El impuesto actual de 10%, es decir, un peso por litro a bebidas azucaradas, reflejó una reducción en el consumo de cerca de 9.7% entre 2014 y 2015
Investigadores y representantes de organizaciones se pronunciaron por elevar el impuesto a las bebidas azucaradas, para reducir su consumo y beneficiar, principalmente, a las comunidades con menos recursos.
Ana Larrañaga Flota, educadora en diabetes e integrante de la Coalición ContraPESO, afirmó que para fortalecer la política fiscal, se requiere asegurar un ajuste del impuesto de acuerdo con la inflación, incrementar el gravamen de las bebidas azucaradas a por lo menos 20%, que serían dos pesos por litro.
Refirió que el impuesto actual de 10%, es decir, un peso por litro, a bebidas azucaradas, reflejó una reducción en el consumo de cerca de 9.7% entre 2014 y 2015, lo que beneficia a la población con menos recursos, quienes son los más vulnerables a los riesgos del consumo de este tipo de alimentos, al no contar con servicios de salud adecuados.
Cambios en las etiquetas de comida chatarra
Durante la “Mesa de trabajo para discutir los derechos de los niños en México frente al ambiente obsogénico”, realizada en la Cámara de Diputado, diversos especialistas plantearon la posibilidad de hacer más estricta la regulación de la publicidad de alimentos denominados “chatarra” e implementar un etiquetado frontal nutrimental más comprensible para la población.
Florence Theodore Lise, investigadora en ciencias médicas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), propuso reforzar la regulación de la publicidad en televisión, horarios y programas, incluso cuando esté insertada en la trama del contenido, así como en las redes sociales y páginas web. Asimismo, ampliar la edad de los menores a proteger y prohibir técnicas de marketing que influyen potencialmente sobre los niños, como el uso de personajes de caricaturas o superhéroes.
Lizbeth Tolentino Mayo, también investigadora del INSP, expuso que el etiquetado frontal que se utiliza actualmente en alimentos empaquetados, que es el GDA (Guía Diaria de Alimentación), está basado en el consumo calórico y de acuerdo a los resultados.
De acuerdo con la “Encuesta Nacional de Salud y Nutrición” más del 90% de la población no sabe cuántas calorías debe consumir al día; solo 17.5% de la población a nivel nacional lee el etiquetado nutrimental de los productos y conoce la cantidad de calorías que debe consumir.
“El etiquetado actual no contribuye a apoyar a la población para que tome elecciones más saludables porque es un esquema complejo, el cual, además de saber leer, requiere conocimientos matemáticos”, asentó.
