Impuestos ambientales, ¿para qué?

La efectividad de estos tributos tiene que ver con la política gubernamental

Los denominados impuestos verdes son instrumentos que permiten trasladar los costos ambientales negativos de la producción o el uso de bienes. Al incorporar a los costos, bajo el principio de pago por el contaminante, se quiere incentivar tanto a consumidores como a productores a que cambien su comportamiento y que busquen el uso de recursos más ecoeficientes y estimular la innovación. Aunque en muchos de los casos al no tener el Estado una política ambiental dirigida a largo plazo se convierte en instrumento para incrementar la recaudación.

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Conforme la doctrina los impuestos ambientales se clasifican tres grandes rubros de acuerdo con sus objetivos:

  • impuestos de cobertura de costos. Se crean para cubrir los costos de los servicios ambientales y las medidas de control de la contaminación. En diversas legislaciones locales de las entidades federativas existen pagos de derechos más altos por descargas fluviales
  • incentivos fiscales. Se crean para cambiar el comportamiento de los productores y/o consumidores; por ejemplo, el IESPS a gasolinas
  • impuestos ambientales con finalidad fiscal. Su función es incrementar la recaudación

En la práctica puede observarse en las diversas legislaciones fiscales una mezcla de estas tres funciones. 

Los impuestos verdes no son fáciles de  evaluar y mucho menos medir su repercusión ambiental. A la fecha se ha comprobado que los incentivos son más eficaces desde el punto de vista ambiental, siempre que el impuesto sea suficientemente elevado para estimular las medidas de control de contaminación.

El principal obstáculo que encuentran los impuestos ambientales son las políticas estatales; por ejemplo: la repercusión que su imposición genera en la competitividad, y a menudo en el empleo; que su implementación impacte en los ingresos y que en algunos casos los incentivos tengan efectos negativos para el medio ambiente.

En fin, ante el cambio climático y sus efectos negativos es vital buscar alternativas para obligar a las empresas y general a la población atender el cuidado del ambiente.