La desaceleración económica a nivel nacional y la política de austeridad del gobierno federal provocaron que estados y municipios del país registraran su peor agosto fiscal en los últimos 24 años.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en el octavo mes del 2019, el gasto federalizado, que son los recursos que la Federación transfiere a los gobiernos subnacionales y regionales, disminuyó 11.4% a tasa anual real.
Esta variación negativa fue el peor resultado, para un mismo mes de agosto, desde 1995, cuando la caída fue de 15.2 por ciento.
Dicho descenso derivó, principalmente, a que únicamente el Ramo 33: aportaciones federales creciera (10.0% anual real). Las contracciones se dieron en el Ramo 28: participaciones (9.4%), Recursos para Protección Social en Salud (21.9%), Convenios de Descentralización (23.8%) y en el Ramo 23: Provisiones Salariales y Económicas y otros subsidios (80.6 por ciento).
En este sentido, destaca la baja en participaciones, ya que es el rubro más importante del gasto federalizado, al concentrar 49.8% del total, el cual ascendió a 144,299 millones de pesos.
De hecho, este ramo, que pertenece al gasto no programable —ejercicio libre de los recursos— depende del nivel de recaudación, que se determina por la actividad económica y petrolera. Es decir, ante un menor crecimiento económico, el dinero proveniente de las participaciones desciende.
¿Cómo se explica la caída en el gasto federalizado? En el primer semestre del año, el Producto Interno Bruto nacional aumentó 0.2% a tasa anual desestacionalizada, el nivel más bajo desde el 2009, año de las crisis económica y financiera. Este bajo dinamismo se traduce en un menor consumo interno y, por ende, la recaudación decrece.
La Recaudación Federal Participable (RFP) incide directamente en las participaciones. De los 13 fondos que componen al Ramo 28, 10 mostraron decrecimientos en agosto, destacaron: Fondo de Fiscalización (3.1%), Fondo General, Fondo de Fomento Municipal, 0.136% de la RFP (cada uno con 8.7%), IEPS a gasolinas (14.0%), IEPS (18.2%), Incentivos Económicos (38.9%) y Tenencia (40.3 por ciento).
Ramo 23
El otro factor que provocó la reducción del gasto federalizado fue la política de austeridad del gobierno federal, reflejada en el recorte al Ramo 23.
Este ramo es considerado discrecional —caja negra del presupuesto—, debido a que algunos de sus fondos carecían de reglas de operación. Sin embargo, algunos subramos eran utilizados por estados y municipios para enfrentar necesidades de liquidez. Además, se utilizaba en algunos casos para proyectos de infraestructura.
El recorte a este ramo fue por 43,467 millones de pesos en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, quedando en 112,997 millones.
Insuficiente
Para Héctor Magaña Rodríguez, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, el menor gasto federalizado es consecuencia de la moderación en la actividad económica.
“Ante crecimientos en la economía cercanos a 0%, los ingresos del gobierno se ven mermados; por ende, tiene que hacer ajustes a la baja en sus partidas de gasto. Si bien sólo las aportaciones mostraron un incremento, esto resultará insuficiente para que las entidades puedan realizar inversiones”, indicó.
“Esto se traducirá en una modificación a la baja en el presupuesto de gastos de las entidades, particularmente en los rubros de inversión en infraestructura, de tal forma que la finalización de algunas obras quedará pendiente o, en el peor de los casos, proyectos que no han iniciado tiendan a aplazarse o incluso suspenderse”, explicó.
El especialista indicó que debido al esquema de austeridad adoptado por la administración federal, “son menos los recursos que se tienen para repartir a las entidades. De esta forma, el dinero es canalizado a los estados, cuyo desempeño económico no ha sido favorable”.
Incertidumbre
Eufemia Basilio Morales, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que la disminución del gasto federalizado en agosto “se da desde inicios del presente gobierno, esto debido a los recortes y la austeridad”.
“El crecimiento de las aportaciones responde a que dentro de la austeridad son cuestiones básicas, como educación, salud, infraestructura y seguridad que deben priorizarse. El descenso de las participaciones sí va ligada a la actividad económica”, añadió.
La investigadora de la UNAM agregó que a pesar de que al Ramo 23 se le considera un rubro discrecional, “la disminución sí afectó a los estados, debido a que muchos de los recursos de este apartado se utilizaban, por ejemplo, para el desarrollo de obras”.
“El recorte podría tener un impacto significativo en los ingresos de los estados, particularmente en los más endeudados y con menores recursos propios”, aseguró.
Otro comportamiento
En el octavo mes del año, llama la atención que los únicos estados que presentaron aumentos en el gasto federalizado fueron Tabasco, Hidalgo, Nayarit y Querétaro
Basilio Morales refirió que en los territorios citados, “el aumento, de algún modo, refleja su productividad y generación de ingresos, debido a su evolución económica favorable en los últimos meses”.
Con información de El Economista.