La evolución tecnológica obligó a todos los sectores y a la sociedad a adquirir nuevas tecnologías y herramientas digitales con el objetivo de simplificar los trámites, brindar nuevas experiencias de compra y el nuevo contacto de los consumidores con los proveedores, por lo que en diversos ámbitos esta es una inversión de mejora y eficiencia de los recursos.
Además de ahorrar por la compra de papel y tinta, permite el resguardo de los documentos en una sola base de datos o en la nube y favorece el control gubernamental respecto a la evasión fiscal.
Asimismo, de acuerdo con el SAT la nueva versión del CFDI (3.3) permite:
- validar automáticamente el RFC de los clientes y evitar errores del receptor
- simplifica la emisión de facturas y la conciliación de pagos
- permite ofrecer a los clientes facturas con mayor detalle mediante el campo de “Catálogo de Productos y Servicios”
- evita la cancelación de facturas pagadas,
- el emitir y recibir facturas, la contabilidad y las declaraciones serán más simples
- no es necesario presentar una declaración informativa, y
- se colabora en la automatización de procesos entre contribuyentes y SAT, haciendo más fácil el cruce de información entre emisores y receptores