El comercio internacional ha evolucionado a pasos agigantados, hoy en día las transacciones internacionales son más comunes que en la década pasada. Ante tal situación existió la necesidad de crear organizaciones de países que cooperan entre sí para resolver problemas económicos internacionales.
Una de las organizaciones con mayor renombre es la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y uno de los planes puestos en marcha es el proyecto BEPS, que busca desmantelar la evasión fiscal internacional a través de la erosión de la base gravable.
Dicho organismo no es el único que puede realizar acuerdos para la cooperación económica. El caso más reciente de ello es el impuesto mínimo global impulsado por la administración de Joe Biden, presidente de Estados Unidos de América.
El impuesto mínimo global establece un piso parejo para las grandes compañías multinacionales que buscan tasas de impuestos menores en diversas naciones. Así las cosas, mediante la firma de acuerdos varias naciones se comprometen a poner un límite para evitar cobros impositivos demasiado bajos.
Al principio Estados Unidos proponía la tasa de impuesto mínimo global del 21 %, sin embargo, a través de varias negociaciones y acuerdos con 130 países la tasa aprobada es del 15 %.
México, es uno de los 130 países que apoyan el impuesto mínimo global, prueba de ello es el Tweet del Subsecretario de Hacienda y Crédito Público de México Gabriel Yorio González:
De esta forma se espera que en octubre de este año se finalice el trabajo técnico restante sobre el enfoque de los dos pilares, así como un plan para su aplicación efectiva en 2023.
