La actual crisis hace urgente reformas fiscales que garanticen que la población con mayores ingresos pague más impuestos, en beneficio de la población con menores recursos, para con ello mitigar las afectaciones por la Covid-19, aseveró el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
En el informe "La vacuna contra la desigualdad", realizado en colaboración con Fundar, Centro de Análisis e Investigación, y Oxfam México, detalló que México tiene una recaudación por concepto de impuestos a la propiedad equivalente a solo 0.33% de su PIB, y que el 10% más rico del país acumula 28% del valor de las propiedades inmuebles (casas, departamentos, edificios y locales).
"Si todas las autoridades locales cobraran el predial con tarifas progresivas, valores catastrales que coincidan con los del mercado, y sin beneficios para las propiedades de mayor valor, podrían recaudarse hasta 378,000 millones de pesos cada año cada año (1.5% del PIB); esto sería siete veces más de lo que se recauda actualmente (57 mmdp)", destacó el estudio.
Otra alternativa para aumentar los recursos es implementar un impuesto a la riqueza neta, que considere el patrimonio total de las personas; esto incluye cuentas bancarias, bonos, acciones, fondos de inversión, pólizas de seguro de vida, embarcaciones, aeronaves, joyas, obras de arte y antigüedades, así como derechos de propiedad intelectual o industrial. Si se gravara por esta vía a la la población con riqueza superior a 10,746 millones de pesos, se pueden recaudar hasta 99,000 mdp, equivalentes a 0.4% del PIB.