México, (Notimex).- La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) consideró que la región de América Latina y el Caribe debe sumarse a los esfuerzos internacionales para combatir la evasión y elusión fiscal, así como los flujos ilícitos sin castigar a los centros financieros extraterritoriales llamados “offshores”.
La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena Ibarra, señaló que la región debe sumarse a los esfuerzos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para combatir estrategias fiscales que erosionan la base impositiva de una jurisdicción; no obstante, “al abordar el tema de la transición de los centros financieros extraterritoriales, no se vale castigar a los offshores cuando se ha dado otro tipo de estímulos en el pasado; tenemos que ayudarles a encontrar una solución”.
Tras las revelaciones de los llamados “Papeles de Panamá”, Ibarra señaló que los flujos financieros ilícitos representan dos veces el valor de las remesas y 16 veces superior a la asistencia oficial al desarrollo: del 2003 a 2012 los flujos financieros ilícitos ascendieron a 128.9 billones de dólares (bdd), monto equivalente al 3.3% del Producto Interno Bruto (PIB) de la región latinoamericana.
En tanto, la Inversión Extranjera Directa (IED) ascendió a 108.3 bdd; los flujos financieros privados crecieron a 68.7 bdd; las remesas sumaron 54.5 bdd y la asistencia oficial al desarrollo progresaron 8.5 bdd.
Asimismo, la especialista señaló que América Latina tiene problemas de tributación, “ya que es una región en la cual se recauda poco, con 20.6% del PIB regional, contra más del 30% en los países de la OCDE”; no obstante, de no haberse implementado las reformas fiscales en los últimos años “los países no hubieran podido resistir la caída de los precios del petróleo”.
Explicó que la captación de recursos tuvo una compensación ante la caída de los ingresos no tributarios en varios países latinoamericanos; sin embargo, ello no es suficiente en comparación con la de otros países desarrollados y emergentes, razón por la cual los países de América Latina y el Caribe tienen que avanzar a estructuras tributarias progresivas.
Finalmente, la evasión fiscal en la región ascendió a más de 320,000 millones de dólares (mdd) anuales, es decir el 6.3% del PIB que se desglosa en el ISR (194,000 mdd, el 4% del PIB) y el IVA (127,000 mdd, equivalente al 2.3%del PIB).