La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) dio a conocer su informe anual Estudio Económico de América Latina y el Caribe, 2023. El financiamiento de una transición sostenible: inversión para crecer y enfrentar el cambio climático, en el cual prevé que las economías de la región mantendrán este año y el próximo bajos niveles de crecimiento, afectadas por un panorama económico mundial negativo y regional muy complejo.
De acuerdo con el organismo regional de las Naciones Unidas, la dinámica de la economía mundial se mantiene en una senda de bajo crecimiento económico y del comercio global. A pesar de las caídas en la tasa de inflación probablemente los países desarrollados seguirán con sus políticas monetarias contractivas, por lo que no cabe esperar una baja significativa en las tasas de interés externas durante este año, y los costos de financiamiento para nuestros países seguirán altos.
En cuanto a México, señaló que el crecimiento de 3% durante 2023 del PIB se debe principalmente a la disipación del efecto estadístico de la base de comparación, a los efectos negativos del conflicto entre la Federación de Rusia y Ucrania (que generó presiones inflacionarias en todo el mundo), al aumento de las tasas de interés y a la persistencia de las restricciones en las cadenas globales de suministros para la producción. No obstante, se observó un impulso mayor que el esperado de las exportaciones hacia los Estados Unidos y de la demanda interna.
Por ello, para 2023 prevé que el PIB de México aumentará un 2,9% en términos reales, debido al menor impulso de las exportaciones hacia los Estados Unidos, vinculado a la desaceleración económica experimentada por ese país, y a los efectos negativos de la inflación y el alza de las tasas de interés sobre la demanda interna.
Política fiscal
La Cepal indicó que déficit fiscal del sector público no financiero llegaría a representar alrededor del 4,0% del PIB (con un balance primario del -0,6% ) y el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos equivaldría al 0,6% del PIB, en línea con la tendencia a la desaceleración de los flujos comerciales.
En ese sentido, apuntó que de enero a diciembre de 2022, los ingresos presupuestarios del sector público no financiero aumentaron un 2,7% en términos reales respecto del mismo período de 2021, como resultado de una pequeña reducción de los ingresos no petroleros (-1,2%) y un incremento vigoroso de los petroleros.
En tanto, el gasto neto presupuestario del sector público no financiero creció un 3,9% en términos reales. Esto se debió principalmente al aumento de las participaciones (transferencias financieras a los estados de México) (7,4%), así como a un incremento del gasto corriente (3,0%) y de capital (1,3%). Con ello, el déficit público en ese período alcanzó los 950.892 millones de pesos, en comparación con el déficit de 752.496 millones de pesos registrado en el mismo período de 2021 (un crecimiento real anual de 17,1%).
A su vez, debido al subsidio orientado a los combustibles, al cierre del año se registró una disminución de la recaudación del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) y del impuesto sobre el valor agregado (IVA) de alrededor del 1,5% del PIB. Entre otros factores, esto propició que los ingresos tributarios (equivalentes al 13,4% del PIB) se redujeran un 1,0% en términos reales, la mayor caída registrada desde 2012. Dichas pérdidas de ingreso público fueron compensadas parcialmente con los ingresos extraordinarios, casi de igual magnitud, percibidos por Petróleos Mexicanos (PEMEX) gracias al aumento del precio internacional del petróleo.
Por lo anterior, consideró que la deuda neta total del sector público no financiero mantiene una trayectoria sostenible y se redujo a un 49,3% del PIB al cierre de 2022, frente al 50,5% registrado en 2021, debido a que el aumento del PIB y de la inflación contrarrestaron parcialmente el incremento de las tasas de interés.
Entre enero y junio de 2023, los ingresos presupuestarios del sector público disminuyeron un 1,6% en términos reales, con respecto al mismo período de 2022, como resultado de una caída de los ingresos petroleros (-23,9%) y un leve aumento de los no petroleros (3,2%). En tanto, el gasto neto presupuestario del sector público aumentó un 3,7% en términos reales. Esto se debió principalmente al crecimiento en el gasto corriente (3,4%), que se combinó con una abrupta reducción del gasto de capital (-16,1%).
Cepal advierte sobre problemas con el T-MEC
El organismo internacional, advirtió que en julio de 2022, la Oficina del Representante de los Estados Unidos para Asuntos Comerciales anunció la solicitud de consultas para la solución de controversias en materia de energía, al amparo del capítulo 31 del Tratado entre los Estados Unidos Mexicanos, los Estados Unidos de América y Canadá (T-MEC). El proceso de consultas y, en su caso, de solución de la controversia podría concluirse hacia finales de 2023 y se corre el riesgo de que México enfrente represalias comerciales.
En marzo de 2023, los Gobiernos del Canadá y de los Estados Unidos solicitaron consultas formales con México sobre las restricciones del país a las importaciones de productos agrícolas modificados genéticamente en virtud del T-MEC. Estas son un requisito previo para poder entablar conversaciones formales de resolución de disputas, como las que los países ya han tenido en materia de automóviles y energía. Las conversaciones para la resolución de disputas podrían solicitarse si las discusiones técnicas no tienen lugar o no conducen a una resolución.
En abril de 2023, se celebró la primera reunión de México con varios países de América Latina —entre ellos, la Argentina, el Brasil, Bolivia (Estado Plurinacional de), Chile, Colombia, Cuba y Honduras— a fin de diseñar un plan conjunto para hacer frente a la inflación, a través del intercambio comercial de alimentos y la eliminación de aranceles. Se estima que los acuerdos que se alcancen implicarán la participación de los Ministerios de Economía, Comercio y Agricultura de los diversos países, así como de productores, distribuidores e importadores y exportadores.
Se espera que el acuerdo global modernizado entre México y la Unión Europea sea firmado a finales de 2023. En abril de 2020 se concluyeron las negociaciones sobre compras públicas, que era la última etapa pendiente de las negociaciones para modernizar el acuerdo vigente desde julio de 2000.
"Este acuerdo se considera de última generación e incluye nuevas áreas comerciales, como energía y materias primas, desarrollo sostenible, pequeñas y medianas empresas, buenas prácticas regulatorias, transparencia y anticorrupción, entre otras", concluyó.