La STPS busca fomentar entre los empleados los incentivos fiscales que pueden recibir cuando contratan a personas con alguna discapacidad, entre ellos el de deducir hasta el 100% del ISR de los ingresos de estos trabajadores.
Este beneficio se aplica a empresas que empleen a hombres y mujeres que padezcan discapacidad motriz y que, para superarla, requieran usar permanentemente prótesis, muletas o sillas de ruedas.
Los estímulos fiscales favorecen también a quienes contraten a personas con discapacidad mental, auditiva y de lenguaje, en un 80% o más de la capacidad normal o tratándose de invidentes.
La legislación contempla la deducción de la totalidad de la inversión en adiciones o mejoras a sus instalaciones que tengan como objetivo facilitar el acceso y uso de estas personas, ya sea en rampas, elevadores o estacionamientos.
Además la dependencia recordó que se otorga un estímulo fiscal consistente al equivalente de 25% del salario efectivamente pagado a esas personas.
En todos los casos, los beneficios fiscales procederán siempre que el patrón asegure a sus trabajadores, pague las contribuciones al IMSS y obtenga el certificado de discapacidad del trabajador.