El mundo lleva un año adaptándose a los nuevos entornos laborales y los procesos de trabajo, tras el confinamiento provocado por coronavirus. Ricardo Moreno, socio líder Assurance, de PwC México, destacó que durante este tiempo el trabajo del auditor y las auditorías fueron perfeccionando su eficiencia y productividad.
Al principio, vimos la respuesta que tuvieron, tanto las empresas, como los empleados para adaptarse a los cambios, o como Moreno lo llama “reimaginar lo posible”.
“La auditoría se hacía de una manera antes de la pandemia, esto nos llevó a reinventarnos, a trabajar de manera remota, a desarrollar la habilidad de proyectos, superar el estar remotamente dispersos, nos llevó a reinventarnos para resolver cómo mantenernos conectados”, aseguró.
Como parte de su primer “Reporte de Calidad en las Auditorías”, la consultora PwC ahondó en la importancia de los datos y la transparencia en su uso para generar confianza en tiempos de incertidumbre. Algunos puntos a destacar son:
- incremento en el número de profesionales de auditoría con respecto al FY19, pasó de 1,209 a 1,286 para el FY20
- mayor tiempo de capacitación, la cual consta en promedio de 116 horas para cada auditor profesional
- el 96.7% de los estados financieros de los clientes no fueron reexpresados
Pero puso énfasis, en que aunque existe un gran avance por parte de las empresas en la digitalización de procesos, y esto permite trabajar de manera remota, ningún proceso sustituirá al “elemento humano”.
Por lo que recomienda que se tengan en cuenta los siguientes puntos para una correcta auditoría:
- controles internos, para garantizar la integridad
- la calidad de la auditoría, pues se revisa la información que proporcionan las empresas, y mientras estas tengan procesos adecuados, se obtendrán resultados óptimos
- protocolos de supervisión información, todo esto construirá a la calidad de la auditorias, no es una labora única y exclusiva de la empresa, es una labor conjunta
No sólo eso, Moreno apunto que aunque ya se pasaron, y resolvieron los primeros retos, como el de la adaptación a esta nueva normalidad, aún hay otros en el camino.
"El reto será cuándo regresamos a nuestras oficinas y cómo regresaremos: ¿cómo vamos a regresar? Habrá un esquema flexible, horas compartidas, espacio físico y que las personas estén dispersas"
Y advierte, "no vamos a regresar a lo que era antes".
Por lo que es de suma importancia, para los auditores, la calidad, pues ha sido el tema primordial, tener una mejor comunicación, así como transparencia, y una preparación técnica constante de ambas partes, para garantizar una auditoría satisfactoria.
Aseguró que hoy sabemos que sí es posible, que existe una gran capacidad de adaptación y que incluso las empresas y colaboradores se pueden mantener más conectados, pese al escenario adverso.