentales y fomentar un crecimiento económico inclusivo.
Por esto, los especialistas están poniendo en la mesa la urgencia de discutir y presentar una reforma fiscal integral que logre:
- Aumentar la base tributaria: Gravar la informalidad.
- Simplificar el sistema impositivo: Para captar a pequeños y medianos contribuyentes.
- Revisar y actualizar el IVA y otros impuestos: Impuestos progresivos que afectan menos a las clases bajas y medias.
- Transparencia y reducción de deuda: La deuda de PEMEX es un gran peso en el presupuesto. Es urgente un plan de reducción de deuda.
- Reforma estructural al sistema de pensiones: ajustes en la edad de jubilación y contribuciones, así como alternativas para maximizar el rendimiento de los fondos.
Nos prometen presupuesto equilibrado en 2025
El diputado Alfonso Ramírez Cuéllar es un legislador que sí sabe de finanzas públicas y como vicecoordinador del Grupo Parlamentario de Moreno ha dado un par de mensajes importantes para la confianza y estabilidad de los mercados e inversionistas. Y es que aseguró, en una nota de prensa difundida por la propia Cámara de Diputados, que este próximo 2025 se va a reducir el déficit fiscal, garantizando el financiamiento a los programas de bienestar y con una importante inversión en infraestructura.
Un presupuesto 2025 equilibrado, con suficiencia presupuestal para garantizar el cumplimiento de las obligaciones con relación al gasto social. “Cumplir el compromiso de la presidenta Claudia Sheinbaum de reducir el déficit fiscal de casi 6% del Producto Interno Bruto a un 3.5%”.
Ramírez Cuéllar enfatizó que se buscarán acciones para disminuir la evasión fiscal, la exigencia del pago de impuestos a grandes contribuyentes, a fin de generar una cantidad importante de ingresos extraordinarios. Reiteró que en este Paquete Económico no se prevé incremento de impuestos.
De igual manera, resaltó que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) prevé entregar el Paquete Económico 2025 el próximo 15 de noviembre, tal como lo establecen los plazos constitucionales. Y la Cámara de Diputados los discutirá “la primera semana o la segunda semana de diciembre”.
