Observaciones a la fórmula de ajuste de riesgo país

Esta fórmula pretende eliminar las diferencias entre empresas originadas en las distintas situaciones macroeconómicas de los países en los que operan

En el supuesto de evaluar una empresa (en materia de precios de transferencia) comparándola con empresas extranjeras con funciones similares, se debe contemplar las diferencias estructurales que existan entre las empresas comparables y la compañía analizada. Toda vez que existe un amplio conjunto de elementos como: el marco legal y fiscal, capital humano, recursos naturales, la ubicación geográfica, etc. que pueden incidir en la rentabilidad que logra obtener una compañía y en consecuencia, afectar la comparación que pretenden ciertos métodos de precios de transferencia.

Por ello es que IDC Asesor Fiscal, Jurídico y Laboral se acercó al maestro en economía y finanzas, José Augusto Chamorro Gómez, Economista Senior en QCG Transfer Pricing Practice, quien accedió a dar algunas observaciones sobre el ajuste de riesgo país.

Anteriormente en el trabajo “Impacto de la localización en los márgenes de utilidad: países desarrollados vs países emergentes” publicado por IDC Asesor Fiscal, Jurídico y Laboral en la edición especial de Precios de Transferencia de octubre de 2019, se analizó si era necesario realizar el ajuste de riesgo país (con una muestra de 7,065 compañías) teniendo como resultado que no se encontraba una diferencia estadísticamente significativa consistente entre los márgenes obtenidos entre países emergente y desarrollados, evidencia que indicaría que no debe realizarse el ajuste. Sin embargo, tanto la OCDE como el SAT en México han contemplado la realización de este tipo de ajuste incluso publicando fórmulas para su cálculo, no solo como recomendaciones sino como requerimientos en el caso de este último.

Por esta razón, es oportuno revisar en este artículo algunos puntos a considerar para la correcta construcción de las fórmulas de ajuste, para lo cual procederemos a repasar algunos aspectos teóricos fundamentales en este problema.

La necesidad de un ajuste por riesgo país se basa en la idea de que la diferencia de localización entre empresas implica la exposición a distintos factores de riesgo y que las diferencias del nivel general de riesgo asociado a la localización geográfica ameritarían un ajuste en los márgenes de utilidad que compensen esta diferencia para preservar la relación riesgo-rendimiento.

Sin embargo, hay que recordar que la demanda de un rendimiento esperado mayor como respuesta a un mayor riesgo implica una compensación a esa mayor incertidumbre de obtener ese propio rendimiento esperado. Por tanto, no es del todo correcto realizar un ajuste desde la perspectiva de “sumar” una utilidad adicional en función de algún spread de activos financieros que coticen del país de la empresa analizada y del país de la empresa comparable como si tuviésemos certeza de que ese rendimiento adicional se lograra, pues es de hecho, esa diferencia un signo de que existen distintos niveles de certidumbre entre el rendimiento esperado y el que finalmente se logre para cada país.

La relación teórica del riesgo-rendimiento señala que el rendimiento esperado de un activo está relacionado positivamente con el riesgo, pues los agentes preferirán definitivamente un activo con rendimiento esperado más alto que otro cuando ambos tienen el mismo nivel de riesgo y también preferirían un activo con menor riesgo que otro cuando ambos tienen el mismo rendimiento esperado. En consecuencia, solo “sobrevivirán” en el mercado activos que guarden entre sí una relación de compensación entre riesgo y rendimiento.

Las métricas más comunes para referirse al rendimiento esperado es la media, mientras que en el caso del riesgo la medida más común es la varianza que nos indica el nivel de volatilidad.

A continuación, se muestra gráficamente dos distribuciones correspondientes a activos diferentes (A y B) donde: La función de distribución el activo A tiene una media mayor a la de la función de distribución del activo B y la varianza de la distribución A también es mayor a la varianza de la distribución B, haciendo notar la relación positiva a mantener entre riesgo y rendimiento entre activos que permanecen en el mercado. 

.
 .  (Foto: IDC)

La fórmula de ajuste por riesgo país sugerida en el borrador de la “Guía práctica para afrontar las dificultades asociadas con la falta de comparables en los análisis de precios de transferencia” de la OCDE en 2017, para una compañía comparable i se tiene que: 

.
 .  (Foto: IDC)

Si bien la fórmula contempla que el ajuste se suma a la utilidad operativa, para el cálculo de márgenes es indispensable establecer donde se aplica el ajuste más específicamente, con lo cual, tomamos como supuesto que se aplica a las ventas.

Otro ejemplo lo tenemos en la fórmula de riesgo país solicitada por la autoridad fiscal mexicana (SAT).

Donde la fórmula del ajuste es:

.
 .  (Foto: IDC)

Ambas fórmulas guardan bastante similitud, siendo para el caso del análisis de una compañía mexicana con compañías comparables de países desarrollados prácticamente la misma fórmula.

Caso

Supongamos que tenemos “n” empresas comparables del país A (país desarrollado) y la empresa analizada está en México. El país A es menos riesgoso que el país B, es decir, tenemos observaciones que corresponderían a la distribución A de la gráfica y con el ajuste buscamos transformarlos a la distribución B a través de las fórmulas de ajuste vistas anteriormente.

Para el caso de costo adicionado neto tenemos para “n” comparables:

.
 .  (Foto: IDC)

Es decir, cumple con el principio de incremento del costo adicionado neto esperado al realizar el ajuste. Para el caso de la varianza tenemos lo siguiente: 

.
 .  (Foto: IDC)

Es decir, el efecto en la varianza al realizar el ajuste resulta indeterminado a diferencia de la media, que como vimos anteriormente, el ajuste la aumenta con absoluta certeza.

En conclusión, estas fórmulas de ajuste lograrían incrementar la media de la distribución (valor esperado de los márgenes) de los márgenes, pero no necesariamente el incremento de la varianza que debería tener (volatilidad de los márgenes).

Es de suma importancia, que en el marco de la hipótesis de riesgo-rendimiento trasladada concretamente a las medidas de media y varianza de las distribuciones de los márgenes de utilidad, se apliquen alternativas de ajuste que hagan cumplir los fundamentos de dichos aspectos teóricos en las distribuciones de los márgenes ajustados que finalmente repercutirán en el cambio de los rangos intercuartilicos cuando se realiza un ajuste de riesgo país.

* Nota del editor: las opiniones vertidas por los especialistas no necesariamente reflejan la ideología de la publicación