Cuando se habla de personas morales la mayoría de los individuos suele imaginar las sociedades mercantiles encaminadas al único fin de obtener el mayor lucro posible; sin embargo, existen instituciones, cuya intención es completamente diferente.
Las organizaciones no gubernamentales (ONG) están creadas para realizar actividades sin fines de lucro; además se perciben como el resultado del esfuerzo en conjunto de un grupo de personas que tienen como objetivo difundir la aceptación del concepto “asistencia social”.
La asistencia social se define, según el DIF, como “el conjunto de acciones dirigidas a proporcionar el apoyo, la integración social y el sano desarrollo de los individuos o grupos de población vulnerable o en situación de riesgo”; de igual forma comprende acciones de promoción, previsión, prevención, protección y rehabilitación.
En materia fiscal se fomenta la colaboración a las ONG, a través de donativos deducibles para ISR; no obstante, que para el cumplimiento de sus fines necesitan recursos financieros, materiales y humanos, los cuales son escasos.
Por ello, estas entidades han optado por la autosustentabilidad, la cual les permite minimizar sus costos o maximizar los recursos disponibles.
¿Qué es la autosustentabilidad?
Una vez que una ONG es sustentable debe buscar la capacidad de convertirse en autosustentable; esto se logra cuando es capaz de llevar a cabo los ideales para los cuales se constituyó, utilizando los medios propios y buscando la mínima dependencia de los medios externos.
Por lo anterior, el emprendimiento de un proyecto de autosustentabilidad es una excelente solución para que las ONG sigan efectuando las actividades para las que se crearon, ya que este proyecto permite la minimización de sus gastos o el incremento de sus recursos.