Ajustes de la OCDE para la economía digital

Se modifican los pilares uno y dos de la fiscalidad de la economía digital

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 .  (Foto: iStock)

El 12 de octubre de 2020 la OCDE presentó los informes blueprint sobre los pilares uno y dos de las propuestas sobre fiscalidad de la economía digital. Es importante mencionar que aún quedan por resolver algunas características importantes que involucran cuestiones políticas y técnicas. 

Las modificaciones sufridas a los pilares uno y dos consisten en lo siguiente: 

  • este otorgaría a los países un nuevo derecho tributario que ya no está vinculado exclusivamente a la presencia física del contribuyente en una jurisdicción. La tributación sería neta con la eliminación de la doble imposición. El blueprint reconoce que todavía hay cuestiones abiertas sobre el alcance y la cantidad de las propuestas y el grado de certeza fiscal. Es necesario seguir trabajando en cuestiones de segmentación y administración, y
  • dos (el impuesto mínimo global). Este pilar tiene por objetivo garantizar que las grandes empresas multinacionales paguen un nivel mínimo de impuestos independientemente de la ubicación de su sede o jurisdicción en que operen. El plan de acción establece el diseño existente que incluye el alcance, la base, la combinación jurisdiccional de ingresos, el diseño de la regla de inclusión de ingresos y la regla de pagos subestimados. Los temas que en los que se tiene que mejorar son la simplificación y la orientación de la administración tributaria 

Evaluación de impacto

La implementación de los pilares uno y dos incrementaría los ingresos por impuestos corporativos globales entre 50 y 80 mil millones de dólares. El efecto combinado con las disposiciones sobre ingresos intangibles bajos impuestos a nivel mundial de Estados Unidos de América sería un aumento en los ingresos del impuesto a la renta de las empresas de 60 a 80 mil millones de dólares estadounidenses. El pilar 2 generaría ganancias de ingresos para los países de bajos ingresos de hasta el 3 %. 

También se destacó que los costos de inversión para las empresas multinacionales aumentarían levemente, pero el impacto negativo sería pequeño, ya que las propuestas están dirigidas a grupos multinacionales altamente rentables. Asimismo, de implementarse un acuerdo multilateral tendría un efecto negativo de menos 1 % del PIB mundial a largo plazo, pero la certidumbre fiscal podría generar mayor inversión.

Cabe señalar que a la fecha no se ha logrado los consensos necesarios para aplicar medidas generales y que las negociaciones no culminarán hasta mediados de 2021.