En la determinación del ISR se muestra de manera clara el principio de proporcionalidad tributaria consagrado en el artículo 31 fracción IV de la constitución federal. Dicho principio consiste en que cada contribuyente debe pagar el impuesto de acuerdo con su capacidad contributiva.
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Así, a grandes rasgos al calcularse la base gravable para el ISR (ingresos menos deducciones autorizada) se asegura que el impuesto determinado sea sobre una verdadera modificación positiva al haber patrimonial, siendo importante que las deducciones autorizadas cumplan con el requisito de indispensabilidad para la obtención de ingresos.
Este esquema es utilizado por todas las personas morales y por algunas físicas (sin generalizar porque depende del régimen el poder o no utilizar deducciones autorizadas).
Las deducciones autorizadas también son conocidas como deducciones estructurales, identificadas como figuras sustractivas o minorativas que tienen como funciones, entre otras, subjetivizar el gravamen, adecuándolo a las circunstancias personales del contribuyente; frenar o corregir los excesos de progresividad; coadyuvar a la discriminación cualitativa de rentas; o bien, rectificar situaciones peculiares derivadas de transferencias de recursos que son un signo de capacidad contributiva.
Adicional a las deducciones autorizadas, las personas físicas al momento de presentar la declaración tienen la facilidad de aplicar deducciones personales (salvo los contribuyentes del RESICO-PF que no pueden aplicar deducciones), esto sin duda es un beneficio al momento de determinar el ISR a cargo.
Este tipo de gastos escapan del esquema tradicional de las deducciones en las cuales se debe cumplir el requisito de la estricta indispensabilidad. Estas también son conocidas como deducciones no estructurales o "beneficios", que son figuras sustractivas que también auxilian en la configuración de las modalidades de la base imponible del ISR que tienen como objetivo conferir o generar posiciones preferenciales, o bien, pretender obtener alguna finalidad específica, ya sea propia de la política fiscal del Estado o de carácter extrafiscal.
También son denominados como "gastos fiscales", ya que son originados por la disminución o reducción de tributos, traduciéndose en la no obtención de un ingreso público como consecuencia de la concesión de beneficios fiscales orientados al logro de la política económica o social.
Resulta transcendental conocer esta diferencia al momento del cálculo del ISR anual de personas físicas, dado que se registran en apartados diferentes. Por un lado, las deducciones autorizadas se llenan en un apartado dentro de la pestaña de los ingresos de cada actividad y las deducciones personales se aplican otro apartado independiente (no ligado a los ingresos de cierto régimen).
Otra característica fundamental es que las deducciones autorizadas no suelen tener una limitante (salvo casos especiales como el de los pagos a trabajadores que sean ingresos exentos para los mismos) y las deducciones personales tiene la limitante de la cantidad que resulte menor entre cinco veces el valor anual de la UMA, o del 15 % del total de los ingresos del contribuyente.
