Aumentan riesgos de incumplimiento fiscal

La continuidad del negocio es la prioridad. La velocidad con la que llegó la pandemia global obligó a las empresas a trasladarse rápidamente a entornos de trabajo remotos

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 .  (Foto: Adobe Stock)

La pandemia global aumenta el desafío de hacer negocios en múltiples jurisdicciones e incrementa el riesgo de incumplimiento de las leyes, regulaciones y otras especialidades nacionales aseguró Mario Rizo, socio de Salles Sainz Grant Thornton.

La crisis cambia la prioridad de los Directores de Finanzas (CFO) y los Directores Administrativos (CAO) al corto plazo. Se reducen a mantener las operaciones en marcha al habilitar y ajustar a un entorno de trabajo remoto y también gestionar cuidadosamente el flujo de efectivo.

En general, las actividades marginadas por la pandemia son amplias y tienen un peso e importancia diversa en las diferentes jurisdicciones. Incluyen presentación de Generally Accepted Accounting Principles (GAAP) locales, declaraciones de impuestos para informes legales locales, cumplimiento de impuestos sobre las ventas (IVA, GFC, etc.), administración de nóminas, presentaciones de países locales y una infinidad de declaraciones estadísticas según el territorio en el que se opere, refiere Rizo.

Normalmente, para las grandes corporaciones que operan fuera de los Estados Unidos, los informes GAAP son la principal preocupación de la función de cumplimiento, mientras que el cumplimiento global, aunque es un requisito legal esencial, es un tema secundario.

 “La continuidad del negocio es la prioridad. La velocidad con la que llegó la pandemia global obligó a las empresas a trasladarse rápidamente a entornos de trabajo remotos y el enfoque primario de las multinacionales es mantenerlos en marcha”, dijo Rizo.

“La nómina es un área particularmente grave en este momento. La velocidad con la que el gobierno implementó mecanismos complejos para respaldar los sistemas de nómina y reducir el desempleo, planteó un gran desafío para el cumplimiento. Estos programas son bastante variados en diferentes países", comentó el directivo.

El directivo reconoció que “manejar los problemas con múltiples proveedores es un dolor de cabeza, especialmente si se trata de 50 o 60 países con quizás 30 o 40 proveedores locales diferentes".

Así, “cualquier lugar en el que tenga múltiples jurisdicciones comerciales requiere una gestión de proyectos rigurosa. Para muchas empresas internacionales, la introducción de una solución de cumplimiento global puede ayudar a proporcionar soporte adicional”, explicó Rizo.

Para las empresas de rápido crecimiento que cruzan fronteras rápidamente, o aquellas que esperan una expansión internacional una vez que comience la recuperación, la necesidad de apoyo externo es más significativa, comenta el también miembro de diversos consejos de administración.

Además de las regulaciones en jurisdicciones individuales, las organizaciones enfrentan una complejidad más amplia que incluye diferentes idiomas, zonas horarias y múltiples firmas de servicios profesionales en diferentes países que respaldan la presentación de informes primarios, el impuesto corporativo y el impuesto a las ventas, mencionó. 

“Muchas empresas ingresarán a los mercados con solo un pequeño equipo de ventas y es posible que no quieran, o de hecho no tengan tiempo, para establecer un equipo de cumplimiento local totalmente operativo, ya sea para contabilidad o nómina. En estas situaciones, la externalización puede resultar una táctica útil para ayudar a las empresas internacionales a avanzar con rapidez y agilidad”, externó.