Carmen Luna
Ningún contribuyente se escapa del ojo fiscalizador del SAT, quien ahora tendrá bajo una mayor vigilancia a las empresas a través de la nómina digital, por lo que las compañías que no cumplan con el fisco o alguna otra institución tendrán que enfrentarse a varias revisiones.
Todas las empresas, desde las micro hasta las multinacionales, tienen hasta el 31 de marzo para actualizar el sistema de nómina electrónica, conocida como “nómina versión 1.2”.
“El más interesado en que se implemente la versión 1.2 es el SAT. Por un lado, puede hallar errores cuando las empresas preparan una nómina y por otro, detectar irregularidades que pudieran existir por el pago de las nóminas o desvíos de algún tipo de recursos que las empresas le pagan a los trabajadores sin gravarlos o gravarlos adecuadamente”, dijo el socio de IT de RSM México, Sergio Trujeque.
Por ejemplo, si el SAT encuentra que una empresa le paga a un trabajador 10,000 pesos, pero cotiza ante el IMSS con un sueldo de 3,000 pesos, realizará revisiones electrónicas para determinar las diferencias y las empresas tendrán que aclararlas con todas las instituciones involucradas.
“Es como la contabilidad electrónica. La autoridad, puede cruzar muy fácilmente la información de otras fuentes como el IMSS, Infonavit, tesorería, todos los actores que tengan que ver con temas de nómina. El SAT puede tener todo en línea a de manera inmediata”, dijo Fernando Garrido, managing director de TMF México.
Apenas en febrero el SAT y el IMSS firmaron un convenio de colaboración para tener una mayor coordinación y así detectar esquemas de evasión fiscal y de seguridad social.
Por actos de fiscalización el SAT recaudó 142,966 millones de pesos en 2016, esto es 2,477 mdp más que un año antes, de acuerdo con datos del último Informe Tributario y de Gestión.
El fisco publicó a finales de septiembre pasado las especificaciones técnicas para un nuevo complemento del CFDI de los recibos de pago de nómina, conocidas como Nómina versión 1.2, por lo que las empresas que ya habían calculado y timbrado su nómina tendrán que volver a hacerlo.
Aunado a esto, los especialistas consultados coincidieron en que los cambios a la nómina digital implican un mayor esfuerzo y gasto para todas las empresas. El gasto dependerá del tipo de servicio que instrumenten para esto.
“Hay dos maneras como lo pueden llevar, tener un sistema correcto de nómina y administración de recursos humanos, implementarlo bien y hacerlo ellos mismos, o buscar a un tercero”, dijo Garrido, quien asesora a firmas multinacionales en estos procesos y para las cuales serán más fáciles estos cambios dado que terciarizan estos procesos, además de que tienen recursos para contar con mejores bases de datos.
Mientras que para las empresas más pequeñas se puede esperar mayores complicaciones en caso de que no cuenten con buenas bases de datos, advirtió Garrido.
“Primero tienen que invertir en adaptar sus sistemas, tienen que recalcular la nómina con posibles diferencias en caso de hacer mal una retención, además de que cada recibo tiene un costo de 40 centavos a cuatro pesos dependiendo de cuántos compre. Es un trabajo muy arduo”, agregó Trujeque.
Agregó que un tema a revisar será el sector público, quien también debe cumplir con la nómina 1.2, ya que asegura que los burócratas se encuentran muy atrasados en este tema y en caso de ser multados por no cumplir a tiempo, las multas se pagaran de los impuestos de los contribuyentes.
