Por Carmen Luna
Entre las promesas de campaña del ahora presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se encuentra aplicar menores impuestos, gastar un billón de dólares en infraestructura, disminuir regulaciones para generar un mejor clima de negocios, promover la repatriación de capitales y darle la vuelta al déficit comercial con México; sin embargo este plan fiscal puede jugar en su contra.
De tener éxito con alguna de estas medidas, uno de los efectos inmediatos que tendrá será una mayor fortaleza del dólar, algo no muy positivo para Norteamérica, pues su déficit comercial actual de 666,117 millones de dólares (mdd) podría subir, las exportaciones perderían competitividad frente a otros países y las importaciones se volverían más baratas.
El subdirector de Estudios Económicos de Citibanamex, Joel Virgen, explicó que “si el presidente es exitoso con su política fiscal expansiva puede generar empuje económico. La parte irónica es que a mayor fortalecimiento del dólar la competitividad de sus exportaciones y de la industria ligada a éstas, se deteriora”.
El déficit comercial la utilizó Trump como un pretexto para exigir una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y amenazar con aranceles a las importaciones desde China y México, por lo que de registra un mayor deterioro del balance comercial puede ser utilizado como una excusa para elevar el tono de las políticas proteccionistas.
Además, el consenso de los analistas espera que la Reserva Federal de Estados Unidos continúe con el alza de su tasa de interés referencial, lo que le brinda un mayor sexappeal a los activos estadounidenses.
Queda en duda aun ver de dónde obtendrá los recursos el gobierno americano para financiar el gasto en infraestructura prometido; pero, en el caso de recurrir a una mayor deuda puede afectar las finanzas públicas y de acuerdo con la calificadora Moody’s una mayor deuda limitará la capacidad de Estados Unidos de absorber choques externos.
En un reporte, la calificadora expuso que "si bien un estímulo fiscal que implique recortes a la fiscalización de las empresas y aumentos de la inversión en infraestructura podría aumentar el crecimiento en los primeros años, cabría esperar que esos efectos positivos disminuyeran si no se producen mejoras en la productividad (…) y en consecuencia, tal y como se articula actualmente, creemos que las reformas económicas propuestas tienen implicaciones en el perfil de crédito de Estados Unidos".
Consecuencias de una reforma fiscal en EU para México
El director de Estrategias de Inversión para Latinoamérica e Iberia en BlackRock, Axel Christensen, señaló que “una reforma fiscal tiene un impacto sobre el crecimiento. Un mayor crecimiento de Estados Unidos tiene un impacto positivo en México, la clave será cómo se ordenan los factores, a diferencia de la aritmética, el orden de los factores sí afecta el producto”.
Es decir, si primero se implementan medidas que afectan el comercio entre ambos países y se dejan para después las medidas de estímulo fiscal, el impacto sobre México sería negativo. De lo contrario, si primero se empieza por las medidas de estímulo y las políticas que afecten el comercio se postergan habría un efecto positivo sobre la economía mexicana.
Con información de Expansión