¿Cómo resolverá la próxima administración el déficit presupuestario?
En 2024, se espera que los ingresos totales aumenten solo un 0.8%, impulsados principalmente por un incremento del 6.1% en los ingresos tributarios
Fiscal Contable
A medida que se acerca el final del actual sexenio, la próxima administración se enfrenta a un panorama complejo, caracterizado por un déficit presupuestario que amenaza con socavar la estabilidad económica del país. La pregunta que surge es: ¿cómo abordará el próximo gobierno este desafío fiscal?
Durante el actual sexenio, los ingresos totales del sector público han experimentado un incremento real del 7.6%, el más bajo en al menos los últimos cuatro sexenios, indicó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
A pesar de los esfuerzos de la política fiscal implementada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), las fuentes de recursos del sector público, especialmente las tributarias, mostraron debilidad.
En 2024, se espera que los ingresos totales aumenten solo un 0.8%, impulsados principalmente por un incremento del 6.1% en los ingresos tributarios. Sin embargo, estos serán suficientes para financiar solo el 48% del aumento del gasto total, el cual se anticipa crecerá un 7.8%.
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Proyecciones para 2025
Las finanzas públicas en 2025 se prevén más modestas debido a una menor tasa de crecimiento esperada para la economía.
Además se anticipa un incremento del PIB del 2.5%, medio punto porcentual por debajo del pronóstico para 2024.
Los ingresos públicos aumentarán solo un 0.6%, mientras que los ingresos tributarios lo harán en un 3.0%, la mitad de su avance previsto para 2024. En términos de gasto, se prevé una reducción del 8.8% real, equivalente a 480 mil millones de pesos. Esta disminución se debe principalmente a la conclusión de los proyectos insignia del actual gobierno, enfatizó el CEESP.
Por otra parte, el déficit público para 2024 se estima en casi 2 billones de pesos, lo que representa el 5.9% del PIB.
Para 2025, se espera que el déficit se reduzca al 3.0% del PIB, una señal positiva aunque no suficiente para asegurar la sostenibilidad fiscal a largo plazo.
La reducción del déficit dependerá en gran medida de la capacidad de la próxima administración para gestionar eficientemente los recursos y asignarlos de manera estratégica.
Estrategias para incrementar los ingresos
Durante una reunión con empresarios, la virtual presidente electa, Claudia Sheinbaum aseguró que no se contemplan nuevos impuestos ni aumentos en la deuda como porcentaje del PIB.
En su lugar, el enfoque estará en eficientar las fuentes de recursos y su asignación asimismo, enfatizó la importancia de un presupuesto responsable para 2025, con el objetivo de reducir el déficit al 3.0% del PIB.
La digitalización y el mejoramiento de la fiscalización serán claves para fortalecer las fuentes de ingresos tributarios, junto con un continuo combate a la evasión y elusión fiscal.
En ese tenor, el CEESP mencionó que una de las oportunidades más prometedoras para la próxima administración es el fenómeno de relocalización de empresas.
La virtual presidenta electa se comprometió a un ambicioso programa de infraestructura que dinamizará la inversión en diversas regiones del país. Este programa no solo busca fortalecer el crecimiento económico, sino también aumentar la recaudación y elevar el bienestar de la población. La mejora en la infraestructura podría ser un catalizador para atraer más inversiones y fomentar un entorno económico más robusto.
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