El país se ubica por arriba del promedio con una tasa del 30% de impuestos corporativos
Se pronostica que los contribuyentes de México y del mundo paguen más impuestos en los siguientes años a medida que los gobiernos amplíen sus sistemas fiscales para pagar su deuda y mayor previsión social, según la Encuesta global sobre tasas fiscales de KPMG, red de firmas de Auditoría, Impuestos y Asesoría.
Si bien las tasas fiscales en general no están cambiando con mucha rapidez, los gobiernos se están inclinando por ampliar la base fiscal al incrementar los rangos en alimentos, servicios y actividades que pueden recaudar más ingresos, según información de 145 países.
México, al igual que muchos países, presentó cambios mínimos comparado con 2014. En materia de impuestos corporativos, el país se ubica por arriba del promedio con una tasa del 30% para las compañías (en el listado de países de la OCDE), y un máximo de 35% para las personas físicas, lo que significa que se encuentra fuera de la tendencia global de disminuir las tasas de impuestos corporativos para favorecer a los impuestos indirectos.
Las tasas de ISR seguirán disminuyendo globalmente a largo plazo, debido a la competencia fiscal, ya que las empresas se centran en la tasa, junto con los incentivos y subsidios al momento de elegir dónde invertir. El simple hecho de incrementar las tasas de ISR es difícil cuando resulta fácil para las compañías y la gente hacer comparativos entre las tasas fiscales aplicables en diferentes países.
“Las tasas de Impuestos Indirectos tienen un rango general entre el 15% y el 20%. Un impuesto más alto genera riesgo de desarrollar una economía subterránea; un impuesto más bajo no genera suficientes ingresos para satisfacer las necesidades del gobierno. Una vez que los tipos de IVA han alcanzado su nivel óptimo, no tiene mucho sentido hacer grandes cambios, como ha pasado en México”, señala César Catalán, socio líder de Impuestos Indirectos de KPMG en México.