E-commerce: usarlo o no es la cuestión

La protección de datos personales a la par del soporte tecnológico son puntos básicos para el impulso económico a distancia

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 .  (Foto: IDC online)

A últimas fechas IDC Asesor Jurídico y Fiscal ha abordado varias cuestiones que aunque no se relacionen directamente, se manifiestan en el campo electrónico: el Internet y los fraudes relacionados con esta red, las previsiones que el gobierno ha tomado para hacer accesibles trámites usando la web, la protección de datos personales que en muchas ocasiones tienen un respaldo tecnológico, el esfuerzo por lograr en el país las condiciones que propicien un acceso a Internet a toda la población como instrumento que impulsaría la economía y, también, cuestiones relacionadas con el comercio.

En la legislación mexicana se encuentra compactado el comercio electrónico en el Código de Comercio (CCom), de los artículos 89 al 114, y en el primero de ellos se subraya que los tratados internacionales suscritos por México también son aplicables.

Los principios rectores del comercio electrónico son la neutralidad electrónica, la autonomía de la voluntad, compatibilidad internacional y equivalencia funcional del mensaje de datos en relación con la información documentada en medios no electrónicos y de la firma electrónica en relación con la autógrafa.

En el mismo artículo 89 el CCom se apunta un breve glosario de términos para definir los elementos involucrados en el también conocido e-commerce, mientras que el 89 bis reconoce sus efectos jurídicos, que no pueden negarse por el hecho de tratarse de mensajes de datos, definidos éstos como la información generada, enviada, recibida o archivada por medios electrónicos, ópticos o cualquier otra tecnología.

En la actualidad se estima que el comercio así perfeccionado otorga al Producto Interno Bruto (PIB) el 0.4% de su totalidad, lo cual es bajo, pero dichas compras son enfiladas en su mayoría a los boletos de avión, equipos de cómputo, y aparatos de audio y video, haciéndose los pagos en la mayoría de las veces con tarjetas de crédito, transferencias en línea y depósitos en sucursal.

Las precauciones que los internautas puedan tomar para cuidar la transmisión de sus datos, sumadas a medidas implementadas por las instituciones de crédito que dan soporte a los pagos, es la mancuerna impulsora de negocios hechos a distancia, que pueden ser redituables para la micro, pequeña y mediana empresa.