La contaduría es una de las carreras fundamentales para la determinación de los impuestos. Según Arturo Elizondo López se trata de “la disciplina profesional de carácter científico que, fundamentada en una teoría y a través de un proceso, obtiene y comprueba información financiera sobre transacciones celebradas por entidades económicas”.
Así, el proceso contable juega un papel importante para conocer las operaciones de las organizaciones y con ello el importe a tributar por las actividades realizadas.
Esto representa una responsabilidad mayúscula, porque el contador es el primero en saber los resultados económicos de los contribuyentes, los cuales pueden ser malversados para propósitos ilícitos; ya sea, en temas corporativos, fiscales, o financieros.
Delitos fiscales
En materia fiscal, el Código Fiscal de la Federación (CFF) en su artículo 95 enlista los supuestos en los que contribuyentes son responsables de cometer delitos fiscales, de los cuales los siguientes pueden implicar directamente al contador:
- se induzcan dolosamente a otro a cometer un delito
- ayuden dolosamente a otro para la comisión del delito fiscal
- derivado de un contrato de la actividad independiente, establezcan o lleven a cabo por sí operaciones o prácticas, de cuya ejecución directamente derive la comisión de un delito fiscal
Encubrimiento
Adicionalmente, se puede caer en el supuesto de encubrimiento de delitos fiscales según lo prevé el artículo 96 del CFF, cuando:
- con ánimo de lucro y sabiendo que se cometió un delito, adquiera, reciba, traslade u oculte el objeto del delito
- ayude en cualquier forma al inculpado a eludir las investigaciones de la autoridad o a sustraerse de la acción de esta, u oculte, altere, destruya o haga desaparecer las huellas, pruebas o instrumentos del delito
- derivado de la elaboración del dictamen de estados financieros, el contador público inscrito haya tenido conocimiento de un hecho probablemente constitutivo de delito sin haberlo informado
El encubrimiento es un delito fiscal se sanciona con prisión de tres meses a seis años.
Como puede apreciarse, en general los servicios contables son recurridos por todo tipo empresas, por ello es importante que el profesionista esté consciente de a quien presta sus servicios para evitar caer en un delito fiscal o en el encubrimiento de este.
Estos son tan solo los delitos fiscales en los que puede incurrir el contador; no obstante, su participación no se limita a esas consecuencias, ya que también se puede haber infracciones por otras circunstancias como puede ser: errores en el dictamen, no informar sobre un esquema reportable, asesoramiento para no pagar contribuciones, etc.
