Con el Paquete Económico 2026, el gobierno plantea metas ambiciosas de
recaudación tributaria, lo que hace inevitable reforzar los mecanismos de
fiscalización digital. En ese contexto, las empresas que no solo lean la norma
sino que la interpreten para una mejor operación en sus procesos de facturación,
declaraciones y controles internos estarán en mejor posición para protegerse de
multas, rechazos fiscales o bloqueos de sellos digitales.
Lo que cambia en el Código Fiscal: exigencias más fuertes
para cada operación
De acuerdo a diversos análisis, se destaca destacan
diversas propuestas a modificaciones del Código Fiscal de la Federación
(CFF) que tienen impacto directo en el día a día de las
empresas:
Que los CFDI deben amparar operaciones existentes,
verdaderas y reales, bajo amenaza de ser considerados falsos en
caso contrario.
La cancelación de comprobantes fiscales
podría restringirse: proponen que la modificación al artículo 29-A establezca
que los CFDI solo puedan cancelarse dentro del mes en que se presente la
declaración anual del ISR.
Las notificaciones fiscales serían ampliadas:
se propone modificar los plazos de notificación para dar “certeza jurídica”.
Se prevé que contribuyentes con créditos fiscales firmes
sin haber pagado podrían enfrentar restricción de Sello Digital de forma temporal.
También se busca clarificar la revisión reconsideración
administrativa, limitando sus usos a resoluciones definitivas
de créditos fiscales.
Esas obligaciones no son teóricas ya que
exigen que las facturas, cancelaciones, pólizas y notificaciones estén bien
registradas y justificadas ante cualquier cruce del Servicio de Administración Tributaria
(SAT).
“El Paquete Económico no solo establece prioridades del gobierno federal, también es una señal del rumbo operativo que deben tomar las PyMEs, para mantenerse competitivas. La preparación técnica y contable se convierte en una herramienta clave para impulsar su desarrollo, adaptarse con agilidad y tomar decisiones más
informadas hacia el crecimiento sostenible”, señaló Marlene García Padilla, Directora General de CONTPAQi, desarrollador de software empresarial y contable.
Dato
real es mayor que el dato estimado: si un CFDI no refleja una
operación efectiva (producto entregado, servicio prestado), es vulnerable. Es
necesario cuadrar la facturación con evidencia operativa (orden, entrega,
pago).
Cancelaciones
conscientes: con la limitación propuesta del artículo
29-A, las cancelaciones fuera de plazo pueden generar riesgos. Opera bajo
políticas claras de aceptación de cancelaciones.
Certidumbre
de notificaciones: con plazos ampliados para notificaciones,
asegúrate de que el buzón tributario esté activo, los datos de contacto
actualizados y los mensajes del SAT revisados a diario.
Control
del sello digital: si hay créditos fiscales firmes sin pago,
podrías perder temporalmente el uso del sello. Planifica pagos o garantías para
evitar ese bloqueo.
Contabilidad
alineada: cada CFDI, cada cancelación, cada nota de
crédito debe tener asiento contable correlacionado, con respaldo documental que
permita rastreo ante una auditoría digital.
El apoyo de las
tecnologías y servicios digitales contables
Una empresa que opera con múltiples hojas
Excel, sistemas aislados o tareas manuales no podrá sostener el nivel de exigencia
que se plantea el próximo año. Es por ello que el apoyo que brinda un software
contable puede ayudarte en agilizar procesos como:
La importación automática de CFDI y detecte
errores.
Generar pólizas contables basadas en XML sin
captura manual.
Calcular cancelaciones y notas de crédito bajo
las reglas vigentes.
Conciliar bancos y detectar discrepancias con
facturación.
Generar declaraciones y simulaciones fiscales
con base en la contabilidad y los comprobantes.
Hacer auditorías internas rápidas con
respaldo documental digital.
Con eso, las operaciones de tu empresas
estarán en sintonía con el cumplimiento fiscal que las autoridades dictarán
para el siguiente año, punto importante para evitar sanciones.