La digitalización se ha convertido en una fuerza transformadora en el mundo moderno, equiparable a eventos históricos como la llegada de la imprenta en el siglo XV o la adopción generalizada de la electricidad en el siglo XIX. Sin embargo, este avance no se ha producido de manera uniforme en todos los rincones del mundo, y algunos gobiernos han tardado en aprovechar todo el potencial que la tecnología digital ofrece para mejorar la prestación de servicios públicos y fortalecer las finanzas públicas, indicó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Para abordar este desafío, se requiere un enfoque de políticas doble: en primer lugar, conectar a Internet a los hogares que aún no están conectados y, en segundo lugar, acelerar y fortalecer la adopción de soluciones digitales en el sector público.
Fomentar la adopción digital para cerrar la brecha de conectividad
Uno de los mayores desafíos que enfrentan los países emergentes y en desarrollo es la falta de acceso a internet, un elemento fundamental para la adopción de tecnologías digitales. A nivel mundial, aproximadamente 2.700 millones de personas aún carecen de acceso a Internet. Esta brecha es aún más pronunciada dentro de los propios países, con diferencias notables entre generaciones y géneros.
Para cerrar esta brecha digital y aprovechar plenamente la digitalización, es esencial invertir en infraestructura digital. Según estimaciones, se necesitan alrededor de 418,000 millones de dólares de inversión en infraestructura digital para conectar a los hogares que aún no tienen acceso a Internet.
Esta inversión es especialmente crucial en los mercados emergentes y las economías en desarrollo de bajos ingresos, donde las necesidades de infraestructura digital representan aproximadamente el 3.5% del PIB.
El apoyo gubernamental desempeña un papel fundamental en esta inversión, ya sea a través de incentivos para la construcción de infraestructura de Internet o inversiones directas, especialmente en áreas donde la rentabilidad es un desafío.
Además de la infraestructura, la asequibilidad y la alfabetización digital son factores críticos. Los costos de suscripción a internet siguen siendo altos en los países de bajos ingresos, recalcó el FMI, lo que requiere medidas como descuentos en tarifas de suscripción para hacer que el acceso a Internet sea más asequible. Así como, promover programas de alfabetización digital es esencial para superar la resistencia de ciertas poblaciones, como las personas mayores, a adoptar nuevas tecnologías digitales.
Poder de la Govtech en materia fiscal
La tecnología gubernamental, o govtech, ofrece una oportunidad única para que los gobiernos aprovechen la digitalización y mejoren la prestación de servicios públicos y las finanzas públicas. La digitalización puede contribuir a mejorar la recaudación de ingresos, aumentar la eficiencia del gasto público, fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas fiscales, y mejorar la calidad de la educación y la atención médica, señaló el organismo internacional.
En el ámbito de los ingresos fiscales, la adopción de tecnologías como la presentación electrónica y la facturación electrónica puede conducir a un aumento significativo en la recaudación de impuestos. Por ejemplo, la implementación de la facturación electrónica y dispositivos fiscales electrónicos podría aumentar la movilización de ingresos hasta en un 0.7% del PIB. Esto resalta el impacto positivo de la digitalización en la administración de ingresos.
En el gasto público, la digitalización puede mejorar la eficiencia y la transparencia. La automatización de los pagos presupuestarios y la adopción de prácticas internacionales pueden aumentar la transparencia presupuestaria y mejorar la eficiencia en el uso de los recursos públicos.
Además, la digitalización puede tener un impacto significativo en la prestación de servicios públicos. En la educación, proporcionar a los estudiantes acceso a equipos y software digitales puede mejorar los resultados académicos. En el sector de la salud, la tecnología gubernamental puede mejorar la calidad de la atención, aumentar la cobertura de poblaciones desatendidas y optimizar la utilización de recursos.
La identificación digital y la verificación de elegibilidad pueden fortalecer las redes de seguridad social, asegurando que la asistencia llegue a quienes más la necesitan de manera eficiente.
